TAPACHULA, México (AP) — Una nueva caravana de unos 2.000 migrantes, entre ellos venezolanos y centroamericanos, salió este domingo de la frontera sur de México con Guatemala en busca de llegar al norte a pocas semanas de la elección presidencial en Estados Unidos.
Algunos migrantes expresaron su temor que la nueva administración estadounidense que surja de los comicios el 5 de noviembre pueda poner fin a las citas de asilo a través de la aplicación CBP One e inclusive disponer el cierre definitivo de la frontera con México.
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“Eso es lo que nos tiene con miedo porque dicen que eso puede cambiar porque pueden cerrar tanto la cita del CBP One y todos los servicios que están ayudando a los migrantes”, expresó el venezolano Joel Zambrano.
La falta de empleo en el sur debido a una nueva oleada de extranjeros y la demora en la respuesta a las citas también ha causado que se reactiven las caravanas en el último mes, según los migrantes.
“La situación en mi país está malísima, la presidenta (de Honduras, Xiomara Castro) no hace nada. Llevamos una semana en la frontera pero arreglar papeles lleva tiempo, pero los papales que dan sólo es para estar en Tapachula y no puedes salir de la ciudad”, aseguró el hondureño Roberto Domínguez, de 48 años.
Esta es la tercera caravana y la más grande que tiene lugar en lo que va desde el inicio el 1 de octubre de la nueva administración de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, quien no ha definido un cambio en la política migratoria respecto a la de su antecesor Andrés Manuel López Obrador.
A principios y mediados de octubre salieron otros dos grupos de entre 800 y 600 migrantes, respectivamente.
El activista Luis García Villagrán, del Centro de Dignificación Humana AC, estimó que unos 40.000 migrantes están varados en el sur de México, lo que según dice agudiza la crisis por la falta de fuentes de trabajo y porque las oficinas de regularización están saturadas.