De las 292 mujeres y menores de edad que se reportaron desaparecidas en lo que va de año, 291 fueron localizadas por la Policía de Puerto Rico, según los datos de la Uniformada.
Del universo de féminas reportadas como desaparecidas este año, alrededor de 119 son menores de edad, las cuales todas fueron localizadas y algunas se encuentran bajo la custodia del Departamento de la Familia (DF), conforme a datos provistos por la Oficina del Coordinador de Personas Desaparecidas del Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR).
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El coronel Manuel de Jesús Treskow, director de la Superintendencia de Investigaciones Criminales del NPPR, detalló que “hay muchas menores desaparecidas que pertenecen al DF. Ellas no quieren estar bajo la custodia y se fugan de los hogares o aprovechan cuando son transportadas a otro sitio para evadir la custodia”.
Asimismo, Treskow indicó que aproximadamente tres menores son casos recurrentes, lo cual significa que evadieron la custodia del DF más de una vez durante 2024.
De hecho, la sargento y directora de la División de Personas Desaparecidas, Daimy Viña, observó un aumento en estos tipos de casos bajo la custodia del DF, por lo que han tenido que unir sus fuerzas para ayudar a mitigar las fugas.
“Durante todo este periodo de año, ha subido bastante en cuestión de los menores del DF porque, al las menores ver que no hay una repercusión, tal vez en lugar de activar un protocolo completo de búsqueda, no lo están tomando como algo serio. Aquí nosotros activamos un análisis completo de lo que son búsquedas. [...] Estamos buscando formas, junto al Departamento de la Familia, para mejorar la conducta de evasión, desde talleres educativos hasta acompañamiento”, dijo.
Según Viña, el protocolo de las desapariciones es el mismo para todo tipo de edades. La Policía tiene, como parte del proceso, drones, canes, un equipo completo de búsqueda y de rescate, así como de manejo de emergencias.
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Además, aclaró que aún persiste la creencia errónea de que es necesario esperar 24 horas antes de reportar una desaparición. Una vez recibida la denuncia, la Policía inicia las gestiones necesarias, corroborando y evaluando las circunstancias para determinar si la persona está efectivamente desaparecida.
“Por ejemplo, si tenemos una fémina, tenemos que verificar si esa fémina tiene una orden de protección, si ha sido víctima de violencia doméstica, la edad que tenga, el tiempo que ha sido vista por última vez. Todos estos factores son muy importantes. Todo eso se tiene que investigar terminalmente para nosotros poder tener un avance mucho más rápido. Ya después de eso, corroboramos, investigamos y certificamos que está desaparecida, entonces lo transferimos a la rama investigativa por la especialidad”, añadió.
Ante los reportes de desapariciones, suele surgir el interés de activar una alerta, pero la sargento subrayó que estas tienen criterios específicos y, aunque útiles, no reemplazan las investigaciones.
“Las alertas son herramientas adicionales, no algo de lo que dependemos. Si una persona no cumple con los criterios, no se activan, pero siempre investigamos. No obstante, activar alertas continuamente podría hacer que pierdan su propósito y efectividad”, explicó Viña.
Entre las alertas, se incluyen la Alerta Rosa, enfocada en activar la búsqueda cuando se reporta la desaparición de niños, niñas, adolescentes, jóvenes o mujeres; la Alerta Ashanti, destinada a la búsqueda y recuperación de personas desaparecidas mayores de 18 años; y la Alerta Amber, utilizada en casos de menores secuestradas.
Por otro lado, se le informó, a este medio, que las requisitorias —documentos oficiales que notifican la búsqueda de una persona desaparecida— siempre son creadas internamente por la Policía. Sin embargo, no todas se hacen públicas, ya que requieren la autorización previa de un familiar o persona autorizada.
Otro escenario, según el Observatorio de Género
Durante los últimos cuatro años, aproximadamente 90 mujeres han desaparecido en la isla. De estas, el 45% son menores de edad, conforme al próximo informe mensual del Observatorio de Equidad de Género, titulado “Feminicidios, Desapariciones y Violencia de Género”.
En el informe se destaca que solo en 2024, al 8 de noviembre, diez casos se han sumado a esta lista, siendo casi la mitad menores de edad.
“Muchas veces, las menores están bajo la custodia del Departamento de la Familia, y a pesar de ello, desaparecen. El Estado tiene la obligación de protegerlas, pero evidentemente hay fallas graves en este sistema”, afirmó la directora ejecutiva del Observatorio, Stephanie Figueroa.
Figueroa, además, indicó que los datos son recopilados a través de los medios de comunicación.
El informe detalla que menores han sido reportadas como desaparecidas en más de una ocasión, lo que evidencia los casos recurrentes. Sin embargo, para Figueroa, no se debería responsabilizar a estas, debido a que pueden ser vinculadas a casos de trata humana, explotación o violencia de género.
“Las desapariciones no ocurren en el vacío. Hay una violencia que persiste hacia las mujeres y niñas, y en muchos casos, estas desapariciones terminan en feminicidios”, concluyó.