El video de vigilancia en blanco y negro y silencioso del ataque con misiles rusos en la ciudad ucraniana de Dnipro fue breve, pero escalofriante: seis enormes bolas de fuego atravesaron la oscuridad e impactaron en el suelo a una velocidad asombrosa.
A las pocas horas del ataque del 21 de noviembre en la instalación militar, el presidente ruso Vladímir Putin tomó la inusual decisión de hablar en la televisión nacional para alardear sobre el nuevo misil hipersónico. Advirtió a Occidente que el próximo uso podría ser contra los aliados de Ucrania en la OTAN que permitieron a Kiev usar sus misiles de largo alcance para atacar dentro de Rusia.
Putin dijo que el misil se llamaba “Oreshnik”, árbol de avellanas en ruso.
En seguida, un vistazo al arma, cómo encaja en el plan de batalla de Moscú y qué mensaje político quiere enviar Rusia al usarlo:
¿QUÉ SE SABE SOBRE EL ORESHNIK?
Una sonrisa satisfecha se dibujó en el rostro de Putin mientras describía cómo el Oreshnik se dirige a su objetivo a 10 veces la velocidad del sonido, o Mach 10, “como un meteorito”, y afirmaba que el misil es inmune a cualquier sistema de defensa. Funcionarios militares ucranianos dijeron que alcanzó Mach 11.
El general Sergei Karakayev, jefe de las Fuerzas de Misiles Estratégicos de Rusia, dijo que el Oreshnik podría llevar ojivas nucleares o convencionales y es capaz de llegar a cualquier objetivo europeo.
El Pentágono dijo que el Oreshnik es un tipo experimental del misil balístico de alcance intermedio o IRBM (las siglas de Intermediate-Range Ballistic Missile) basado en el misil balístico intercontinental RS-26 Rubezh de Rusia, o ICBM (las siglas de Intercontinental Ballistic Missile). Esta fue la primera vez que se utilizó en una guerra.
Los misiles de alcance intermedio pueden volar entre 500 y 5.500 kilómetros (310 a 3.400 millas). Tales armas fueron prohibidas bajo un tratado de la era soviética que Washington y Moscú abandonaron en 2019.
La Dirección de Inteligencia de Ucrania dijo que el misil tenía seis ojivas, cada una con seis submuniciones. Su carga de ojivas dirigibles independientemente, como un racimo de avellanas en un árbol, podría ser la inspiración para el nombre del misil.
El video del ataque parecía mostrar la caída de seis ojivas ardientes rodeadas de nubes de plasma. Las seis submuniciones liberadas por cada ojiva aparentemente estaban desarmadas, pero tenían una alta energía cinética estimada para entregar una fuerza destructiva equivalente a toneladas de explosivos.
Putin afirmó que el arma es tan poderosa que usar varios de estos misiles, incluso equipados con ojivas convencionales, podría ser tan devastador como un ataque nuclear. Es capaz de destruir búnkeres subterráneos “tres, cuatro o más pisos abajo”, se jactó, amenazando con usarlo contra el distrito gubernamental en Kiev.
El Servicio de Seguridad de Ucrania mostró a The Associated Press los restos del misil: cables chamuscados y enredados y un armazón cenizo, en la planta de Pivdenmash en Dnipro que construyó misiles cuando Ucrania formaba parte de la Unión Soviética. No hubo víctimas mortales en el ataque, y las autoridades no han descrito los daños a la planta. Dijeron que el misil fue lanzado desde el 4to Campo de Pruebas de Misiles de Kapustin Yar en la región rusa de Astracán en el mar Caspio.
¿QUÉ OTROS MISILES HA USADO RUSIA?
Rusia ha usado varios misiles para bombardear Ucrania desde el inicio de su invasión en febrero de 2022, pero ninguno tenía el alcance y el poder del Oreshnik.
Ha lanzado misiles de crucero de largo alcance subsónicos que llevan unos 500 kilogramos (1.100 libras) de explosivos, suficientes para infligir un daño significativo a las centrales eléctricas ucranianas y otras infraestructuras clave. Los misiles de crucero propulsados por jet tienen un alcance de hasta 2.500 kilómetros (1.550 millas), capaces de alcanzar cualquier parte de Ucrania.
Rusia también utilizó enjambres de drones económicos de diseño iraní que llevan solo unos 50 kilogramos (110 libras) de explosivos. Los drones, que vuelan lento, son relativamente fáciles de interceptar, pero Rusia usó docenas de ellos a la vez para abrumar las defensas ucranianas y desviar la atención de misiles de crucero lanzados simultáneamente.
Para algunos objetivos prioritarios, Rusia ha usado misiles más rápidos y de mayor impacto, incluido el misil balístico de corto alcance Iskander lanzado desde tierra con un alcance de 500 kilómetros (310 millas).
Para objetivos particularmente importantes, Moscú ha usado el misil balístico hipersónico Kinzhal lanzado desde el aire. Su alta velocidad, capaz de alcanzar brevemente Mach 10, y su capacidad para maniobrar en vuelo le ayudan a evadir las defensas aéreas, aunque Ucrania afirma haber derribado algunos de ellos.
Un Oreshnik es aún más difícil de interceptar que un Kinzhal. Puede infligir daños significativamente mayores debido a sus múltiples ojivas de alta energía.
¿QUÉ MENSAJE ENVÍA PUTIN CON EL ORESHNIK?
Putin dice que el uso del Oreshnik es en respuesta a que Estados Unidos y el Reino Unido permitieron a Ucrania usar sus armas de mayor alcance para atacar territorio ruso, un movimiento que dijo daba “elementos de un carácter global” al conflicto.
“Creemos que tenemos derecho a usar nuestras armas contra las instalaciones militares de los países que permiten usar sus armas contra nuestras instalaciones”, expresó.
Dmitry Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad de Putin, dijo que el Oreshnik podría alcanzar objetivos en Europa en minutos, infligiendo daños “catastróficos”. “Los refugios antiaéreos no los salvarán”, publicó en su canal de mensajería.
Los medios de comunicación Estatales rusos elogiaron al Oreshnik, afirmando que tardará solo 11 minutos en llegar a una base aérea en Polonia y 17 minutos en llegar a la sede de la OTAN en Bruselas. Han aparecido camisetas con imágenes de Putin y el Oreshnik, y se le dijo en una sesión informativa que una pareja planeaba nombrar a su hija en honor al misil.
El experto militar Mathieu Boulègue, de la Chatham House, un centro de análisis británico, dijo que, aunque el Oreshnik no es un cambio de juego en el campo de batalla, “en términos de guerra psicológica, funciona muy bien” al servir al objetivo del Kremlin de asustar a una audiencia occidental.
El ataque del 21 de noviembre ocurrió dos días después de que Putin firmó una versión revisada de la doctrina nuclear de Rusia, que bajó el umbral para el uso de armas nucleares. La doctrina permitirá una respuesta nuclear rusa incluso a un ataque convencional de parte de cualquier nación que esté apoyada por una potencia nuclear.
El uso del Oreshnik fue una expresión de la ira de Moscú por el uso de misiles occidentales de mayor alcance y una señal para Ucrania y el presidente electo Donald Trump de que Rusia iba a perseguir sus objetivos, independientemente del apoyo para Kiev, dijo James J. Townsend, miembro senior del Center for New American Security.
“Este es un mensaje muy poderoso que se está enviando”, dijo Townsend. “Está mostrando a Trump cuán seria parece Rusia sobre lo que ha estado haciendo la administración Biden y cuán seriamente lo ven y cuán enojados están por este tipo de asistencia”.
La advertencia de Putin sobre posibles ataques a activos de la OTAN sigue a los llamados de los halcones rusos a tales ataques para obligar a los aliados de Ucrania a retroceder.
A diferencia de otras armas convencionales rusas con un alcance más corto, el Oreshnik ofrece la capacidad de lanzar un poderoso ataque convencional en cualquier lugar de Europa, dando al Kremlin un nuevo instrumento de escalada sin recurrir a su arsenal nuclear. No habrá forma de saber si un Oreshnik lleva una ojiva nuclear o convencional antes de que impacte el objetivo.
“El enemigo debe entender que estamos listos para tomar las medidas más resueltas y atacar el territorio de los miembros de la OTAN con armas convencionales primero”, dijo Sergei Karaganov, asesor del Kremlin. “Al mismo tiempo, les advertiremos que si responden a ese ataque de manera escalonada, un ataque nuclear vendría en segundo lugar, y una tercera ola apuntaría a las bases estadounidenses”.