Un nuevo informe de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina concluyó que el colapso del telescopio del Observatorio de Arecibo en el año 2020 fue producto de fallas estructurales por antiguedad.
El Observatorio de Arecibo era operado por la Fundación Nacional de las Ciencias (NSF por sus siglas en inglés).
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“La falla inducida por el deslizamiento de zinc a largo plazo en los casquillos de los cables del telescopio de 57 años fue la causa principal del colapso del telescopio”, concluyó el informe. Se detalló que casquillos llenos de zinc mantenían en su lugar un conjunto de cables que suspendían la plataforma principal del telescopio sobre el plato reflector. “Gradualmente, el zinc perdió su sujeción en los cables y permitió que varios de ellos se salieran, lo que provocó el colapso de la plataforma en el reflector”, detalló el informe.
Además, el informe establece el inicio de la secuencia de fallas con el azote del huracán María, más de tres años antes del colapso. Se establece que los indicios de desprendimiento de cables eran mínimos antes del huracán.
Sin embargo, durante las inspecciones visuales posteriores al huracán el informe apunta que sí pudieron observar “grandes y progresivas desprendimientos de cables”. Se indicó que en ese momento debieron haberse tomado medidas correctivas. “Los cálculos del factor de seguridad realizados tras la primera falla del cable no reconocieron el proceso acelerado de falla de los materiales dependiente del tiempo que rige la eventual desprendimiento del zinc”, señaló el informe.
Este es el primer caso documentado de falla por deslizamiento a largo plazo inducida por zinc a pesar de una larga historia de uso de más de un siglo, señaló el informe. “Una posible explicación para el deslizamiento acelerado del zinc es la electroplasticidad de baja corriente a largo plazo, inducida por las ondas electromagnéticas del Telescopio de Arecibo”, analizaron los investigadores. Además, recomendaron que la NSF ofrezca las secciones restantes del zócalo y del cable para su estudio por parte de la comunidad de investigadores.
El comité que escribió el informe llegó a sus conclusiones a través de una revisión de las investigaciones forenses encargadas por la Universidad de Florida Central y la NSF, la recopilación de información de los empleados del Observatorio de Arecibo, el estudio de la investigación pertinente, las consultas con otros expertos y el examen de los análisis estructurales, los planos de ingeniería, los informes de inspección, las fotografías y las propuestas de reparación.
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En términos más generales, el informe señala que la construcción y el funcionamiento de instalaciones de investigación de vanguardia diseñadas a la medida plantea desafíos únicos. “Se debe aumentar el control cuidadoso a medida que las instalaciones envejecen para detectar el deterioro y posibles modos de fallo nuevos, en la medida en que sea razonable. La NSF debe establecer disposiciones de financiación explícitas para el mantenimiento y el control detallados y continuos de las condiciones”, recomendaron los investigadores.
El informe también contiene otras recomendaciones relacionadas con los manuales de operaciones y mantenimiento, los regímenes de inspección y las auditorías independientes.