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Analizan debilidades y fortalezas de los candidatos a la comisaría residente

El profesor Jorge Schmidt Nieto ofreció un análisis sobre el desempeño de cada candidato y sus posibles repercusiones en la contienda electoral.

Debate Comisaría Residente
Debate Comisaría Residente (Dennis A. Jones/Metro Puerto Rico)

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Los analistas el profesor Jorge Schmidt Nieto y el exlegislador y exsecretario general de Partido Popular Democrático (PPD), Jorge Colberg Toro ofrecieron un análisis detallado sobre el desempeño de cada candidato y sus posibles repercusiones en la contienda electoral.

Los candidatos a la comisaría residente en Washington se encontraron por primera vez en un debate, a menos de un mes de las elecciones generales. En el mismo se destacaron tanto las fortalezas como las debilidades de los participantes.

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Respecto a las fortalezas y debilidades de los candidatos, el exsecretario general de Partido Popular Democrático (PPD), Jorge Colberg Toro mencionó al candidato por el Partido Nuevo Progresista (PNP), William Villafañe, a quien describió como “un político serio y preparado con una vasta experiencia”. Sin embargo, destacó que “la percepción negativa hacia la administración actual podría afectar sus posibilidades”, un reto que también enfrentan otros candidatos del PNP.

De igual manera, el profesor Jorge Schmidt Nieto dijo que Villafañe, “enfatizó su experiencia en el gobierno, pero sus destrezas lingüísticas en inglés fueron un punto débil. Esto podría dificultar su comunicación efectiva en Washington”. El análisis del profesor también incluyó la crítica a Villafañe por un ataque personal dirigido a su contrincante del PPD, y sugirió que esta estrategia no fue bien recibida por los electores.

En cuanto a Pablo José Hernández, Colberg alabó su “preparación académica y su experiencia en Washington”, pero observó que “la falta de cargos electivos podría ser una desventaja”.

Por su parte, el profesor Schmidt destacó que Hernández obvió casos recientes, como la Ley PROMESA, al referirse a la resolución de las Naciones Unidas de 1953, lo que indica una visión conservadora sobre la relación de Puerto Rico con Estados Unidos.

“Pablo José Hernández se presentó como un candidato pragmático y conocedor de Washington, pero su respuesta sobre el estatus de Puerto Rico fue decepcionante”, afirmó.

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Sobre la candidata por la Alianza PIP/MVC, Ana Irma Rivera, Colberg dijo que es reconocida por su trabajo en derechos civiles, aporta “una perspectiva valiosa a la papeleta”, aunque su “afiliación ideológica podría generar dudas entre ciertos sectores del electorado”. Pero Schmidt destacó que entre sus retos se encuentra convencer al electorado a pesar de la contradicción en su candidatura. “Es difícil entender cómo una independiente puede representar a Puerto Rico en un sistema que no apoya”, afirmó.

En cuanto a la candidata por el Proyecto Dignidad, Viviana Ramírez, Colberg la catalogó como “una figura joven y activa en la comunidad”, pero también “sin experiencia en cargos electivos”, lo que plantea interrogantes sobre su capacidad de respuesta en el contexto político. Respecto a ello, Schmidt subrayó que fue efectiva al destacar su posición como la única candidata conservadora que defiende los valores religiosos, aunque su apoyo a Donald Trump presenta contradicciones que podrían influir en la percepción de los votantes.

Sin profundizar temas importantes

Colberg enfatizó que el debate fue notable, especialmente por su formato, que permitió a los candidatos presentar sus argumentos de manera organizada. Sin embargo, señaló que hubo temas prioritarios que merecieron mayor atención, como el presupuesto fiscal y el futuro de los fondos de Medicare y Medicaid. Aseguró que la incertidumbre en la extensión de estos fondos, que afectan a 1.5 millones de personas en Puerto Rico, es una preocupación central que los candidatos debieron discutir más a fondo.

Otro aspecto que mencionó fue la recuperación económica y la agilidad en la asignación de fondos, resaltando que persisten problemas tanto a nivel federal como local. La gestión de estos recursos es crucial, ya que hasta ahora se ha desembolsado una cantidad limitada de dinero. Colberg también subrayó la importancia de examinar cómo las relaciones políticas en Estados Unidos, en un contexto de presidencia republicana y con un Congreso dividido, podrían impactar a Puerto Rico.

El tema del estatus de la isla, aunque considerado secundario por algunos electores, sigue generando controversia. Colberg sugirió que los candidatos no profundizaron lo suficiente en propuestas que podrían facilitar un proceso justo y equitativo sobre este asunto.

No impacta a candidatos a la gobernación

Al abordar el impacto del debate en la percepción de los candidatos a la gobernación, Colberg opinó que el desempeño de los comisionados residentes no influye directamente en la elección de un gobernador, dado que la atención del electorado se centra en las campañas de más alto perfil. Sin embargo, subrayó que las agendas de los candidatos deben estar alineadas para fomentar un voto íntegro.

Schmidt concurrió con Colberg ya que tampoco cree que el debate haya alterado significativamente las preferencias de voto para la gobernación, aunque ve a Hernández como una posible figura esperanzadora para su partido en el futuro. “Hernández dijo que está dispuesto a trabajar con candidatos de otros partidos, lo que podría ampliar su atractivo electoral”, comentó.

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