WASHINGTON (AP) — El presidente Joe Biden está abandonando su esfuerzo por cancelar los préstamos estudiantiles para más de 38 millones de estadounidenses, el primer paso de un plan para desechar regulaciones pendientes para evitar que el presidente electo Donald Trump las modifique para alcanzar sus propios objetivos.
La Casa Blanca espera retirar las reglas inconclusas en varias agencias si no hay suficiente tiempo para finalizarlas antes de que Trump asuma el cargo. Si las regulaciones propuestas se dejaran en su estado actual, la próxima administración podría reescribirlas y avanzar más rápidamente en su agenda.
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Incluso mientras la administración Biden se mueve para retirar las reglas, avanzó con la cancelación a través de otros medios el viernes. El Departamento de Educación dijo que estaba cancelando las deudas de otros 55,000 prestatarios que alcanzaron la elegibilidad a través de un programa conocido como Perdón de Préstamos por Servicio Público, que fue creado por el Congreso en 2007 y ampliado por la administración Biden.
A medida que se retiran las regulaciones pendientes de Biden, nada impide que Trump realice sus propias regulaciones sobre los mismos temas cuando regrese a la Casa Blanca, pero tendría que empezar desde cero en un proceso que puede llevar meses o incluso años.
“Esta no es la manera en que quería que terminara”, dijo Melissa Byrne, una activista que ha impulsado la cancelación de la deuda estudiantil. “Desafortunadamente, esta es la acción más prudente a tomar en este momento”.
Ella culpó a los republicanos por poner a la administración de Biden en esta posición. “Es una lástima que los republicanos estén tan empeñados en mantener a los estadounidenses de clase trabajadora endeudados”, dijo Byrne.
En documentos que retiran las propuestas de préstamos estudiantiles, el Departamento de Educación insistió en que tiene la autoridad para cancelar las deudas pero buscó centrarse en otras prioridades en las últimas semanas de la administración. Dijo que la administración se centrará en ayudar a los prestatarios a retomar los pagos después de la pandemia de coronavirus, cuando los pagos fueron pausados.
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“El departamento en este momento tiene la intención de comprometer sus limitados recursos operativos para ayudar a los prestatarios en riesgo a volver a pagar”, escribió la agencia.
Los cambios están comenzando mientras Washington se prepara para un posible cierre del gobierno que podría complicar aún más los esfuerzos de la administración Biden para atar cabos sueltos.
Otra regla propuesta que podría enfrentar la retirada es una medida que habría impedido que las escuelas emitieran prohibiciones generales contra los atletas transgénero. Trump podría reformular la modificación pendiente del Título IX para prohibir que los atletas transgénero participen en deportes femeninos, una de sus promesas de campaña.
Un funcionario de la administración, hablando bajo condición de anonimato para discutir deliberaciones internas, dijo que la administración todavía apoya los objetivos de sus propuestas regulatorias. Sin embargo, el proceso puede ser largo porque requiere revisiones legales y recopilar aportes del público.
Las agencias federales están ahora analizando qué reglas finalizar y cuáles retirar antes del final del mandato de Biden, dijo el funcionario.
En los últimos años, los presidentes han tendido a depender más de órdenes ejecutivas y regulaciones federales para sortear el estancamiento en el Congreso. Sin embargo, el proceso de formulación de reglas puede ser menos duradero que la legislación, dejando las políticas más vulnerables a los cambios entre administraciones.
Hay docenas de otras regulaciones pendientes en el Departamento de Educación y otras agencias, que van desde actualizaciones relativamente triviales hasta políticas amplias que tienen implicaciones importantes para las escuelas y empresas del país.
Si una regla ya ha pasado por un proceso de retroalimentación pública bajo Biden, Trump podría simplemente reemplazarla con su propia propuesta y pasar directamente a la implementación de la política, efectivamente evitando el período de comentarios.
El par de propuestas de préstamos estudiantiles que serían retiradas el viernes representan el segundo intento de Biden de cancelación de deuda generalizada después de que la Corte Suprema rechazara su primer plan.
Una de ellas es una propuesta de abril que habría aliviado las deudas de 30 millones de estadounidenses. Estableció varias categorías de prestatarios elegibles para el alivio. A los prestatarios que vieron cómo sus saldos aumentaban debido a los intereses se les habría eliminado los intereses acumulados. Aquellos que habían estado pagando préstamos durante 20 años o más habrían obtenido la cancelación de sus préstamos.
Esa propuesta fue detenida por un juez federal en septiembre después de que estados liderados por republicanos demandaran, y sigue enredada en una batalla legal.
La segunda regla que se retira es una propuesta de octubre que habría permitido al Departamento de Educación cancelar préstamos para personas que enfrentan varios tipos de dificultades, incluidos aquellos que tienen facturas médicas elevadas o costos de cuidado infantil.
Aunque Biden nunca logró las cancelaciones de préstamos generalizadas que inicialmente prometió, su administración ha perdonado una cantidad sin precedentes de 180,000 millones de dólares en préstamos estudiantiles federales a través de programas existentes.
“Debido a nuestras acciones, millones de personas en todo el país ahora tienen el espacio para iniciar negocios, ahorrar para la jubilación y seguir planes de vida que tuvieron que posponer debido a la carga de la deuda estudiantil”, dijo Biden en un comunicado.
El viernes, los funcionarios anunciaron que estaban cancelando la deuda para otros 55,000 trabajadores, incluidos maestros, enfermeras y funcionarios de la ley, a través del Perdón de Préstamos por Servicio Público. El programa promete cancelar préstamos para prestatarios que pasen 10 años en trabajos gubernamentales o sin fines de lucro.
Se espera que los 4,280 millones de dólares en alivio sean la ronda final de perdón de préstamos realizada antes de que Biden deje el cargo en enero.
La regla de Biden sobre deportes transgénero fue propuesta en 2023 pero se retrasó varias veces. Iba a ser un seguimiento de su regla más amplia que extendía las protecciones de derechos civiles a los estudiantes LGBTQ+ bajo el Título IX.
La regla deportiva les habría prohibido a las escuelas descartar completamente a los atletas transgénero aunque lo permitiría bajo ciertas circunstancias, por ejemplo, si se trataba de una cuestión de “competencia justa" o para reducir los riesgos de lesiones.
Se mantuvo en espera durante la campaña presidencial mientras el tema se convertía en un motivo de indignación republicana. Trump hizo campaña con la promesa de prohibir a los atletas transgénero, diciendo que quería “mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos”.
