La reciente decisión de la Corte Suprema de Brasil de bloquear la red social X (antes conocida como Twitter) ha puesto en relieve las tensiones entre la libertad de expresión y la regulación estatal en Internet. Este acto fue motivado por el incumplimiento de X con varias órdenes judiciales, incluidas multas impagas y la falta de un representante legal en Brasil; sin embargo, los bloqueos a las redes sociales cada vez son más frecuentes, abriendo la discusión sobre si este fenómeno también podría replicarse en otros países.
En el caso específico de Brasil, el juez Alexandre de Moraes acusó a la plataforma de ser un vehículo para la propagación de discursos de odio y contenido antidemocrático, especialmente en un periodo preelectoral. Esta acción se inscribe en un contexto más amplio donde varios países han implementado restricciones significativas a las redes sociales bajo el pretexto de proteger la seguridad nacional y la integridad pública.
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Estados Unidos, por ejemplo, ha tenido su propio enfrentamiento con las redes sociales, específicamente con TikTok, plataforma propiedad de la china ByteDance. En 2023, Montana se convirtió en el primer estado en prohibir TikTok, aunque esta medida fue bloqueada por un tribunal federal. En abril de 2024, el Congreso de Estados Unidos aprobó la Protecting Americans from Foreign Adversary Controlled Applications Act, que exige a ByteDance vender la aplicación para evitar una prohibición total en el país. Esta legislación refleja la preocupación continua por la seguridad nacional y la privacidad de los datos de los estadounidenses.
Incluso, la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris generó controversia al proponer la regulación del libre discurso en redes sociales, específicamente en X.
Durante una entrevista, Harris señaló que Musk ha “perdido sus privilegios” y que su plataforma debería ser suspendida debido a la falta de supervisión en la propagación de información.
Harris aboga por aplicar las mismas normas a todas las redes sociales, destacando que la falta de regulación permite que plataformas como X influyan en millones de personas sin control. Esta postura refleja una continuidad en sus acciones pasadas, entre las que ya había pedido la suspensión de la cuenta de Donald Trump, en 2019.
Venezuela, por su parte, intensificó su control sobre las redes sociales en el contexto de una crisis política continua. El 9 de agosto de 2024, el presidente Nicolás Maduro ordenó un bloqueo de 10 días a X en Venezuela, acusando a Elon Musk de fomentar la violencia civil tras las elecciones presidenciales disputadas en julio de 2024. Además, el gobierno venezolano restringió el acceso a plataformas de mensajería como WhatsApp, argumentando la necesidad de proteger la estabilidad del país.
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En España, el presidente Pedro Sánchez aseguró que no quiere “repartir carnets de fiabilidad” en los medios, pero habló de las “amenazas del pseudoperiodismo” y vinculó a las fake news en redes sociales con el crecimiento de la ultraderecha.
En 2023, se presentó en el Congreso de México una iniciativa de Ley Federal de Ciberseguridad que busca establecer un marco regulatorio robusto para proteger la infraestructura crítica de información y coordinar la respuesta ante ciberataques. Incluye la creación de una Agencia Nacional de Ciberseguridad con la facultad de “dar de baja direcciones IP, aplicaciones, dominios y sitios de Internet” tras una notificación de las autoridades competentes. Esta disposición ha suscitado preocupaciones sobre censura y la falta de mecanismos adecuados para proteger la libertad de expresión.
Otros bloqueos:
- China:
Desde 2009, China ha bloqueado el acceso a varias plataformas de redes sociales occidentales como Facebook, YouTube y Twitter (ahora X).
- Irán:
Irán bloqueó el acceso a Facebook y Twitter en 2009 después de las protestas poselectorales.
- Rusia:
En respuesta a las sanciones y la presión internacional, especialmente después de la invasión de Ucrania en 2022, Rusia ha restringido el acceso a varias plataformas de redes sociales occidentales, incluyendo Facebook, Instagram y Twitter (ahora X).
- Turquía:
Turquía ha implementado restricciones temporales a redes sociales como Twitter y YouTube en varias ocasiones, especialmente durante momentos de inestabilidad política o después de ataques terroristas.
- India:
India ha bloqueado el acceso a las redes sociales en regiones específicas durante protestas o disturbios. Uno de los ejemplos más notorios fue el bloqueo en Jammu y Cachemira tras la revocación del estatus especial de la región en 2019.
3 preguntas a... Velda Abigail Gámez Bustamante, directora en la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey, México:
1. ¿Qué repercusión podría haber ante la regulación de las redes sociales?
—Lo más importante es que la regulación sea por expertos en Derecho y Tecnología, y no genere un desequilibrio en la libertad de expresión y el derecho a la información. No debería de haber una contradicción entre lo que yo puedo decir, opinar y demás, y en los derechos de terceros.
Al final, la libertad de expresión siempre va a tener como punto límite al otro... Si no se hace una correcta regulación, se generan candados o límites a la libertad de expresión. Una regulación en ningún momento podría, o debería, no garantizar los derechos fundamentales de las personas y, sobre todo, no debería desacreditar opiniones.
Creo que una de las situaciones más complejas que estamos viendo ahorita en Internet es toda la parte de las fake news, la desinformación, mentir con la verdad… El control de la información es muy peligroso también. La regulación tiene que darse y ya hemos visto, sobre todo en la Unión Europea, que esto va haciendo mucho énfasis en crear leyes que regulen la convivencia en Internet, y que el Estado mexicano cuide la forma en que lo están haciendo.
2. ¿La regulación de las redes sociales podría afianzar los regímenes políticos?
— Una correcta regulación no va a generar una censura, al contrario [...] todo tiene un marco legal […] Por ejemplo, con lo que pasa con Telegram, que ahorita su dueño y creador fue detenido el 24 de agosto porque no tiene la cooperación que se necesita para la persecución delictiva. O sea, al final del día, todos deberíamos ser realmente libres de poder expresarnos, pero la libertad de expresión no tiene nada que ver con la venta de personas, tráfico de menores y demás, que es lo que estaba ocurriendo en Telegram. De hecho, la última modificación de X fue muy agresiva, permitiendo pornografía, y aunque se diga “sí, soy mayor de edad”, no tienes por qué verlo si no lo quieres. La libertad también tiene que ver con el acceso a la información.
Una mala regulación, sí, puede estar afianzando, por ejemplo, pensamientos extremistas o llevando a una censura por parte del Estado; sí, podemos tener este riesgo, y, sí, podría generar complicaciones, incluso el cierre de algunos canales en Internet.
3. ¿Qué ejemplos de regulación de redes sociales existen y qué lecciones pueden aprenderse de sus éxitos o fracasos?
—La legislación europea creo que es de las más amigables, por así decirlo, porque le permite a las personas tanto la libertad de acción como la persecución misma y no está negando la existencia o la capacidad de gobierno. Chile también tiene una regulación amigable.
Por ejemplo, la de Estados Unidos tiende a ser mucho más agresiva, entonces es importante que la regulación sea con apego a tratados internacionales en materia de derechos humanos y que también les permita a las personas navegar de manera fácil.
Alemania, en 2018, aprobó una ley contra publicaciones en redes sociales, por ejemplo, en discurso de odio, que nosotros todavía no hemos logrado asentar, traía también contra la pornografía infantil y falsedad de información. Francia tiene otra del 2020 para control de discurso de odio, aunque una de las que a mí me parece más compleja en la forma en que la aterrizaron es la australiana porque habla de ir en contra de personas y actualmente también tenemos que estar abriendo el panorama de la IA y otras tecnologías emergentes.
Lo más importante es no tenerle miedo al mundo digital, utilizarlo de manera correcta y hacer mucha conciencia de que, si bien es otra forma de socialización, no es que no genere responsabilidades, también genera responsabilidades que hay que empezar a marcar, y creo que es importante hablar de que también México necesita una Fiscalía Especializada en Delitos Cibernéticos.