El comienzo de un nuevo año siempre trae consigo la oportunidad de comenzar de nuevo y establecer nuevas metas.
Una de las resoluciones más comunes es mejorar la salud financiera. Sin embargo, planificar y administrar el dinero de manera efectiva requiere más que solo buenas intenciones; es necesario tomar acciones concretas para asegurar que el año esté lleno de estabilidad y crecimiento económico.
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El director de Educación Financiera Banamex, Juan Luis Ordaz, señaló que el “arranque del año representa un mundo de posibilidades, nuevos lugares por descubrir, metas que cumplir y nuevos logros por alcanzar”.
Destacó que, aunque suene a un cliché, este “2025 también nos depara festejos, celebraciones y hasta obligaciones, por ello “no hay mejor manera de empezar que con un plan financiero que que se ajuste a tus necesidades e ingresos”.
“El inicio de un nuevo año trae nuevas oportunidades. Inicia de la mejor manera con una buena planeación financiera. De esta manera tendrás unas finanzas personales y familiares sólidas, las cuáles te permitirán enfrentar cualquier situación financiera”.
— Juan Luis Ordaz, especialista de Banamex
Recomendaciones financieras de año nuevo
Para lograr que 2025 se un año sin sobresaltos económicos y problemas graves de dinero, el director de Educación Financiera Banamex te ofrece varios consejos:
- Enero suele ser un mes complicado, muchas personas gastan de más en las fiestas decembrinas y la famosa cuesta tiende a ser prolongada. Si estás en esta situación, desde ya elabora un plan para sanar tus finanzas, identifica los gastos que no resultan esenciales y conviértelos en ahorro.
- Además de los servicios anuales, considera aquellos pagos que son fijos y se cubren periódicamente como los correspondientes al teléfono fijo o celular, luz, Internet, colegiaturas e incluso servicios de streaming que tengas contratados. Si actualmente realizas el pago de una deuda a largo plazo, procura hacer pagos por adelantado, de esta manera terminarás más pronto con este compromiso.
- Incluye en presupuesto anual el gasto familiar y los recursos que destinas al transporte, que al ser desembolsos que todas las personas llevan a cabo de forma periódica, también se pueden considerar como gastos fijos.
- ¿Tienes auto? Debes cubrir la tenencia, seguro, verificación y los servicios de mantenimiento para garantizar su correcto funcionamiento. No olvides considerar el pago en tiempo y forma de estos servicios a lo largo de todo el año, para evitar multas y daños económicos que lamentar.
- ¿Te vas a dar un descanso y aprovechar alguno de los periodos vacacionales del año? Planea tus vacaciones con anticipación. Reserva y compra –con varias semanas de antelación– tus boletos de avión y estancias en hoteles; puedes ahorrar un porcentaje importante si lo haces varios meses antes.
- ¿Planeas asistir a eventos musicales, festivales culturales y/o conciertos? Anticipa tu compra, puede ser que tus entradas sean más económicas. Evita, a toda costa, la reventa de boletos y aprovecha todos los beneficios que te ofrecen tus tarjetas de crédito: preventas, acceso a zonas VIP, cashback e, incluso, hacer uso de los meses sin intereses. Este beneficio vale la pena cuando parcializas una compra y la liquidas antes del evento.
- Ten presente en tu presupuesto aquellas fechas especiales en los que sueles dar algún obsequio: desde la celebración del 14 de febrero hasta cumpleaños de familiares y amigos.
- Destina los recursos necesarios para adquirir o renovar las pólizas de los seguros que garanticen la seguridad y tu estabilidad personal y familiar. Algunas de las pólizas más importantes son las de gastos médicos, vida, hogar y auto.
- Construye, consolida o incrementa tu fondo de emergencia, recuerda que este debe de cubrir de tres a seis meses de tu sueldo o, al menos, de tus gastos fijos. Evita usar este fondo para realizar compras por impulso. Como su nombre lo indica, servirá para hacer frente a un posible imprevisto.
- No olvides revisar periódicamente tus metas, usualmente estas se olvidan en los primeros meses del año. Dedica un tiempo específico para una revisión regular.