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Descalificaciones e insultos marcan sprint final de Trump, Harris

En menos de una semana, decenas de millones de estadounidenses acudirán a las urnas para votar por el próximo presidente de la Unión Americana, en unas elecciones que, gane quien gane, serán históricas

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La candidata demócrata y vicepresidenta Kamala Harris en un evento de campaña en Flint, Michigan, el 4 de octubre del 2024 (i) y el candidato presidencial republicano Donald Trump en un mitin en Walker, Michigan, el 27 de septiembre del 2024. (Foto AP) AP (Mark Schiefelbein/AP)

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A días de los comicios presidenciales en Estados Unidos, la recta final de la campaña electoral está marcada por descalificaciones y críticas entre los dos aspirantes a la Casa Blanca: la actual vicepresidenta demócrata, Kamala Harris, y el expresidente republicano Donald Trump.

Se anticipan unas elecciones muy reñidas que se decidirán por unos pocos miles de votos en algunos estados. De hecho, los sondeos indican un empate técnico entre ambos candidatos, aunque Trump entra en la recta final subiendo un poco en las encuestas. Y tanto este como Harris tienen claro que la presidencia se decidirá en siete estados columpios, o swing states, motivo por el cual han estado haciendo campaña en ellos en semanas recientes.

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Se trata de Wisconsin, Pensilvania, Michigan, Arizona, Nevada, Carolina del Norte y Georgia, estados donde los candidatos están separados por uno o dos puntos porcentuales, por lo que, teniendo en cuenta el margen de error de las encuestas, la victoria se decidirá por pocos votos.

Harris puede ganar el voto popular, pero perder la presidencia, ya que no se elige de forma directa, sino a través de un Colegio Electoral de 538 electores de cada uno de los 50 estados. Vence quien alcance los 270 votos. Si Trump gana en los estados clave, puede lograr la mayoría de electores. En 2016, Hillary Clinton ganó en voto popular, pero Trump se impuso en el Colegio Electoral.

El resultado de estas elecciones presidenciales tendrá consecuencias decisivas para Estados Unidos y para el mundo. Una segunda presidencia de Trump sería más disruptiva que la primera, pero más peligrosa puede ser su reacción si pierde. Después de todo, todavía no ha admitido su derrota ante Biden de 2020.

En la recta final, los insultos y ataques personales entre los candidatos han subido de tono. Harris ha definido a Trump como “fascista”, “desquiciado” e “inestable”, quien a su vez la ha calificado de “vicepresidenta de mierda”, “mentirosa” y “estúpida”.

La lucha por cada voto va a ser total hasta el final, y si se confirma un resultado muy cerrado y se llega a las impugnaciones, reclamaciones y acusaciones de fraude electoral, habrá que esperar días o semanas para saber quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.

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En ese sentido, platicamos con el analista político José Luis Cruz Guízar sobre las próximas elecciones en Estados Unidos.

El especialista dijo a Metro World News que lo que sucede en los Estados Unidos es de interés para todo el mundo por el importante peso político, económico y militar que posee, lo cual se traduce en una importante influencia sobre el resto de los países en todos los aspectos. Por ello, el mundo entero sigue muy de cerca estos comicios.

Asimismo, agregó que estas elecciones son históricas por la posibilidad de que, por primera vez, una mujer que además pertenece a una minoría pueda ser electa presidenta. Aunado a ello, resulta histórico y significativo el caso de que el expresidente Trump sea candidato de nuevo, pese a la seriedad de los diferentes juicios que enfrenta y haber resultado convicto de 34 cargos de falsificación de registros comerciales.

“Esto nos habla de un cambio en la sociedad estadounidense en cuanto a valores y motivaciones electorales, en un momento en el que empiezan a vivir un declive como la potencia económica y militar más importante del planeta y donde el centro de poder global se está trasladando hacia el oriente”, detalló.

Sobre el sistema electoral de los Estados Unidos, comentó que ha sido muy cuestionado por darle mayor peso al voto electoral que al voto popular, cuyo diseño tiene como objetivo buscar la representatividad de los estados que conforman la federación.

“En lo personal, si hablamos de una democracia, lo ideal sería que gane quien más votos obtuvo, tal como sucede en la mayor parte del mundo”, concluyó Cruz Guízar.

Tres preguntas a... Sebastián Royo, profesor de Ciencias Políticas en Clark University, EE.UU.

  • ¿Qué tan cerrada está la recta final de estas elecciones?

—Estamos en una campaña presidencial con un resultado totalmente abierto. Tras meses en los que Biden iba por detrás de Trump en las encuestas, la elección de Harris como candidata presidencial ha cambiado la dinámica de una campaña que ahora muestra un resultado mucho más impredecible.

La gran mayoría de los votantes probablemente ya decidió por quién votará. Solo un 5% de los encuestados recientemente por el New York Times se declaró indeciso o dijo que no se inclinaba por ningún candidato. Pero en general, las encuestas muestran que todavía está todo por decidir.

Por ponerlo en perspectiva histórica, Hillary Clinton lideraba por unos cuatro o cinco puntos porcentuales a nivel nacional antes del otoño y acabó perdiendo las elecciones, y Trump está ahora por encima en estas encuestas de lo que estaba en el otoño de 2016 y 2020. Y las encuestas infravaloraron su apoyo entre en esas dos elecciones en comparación con los resultados finales.

Es necesario enfatizar que el candidato que gana el voto popular puede perder las elecciones, como sucedió dos veces en los últimos 25 años (2000 y 2016).

  • ¿Qué factores claves podrían determinar los resultados?

—Un factor clave en el resultado será cómo se percibe y define a la vicepresidenta Harris porque para muchos votantes sigue siendo una desconocida. De acuerdo con una encuesta del New York Times, el 28% de los encuestados dijo que necesitaba saber más sobre ella, mientras que solo el 9% dijo lo mismo sobre el expresidente Trump.

Además, si los republicanos quieren ganar las elecciones, su objetivo prioritario deberá ser definir a Kamala Harris como una progresista ultraliberal de San Francisco, con ideas y propuestas radicales que están lejos de las del norteamericano convencional, y hacerla corresponsable de problemas como la inflación, la inmigración y el deterioro en la seguridad.

Trump cuenta con algunas ventajas que favorecen su candidatura. En primer lugar, la economía, que sigue siendo el tema más importante para los votantes. En ese sentido, Trump tiene una ventaja de 13% en el tema de la economía, mientras que Harris posee una ventaja de 15 puntos porcentuales en otro tema importante: el aborto. Aunque los datos económicos de crecimiento, empleo e inflación son positivos en general, el norteamericano promedio siente que ha perdido poder adquisitivo. El país está creciendo, pero los votantes se centran en otros temas. Y el debate migratorio, frecuentemente conectado con la inseguridad, es otro de los temas estrella de Trump.

  • ¿Será entonces una elección a favor del cambio?

—Nada está escrito, pero gran parte de los norteamericanos no está contenta por cómo van las cosas en su país. El New York Times ha reportado que solo el 30% de los votantes considera que el país está en el camino correcto.

Durante su campaña hace cuatro años, Biden hablaba del alma del país y se presentaba como un defensor de los valores estadounidenses, especialmente la democracia. Este mensaje, que fue importante para ganar las elecciones, ya no resuena entre millones de votantes que tienen otras preocupaciones más inmediatas y cotidianas.

Harris tendría que demostrar que va a ser una agente del cambio, que mirará al futuro y que dará respuesta a las necesidades y preocupaciones de esos votantes, más allá de centrarse solo en el carácter de Trump. No obstante, es difícil determinar si le alcanzará el tiempo.

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