WASHINGTON (AP) — Tim Walz y JD Vance se enfrentarán el martes en su primer y posiblemente único debate vicepresidencial, en lo que podría ser el último debate para que ambas campañas expongan sus argumentos antes de las elecciones.
El debate en Nueva York, presentado por CBS News, dará a Vance, novato senador republicano de Ohio, y a Walz, gobernador demócrata de Minnesota en dos mandatos, la oportunidad de presentarse, defender a sus compañeros de candidatura y atacar a la fórmula contraria.
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El enfrentamiento del martes podría tener un impacto enorme. Las encuestas han mostrado que la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump están enfrascados en una contienda reñida, lo que da más peso a cualquier cosa que pueda influir en los votantes de los márgenes, incluida la impresión que causen los candidatos a la vicepresidencia. También podría ser el último debate de la campaña, ya que los equipos de Harris y Trump no lograron ponerse de acuerdo para otro encuentro.
El papel de un compañero de fórmula presidencial es típicamente servir como perro de ataque para la persona que encabeza la fórmula, al argumentar contra el candidato presidencial oponente y su representante en el escenario. Tanto Vance como Walz han asumido con entusiasmo ese papel.
Las entrevistas de prensa y apariciones de Vance —ocasionalmente agresivas y hostiles— en la campaña electoral han evidenciado por qué Trump lo eligió para la fórmula republicana a pesar de sus mordaces críticas pasadas al expresidente, incluida una en la que sugirió que Trump sería “el Hitler de Estados Unidos”.
Mientras tanto, Walz catapultó a la campaña de Harris al calificar a Trump y a los republicanos como “simplemente raros”, y creó una línea de ataque para los demócratas que buscan argumentar que los republicanos están desconectados del pueblo estadounidense.
Una nueva encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research (The Associated Press-Centro NORC para la Investigación de Asuntos Públicos) encontró que Walz gusta más que Vance, lo que potencialmente da al republicano un desafío adicional.
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Después del debate Harris-Trump, en el que los republicanos se quejaron de que los moderadores de ABC News verificaran los datos mencionados por Trump, el debate del martes no contará con ninguna corrección de los moderadores. CBS News dijo que la responsabilidad de señalar las declaraciones erróneas o falsas recaerá sobre los candidatos, y los moderadores “facilitarán esas oportunidades”.
Ambas partes tratan de reducir las expectativas
Antes del debate, los aliados de ambos hombres estuvieron matizando las expectativas de que su candidato tuviera un desempeño contundente.
La senadora Amy Klobuchar, demócrata por Minnesota, llamó a Vance “un debatiente consumado” y lo contrastó con Walz al decir que él “no era del tipo abogado-debatiente”. Klobuchar dijo que Walz creció pensando en el fútbol, no debatiendo.
Jason Miller, un asesor sénior de Trump, retrató a Walz de manera muy diferente a Klobuchar.
“Tim Walz es muy bueno en los debates, realmente bueno. Ha sido político durante casi 20 años. Estará muy bien preparado para la noche de mañana”, dijo Miller a los periodistas el lunes. Predijo que el gobernador demócrata de Minnesota estará mucho más “reservado” de lo que lo es en la campaña electoral y listo para defender su historial, pero agregó que “eso no quiere decir que JD Vance no estará preparado mañana, o que de alguna manera no esté a la altura del desafío”.
Vance, al hablar con los periodistas la semana pasada, dijo que no “tuvo que prepararse tanto” para el debate porque tenía “opiniones bien desarrolladas sobre políticas públicas”.
Pero Vance ha realizado sesiones de preparación para el debate en las que se le han unido su esposa, Usha Vance, Miller, asesores sénior de Vance, y el representante Tom Emmer, republicano por Minnesota, quien ha interpretado a Walz, según una persona familiarizada con sus preparativos y quien pidió el anonimato para discutir la estrategia. Sus debates simulados fueron moderados por Monica Crowley, quien sirvió en el gobierno de Trump, es anfitriona de un pódcast y contribuyó al Proyecto 2025, un plan conservador de reforma del gobierno del que Trump afirma no saber “nada al respecto”.
“JD Vance está preparado para derrotar por completo a Tim Walz y demostrar que es un liberal radical”, dijo Emmer a los periodistas el lunes.
La preparación para el debate de Walz ha incluido sesiones en un hotel de Minneapolis, con el secretario de Transporte Pete Buttigieg en el lugar de Vance, según una persona familiarizada con el proceso quien pidió el anonimato para hablar de la dinámica interna de la campaña. Otros que colaboraron en los preparativos son Rob Friedlander y Zayn Siddique, quienes ayudaron a Harris a prepararse para su debate con Trump, junto con otros asesores de Walz y de la campaña.
Klobuchar dijo que Walz le mostrará al pueblo estadounidense “una persona real” que aporta “fortaleza” y positividad al escenario del debate, algo que contrastará con Vance, pero que “no va a ser tímido a la hora de señalar los problemas”.
“Solo porque es una persona optimista y positiva no significa que deje que se aprovechen de él”, agregó.