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Comerciantes del casco urbano de Camuy alzan la voz ante construcción que afecta las ventas de sus negocios

La Avenida Luis Muñoz Rivera se encuentra cerrada hace meses, lo que ha provocado que los clientes no visiten sus comercios

Foto: Captura de pantalla YouTube @Ovi Duran
Casco urbano de Camuy Foto: Captura de pantalla YouTube @Ovi Duran

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Comerciantes del pueblo de Camuy acudieron a las redes sociales para alzar su voz ante un proyecto de construcción para el manejo de aguas de escorrentías y control de inundaciones en el casco urbano que se encuentra detenido y está afectando las ventas de sus negocios.

Fue en la cuenta de Instagram de ICP digital media que el propietario de Flor del Café, Alexander Medina Rivera, resaltó cómo el cierre de la Avenida Luis Muñoz Rivera desde hace meses ha provocado que él y otros pequeños y medianos comerciantes se vean impactados negativamente.

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“Con 200 pesos al día, no da ni para la compra del negocio”, comenzó diciendo el joven destacando que “no quería llegar a esto” y que “no es show”.

Medina Rivera puntualizó que, como padre primerizo y con una nómina de empleados, ha sido “difícil” subsistir.

“¿Cuándo va a culminar el proyecto? Se supone que para el 4 de septiembre de este año se terminara el proyecto”, cuestionó el dueño de Flor del Café.

“Para hablarte claro, han habido dos reuniones (sobre la situación), si acaso tres, pero esa tercera se canceló. La última fue el jueves, 18 de abril de 2024. Ya estamos en octubre”, agregó.

En el caso de la propietaria de el “Rincón del lector”, Coralis Román, expresó que emprender en la Isla es retador y, más, cuando los líderes municipales hacen caso omiso a sus reclamos.

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“Ahora mismo, el reto más grande que yo estoy enfrentando y mis compañeros del casco urbano están enfrentando, es una construcción (en la vía de rodaje) que literal bloquea el paso a la entrada del pueblo”, dijo Román.

La joven destacó que, al estar la carretera cerrada, las personas no pueden transitar bien por el área y tampoco encuentran estacionamientos.

“Mis ventas y las ventas de todos mis compañeros comerciantes del casco urbano han bajado y sabes qué, coquí. No pasa nada”, sentenció.

Román además destacó que la inflación en los precios de la comida y los altos costos en los servicios de energía eléctrica y agua potable, sumado a los apagones que le han dañado equipos electrónicos, se ha convertido en una situación “insostenible”.

“Aunque nos pongan el pie, aunque nos cierren la carretera, no nos quitamos. Esto es lo que paso un comerciante día a día aquí en Puerto Rico, pero nada, te invito un café”, concluyó.

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