El premio Nobel de la paz reconoció el viernes a Nihon Hidankyo, una organización japonesa de sobrevivientes de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, por su activismo contra las armas nucleares.
Jørgen Watne Frydnes, presidente del Comité Noruego del Nobel, dijo que el galardón se concede en un momento en que “el tabú contra el uso de armas nucleares está bajo presión”.
En septiembre, el presidente ruso Vladimir Putin anunció un cambio en la doctrina nuclear de su país, en una medida destinada a disuadir a Occidente de permitir que Ucrania ataque a Rusia con armas de mayor alcance. Parecía reducir significativamente el umbral para el posible uso del arsenal nuclear de Rusia.
Watne Frydnes dijo que el comité del Nobel “desea honrar a todos los sobrevivientes que, a pesar del sufrimiento físico y los recuerdos dolorosos, han elegido usar su costosa experiencia para cultivar la esperanza y el compromiso por la paz”.
El presidente de la filial de Hidankyo en Hiroshima, Tomoyuki Mimaki, que estaba de pie en el ayuntamiento para el anuncio, aplaudió y lloró al recibir la noticia.
“¿Es realmente cierto? ¡Increíble!”, gritó Mimaki.
Los esfuerzos por erradicar las armas nucleares han sido reconocidos en el pasado por el comité Nobel. La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares ganó el premio de la paz en 2017, y en 1995 Joseph Rotblat y las Conferencias Pugwash sobre Ciencia y Asuntos Mundiales ganaron por “sus esfuerzos por disminuir el papel que desempeñan las armas nucleares en la política internacional y, a largo plazo, eliminar dichas armas”.
El premio de este año se otorgó en un contexto de conflictos devastadores que azotan el mundo, especialmente en Oriente Medio, Ucrania y Sudán.
“Está muy claro que las amenazas de usar armas nucleares están ejerciendo presión sobre la importante norma internacional, el tabú del uso de armas nucleares”, dijo Watne Frydnes en respuesta a una pregunta sobre si la retórica de Rusia en torno a las armas nucleares en su invasión de Ucrania había influido en la decisión de este año.
“Y por lo tanto es alarmante ver cómo las amenazas de uso también están dañando esta norma. Defender un fuerte tabú internacional contra el uso es crucial para toda la humanidad”, agregó.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo en X que “el espectro de Hiroshima y Nagasaki todavía se cierne sobre la humanidad. Esto hace que la defensa de Nihon Hidankyo sea invaluable. Este Premio Nobel de la Paz envía un mensaje poderoso. Tenemos el deber de recordar. Y un deber aún mayor de proteger a las próximas generaciones de los horrores de la guerra nuclear”.
Alfred Nobel declaró en su testamento que el premio de la paz se otorgaría por “la mayor o mejor labor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos permanentes y la celebración y promoción de congresos de paz”.
El premio del año pasado fue para la activista iraní encarcelada Narges Mohammadi por su defensa de los derechos de las mujeres y la democracia, y contra la pena de muerte. El comité del Nobel dijo que también era un reconocimiento a “los cientos de miles de personas” que se manifestaron contra “las políticas de discriminación y opresión del régimen teocrático de Irán dirigidas contra las mujeres”.
En un año de conflicto, antes del anuncio se había especulado con que el Comité Noruego del Nobel, que decide quién será el ganador, optaría por no otorgar ningún premio este año. El premio ha sido retenido un total de 19 veces desde 1901, incluidas las dos guerras mundiales. La última vez que no se otorgó fue en 1972.
En Oriente Medio, los niveles de violencia que han aumentado de forma persistente durante el año pasado han matado a decenas de miles de personas, incluidos miles de niños y mujeres. La guerra, que comenzó el 7 de octubre de 2023 tras una sangrienta incursión en Israel por parte de militantes liderados por Hamás que dejó unas 1.200 personas muertas, en su mayoría civiles, se ha extendido a toda la región.
La semana pasada, Israel envió tropas terrestres al Líbano para perseguir a los militantes de Hezbolá que disparaban cohetes contra Israel, mientras que Irán, que respalda tanto a Hamás como a Hezbolá, lanzó una andanada de misiles balísticos contra Israel. Israel aún no ha respondido, pero su ministro de Defensa prometió esta semana que su represalia sería devastadora y sorprendente.
La guerra en Gaza ha matado a más de 42.000 personas, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no diferencia entre civiles y combatientes en su recuento, pero dice que más de la mitad son mujeres y niños. En el Líbano, más de 1.400 personas han muerto, miles más han resultado heridas y alrededor de un millón han sido desplazadas desde mediados de septiembre, cuando el ejército israelí amplió drásticamente su ofensiva contra Hezbolá.
La guerra en Ucrania, desatada por la invasión rusa, se encamina hacia su tercer invierno con una pérdida masiva de vidas humanas en ambos bandos.
La ONU ha confirmado más de 11.000 civiles ucranianos muertos, pero eso no tiene en cuenta los 25.000 ucranianos que se cree que murieron durante la captura rusa de la ciudad de Mariupol o las muertes no declaradas en los territorios ocupados.
Los premios Nobel conllevan una dotación en efectivo de 11 millones de coronas suecas (1 millón de dólares)