La administración de la recién juramentada gobernadora Jenniffer González enfrenta un panorama político y económico complejo que representa tanto retos como oportunidades, según análisis de expertos en la materia.
La doctora Palmira Ríos, exdirectora de la Escuela de Administración Pública de la Universidad de Puerto Rico (UPR), destacó que González cuenta con una Legislatura controlada por su Partido Nuevo Progresista (PNP), lo que facilita la aprobación de leyes y la ejecución de su plataforma gubernamental.
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“A diferencia de administraciones pasadas que enfrentaron obstáculos legislativos, no habrá excusas para no cumplir con las promesas hechas al país”, expresó Ríos. Sin embargo, advirtió que este apoyo también conlleva una presión adicional, ya que los resultados serán juzgados con mayor severidad al no existir barreras políticas internas que justifiquen posibles fracasos.
Dependencia de fondos federales
Ríos también enfatizó que uno de los principales retos será abordar la dependencia de Puerto Rico de fondos federales, una estrategia que, aunque ha brindado alivio en momentos críticos —como luego de huracanes y la pandemia— ha incrementado la vulnerabilidad del país ante posibles recortes presupuestarios en Estados Unidos.
“El Congreso y el presidente están considerando propuestas agresivas para reducir fondos y hasta eliminar departamentos clave como el de Educación federal, lo que tendría un impacto devastador en nuestras escuelas y universidades”, sostuvo.
Por su parte, el economista José Caraballo Cueto señaló varios retos financieros que enfrenta la nueva administración de Puerto Rico, especialmente en relación con los fondos federales. Explicó que uno de los principales desafíos es la reestructuración de la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), la cual podría impactar negativamente la economía y el presupuesto gubernamental, ya que el gobierno podría verse obligado a responder por dicha deuda. Además, advirtió que se proyecta una caída de la economía en un 0.8%, lo cual reduciría los recaudos del gobierno, al tiempo que destacó la incertidumbre sobre los fondos de reconstrucción, que aún no se han utilizado completamente.
Sobre la dependencia de la isla de los fondos federales, Caraballo Cueto expresó preocupación por cómo tanto el gobierno como el sector privado han dependido de dicha fuente de ingresos, sin un plan claro para utilizarlos de manera que fortalezcan la infraestructura y no solo como una solución temporal. También señaló la necesidad de un modelo de crecimiento económico enfocado en sustituir importaciones y fomentar la exportación, ya que la economía de Puerto Rico es muy pequeña para depender solo del consumo interno.
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“Es importante utilizar esos fondos, pero no podemos depender exclusivamente de ellos. Necesitamos un plan económico más integral”, dijo el economista.
De otro lado, la presencia continua de la Junta de Supervisión Fiscal añade complejidad a la gestión gubernamental. Ríos subrayó que la administración de González deberá garantizar presupuestos balanceados, cumplir con los requisitos de la ley PROMESA y trabajar para recuperar la autonomía fiscal de la isla. En este contexto, señaló que la quiebra de la AEE representa otro desafío crítico que podría tener repercusiones económicas y sociales significativas.
Nombramientos
En cuanto a los nombramientos iniciales de González, Ríos expresó reservas sobre la preparación administrativa de algunos designados, especialmente en áreas complejas como salud y educación. “No basta con conocer el tema; se necesita experiencia administrativa sólida para manejar los retos inmediatos. Además, la tardanza en las designaciones limita el tiempo para conformar equipos efectivos, lo que impacta negativamente la capacidad de ejecución”, afirmó.
Ríos recalcó que la privatización de servicios esenciales no ha sido la solución esperada. “La experiencia con la energía eléctrica es un claro ejemplo de cómo la privatización no ha mejorado la prestación de servicios ni reducido costos”, dijo, al añadir que el gobierno debe fortalecer su capacidad para responder a emergencias y prepararse ante los impactos del cambio climático.
Retos financieros
Caraballo Cueto advirtió que “el resultado del proceso de quiebra [de la AEE] podría impactar directamente el presupuesto gubernamental, ya que existen reclamos que podrían comprometer recursos estatales”. Además, proyectó una contracción económica de entre -0.8% y -1%, lo que podría reducir los ingresos fiscales en un momento crítico.
También resaltó la incertidumbre derivada de posibles recortes presupuestarios en Estados Unidos, que podrían afectar a la economía local debido a la alta dependencia de fondos federales. Aunque los fondos de reconstrucción asignados tras el huracán María representan una oportunidad para estabilizar las finanzas, Caraballo Cueto advirtió sobre los riesgos de depender en exceso de estos recursos sin desarrollar un modelo de crecimiento económico sostenible.
Propuestas económicas
Entre las propuestas para un modelo económico más sólido, Caraballo Cueto sugirió fomentar la producción local para sustituir importaciones y retener capital en la isla. A su vez, recomendó capacitar a más empresas para que puedan exportar y participar en la economía global, dado que muchas aún no están integradas en estas dinámicas.