Los negociadores que trabajan desde hace una semana en Corea del Sur en un tratado para hacer frente a la crisis mundial de contaminación por plásticos no han llegado a un acuerdo y tienen previsto reanudar las conversaciones el próximo año.
Están en un punto muerto sobre si el tratado debe reducir el plástico total en la Tierra y poner controles globales, legalmente vinculantes sobre los productos químicos tóxicos utilizados para hacer plásticos.
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Se suponía que las negociaciones de Busan, Corea del Sur, iban a ser la quinta y última ronda, para elaborar el primer tratado jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, incluida la de los océanos, para finales de 2024. Pero como el plazo se acaba a primera hora del lunes, los negociadores tienen previsto reanudar las conversaciones el próximo año.
Más de 100 países quieren que el tratado limite la producción, además de abordar la limpieza y el reciclado, y muchos han dicho que eso es esencial para abordar las sustancias químicas de riesgo. Pero para algunos países productores de plástico, petróleo y gas, esto supone traspasar un límite.
Para que cualquier propuesta se incluya en el tratado, cada nación debe estar de acuerdo con ella. Algunos países buscaron cambiar el proceso para que las decisiones pudieran tomarse con un voto si no se podía alcanzar un consenso y el proceso estaba paralizado. India, Arabia Saudita, Irán, Kuwait y otros se opusieron a cambiarlo, argumentando que el consenso es vital para un tratado inclusivo y efectivo.
El domingo, el último día programado de conversaciones, el borrador del tratado todavía tenía múltiples opciones para varias secciones clave. Algunos delegados y organizaciones ambientales dijeron que se había vuelto demasiado diluido, incluidos los negociadores de África que dijeron que preferirían irse de Busan sin un tratado que con uno débil.
Cada año, el mundo produce más de 400 millones de toneladas de plástico nuevo. La producción de plástico podría aumentar aproximadamente un 70% para 2040 sin cambios en las políticas.
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En Ghana, las comunidades, cuerpos de agua, drenajes y tierras agrícolas están saturados en plásticos, y los sitios de vertido llenos de plásticos siempre están en llamas, dijo Sam Adu-Kumi, el negociador principal del país.
“Queremos un tratado que pueda resolverlo”, dijo en una entrevista. “De lo contrario, nos iremos sin él y volveremos a luchar en otro momento”.
En la reunión del domingo por la noche, Luis Vayas Valdivieso, el presidente del comité de Ecuador, dijo que aunque se había avanzado en Busan, su trabajo está lejos de estar completo y deben ser pragmáticos. Dijo que los países estaban más distanciados en las propuestas sobre plásticos problemáticos y químicos de riesgo, producción de plástico y financiación del tratado, así como los principios del tratado.
Valdivieso dijo que la reunión debería suspenderse y reanudarse en una fecha posterior. A continuación, muchos países reflexionaron sobre lo que deben ver en el tratado de cara al futuro.
