El hijo mayor de Donald Trump estuvo en Groenlandia este martes, en lo que describió como “una visita privada”, después de que el presidente electo de Estados Unidos hiciera alusión en varias ocasiones durante las últimas semanas en torno a que Groenlandia sea parte de la Unión Americana.
Y es que justo antes de Navidad, Donald Trump dijo que “por el bien de la seguridad nacional y la libertad en todo el mundo, los Estados Unidos de América creen que la propiedad y el control de Groenlandia son una necesidad absoluta”.
Groenlandia, situada en el Círculo Polar Ártico, está estratégicamente situada en las rutas más cortas que conectan Asia, Europa y América del Norte.
Aunque el 80 por ciento de Groenlandia permanece cubierto todo el año por una capa de hielo de tres kilómetros de espesor, los efectos del calentamiento global han descongelado los glaciares del Ártico, aumentando así la superficie habitable de la isla y desbloqueando nuevos recursos naturales como el petróleo y los minerales.
Si bien Groenlandia sigue estando estrechamente vinculada a Escandinavia y a Europa, como una región autónoma de Dinamarca, las potencias mundiales como Estados Unidos, China y Rusia se apresuran a ampliar su influencia militar y económica en la región en la medida en que se vuelve más habitable.
De acuerdo con el Harvard International Review, el control de Groenlandia ofrece ventajas militares, económicas y políticas a estas tres superpotencias que buscan vigilar a sus oponentes globales.
Puestos militares, avances tecnológicos, infraestructura minera y la posibilidad de asegurar una posición geográfica óptima son factores que han “transformado” la forma de ver a Groenlandia, de ser una tierra estéril de hielo a ser un foco geopolítico.
Comprender los intereses históricos y actuales de Estados Unidos, China y Rusia en el Ártico arrojará luz sobre la dirección en que se moverá el territorio en las próximas décadas.
La tarde del martes, en conferencia de prensa, el presidente electo Donald Trump no descartó el uso de las fuerzas armadas para arrebatar el control del Canal de Panamá y Groenlandia.
INTERÉS GLOBAL
En 2019, el presidente Donald Trump intentó comprar Groenlandia, una propuesta que dejó “desconcertados” a los dirigentes de Dinamarca. El intento sin precedentes de comprar la isla reflejó un cambio en las prioridades de los responsables de las políticas estadounidenses hacia una mayor influencia en la región. Si bien a Estados Unidos le preocupa la disponibilidad de nuevos recursos debido al deshielo de las capas de hielo, el país está más preocupado por limitar la influencia de potencias rivales como China.
De 2012 a 2017, según reporta la publicación, China invirtió 450,000 millones de dólares en ocho naciones del Ártico para establecer la Ruta del Mar del Norte, una ruta de navegación más corta hacia Europa, y en 2018 declaró su intención de crear una “Ruta de la Seda Polar” para conectar Europa con Asia y facilitar los canales de transporte.
Desde la perspectiva estadounidense, dichas ambiciones son una amenaza doble porque también involucran a Rusia, otra potencia rival. Además de reabrir 50 puestos militares exsoviéticos en diferentes puntos del Ártico, Rusia ha invertido mucho en la reconstrucción de 475 bastiones militares de la era de la Guerra Fría desde 2014.
Se trata de bases que están equipadas con aviones de combate de largo alcance y baterías antibuques y antimisiles. En los últimos seis años, Rusia aumentó su número de ejercicios militares en el Ártico, aparentemente con la esperanza de disuadir cualquier conflicto en la región.
EL FUTURO
Groenlandia puede parecer fría y distante, pero hoy en día es un centro ártico rico en incentivos militares, económicos y políticos.
Durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría, Estados Unidos construyó bases militares y estableció vínculos diplomáticos más estrechos con Groenlandia para protegerse de Alemania y la Unión Soviética.
La aceleración del calentamiento global se percibe en diferentes rincones del mundo como una oportunidad para sacar provecho de una región geográfica donde convergen América, Europa y Asia.
LAS CLAVES
Datos de interés sobre Groenlandia:
• Groenlandia (Kalaallit Nunaat, en groenlandés) forma parte del Reino de Dinamarca, pero funciona bajo un régimen de autogobierno. Este acuerdo único otorga a Groenlandia autoridad sobre muchas áreas nacionales, mientras que Dinamarca conserva el control sobre responsabilidades clave como la política exterior y monetaria. Groenlandia también está representada en el Parlamento de Dinamarca con dos escaños, lo que garantiza una voz directa en las decisiones nacionales.
• Groenlandia tiene derecho a determinar su propio camino hacia la independencia. Si el pueblo groenlandés decide buscar la independencia, la Ley de Autogobierno establece que Groenlandia y Dinamarca deben entablar negociaciones para formalizar esa transición. El doble papel de Groenlandia como nación autónoma dentro del Reino y como participante parlamentario garantiza una asociación equilibrada y progresista para dar forma a su futuro.
• Superficie: 2,175,600 km2 (en comparación, la superficie de México es de 1,964,375 km2, la de Texas es de 695,662 km2, y la de Estados Unidos es de 9,525,067 km2).
• Población: 59,000 habitantes (en comparación, México tiene 130 millones de habitantes, y Estados Unidos tiene 340 millones de habitantes).
