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Jimmy Carter es honrado en un funeral en Washington antes de su entierro en Georgia

El jueves terminarán seis días de ritos nacionales que comenzaron en Plains, Georgia, donde Carter nació en 1924,

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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y Melania Trump, se paran ante el féretro del expresidente Jimmy Carter, cubierto por la bandera nacional, en la capilla ardiente instalada en la Rotonda del Capitolio, en Washington, el 8 de enero de AP (Andrew Harnik/AP)

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Jimmy Carter, quien se consideraba un extraño incluso cuando ocupaba el Despacho Oval como el 39no presidente de Estados Unidos, fue honrado el jueves con la pompa de un funeral en la Catedral Nacional de Washington antes de un segundo servicio y su entierro en su pequeña ciudad natal en Georgia.

El primer orador fue Joshua Carter, nieto del expresidente, quien recordó cómo Carter enseñaba regularmente en la escuela dominical después de dejar la Casa Blanca.

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“Construyó viviendas para personas que necesitaban hogares”, afirmó Joshua. “Erradicó enfermedades en lugares olvidados. Promovió la paz en cualquier parte del mundo, dondequiera que viera una oportunidad. Amaba a las personas”.

Joshua resaltó que Carter explicaba su dedicación diciendo que, como cristiano y seguidor de Jesucristo, “adoraba al Príncipe de la Paz”.

Jason Carter, otro nieto, elogió a su abuelo y a su esposa Rosalynn, quien murió en 2023.

“Eran personas de pueblo pequeño que nunca olvidaron quiénes eran ni de dónde venían, sin importar lo que sucediera en sus vidas”, indicó Jason, quien preside el Centro Carter, una operación humanitaria global fundada por el expresidente poco después de dejar el cargo.

Carter murió el 29 de diciembre a la edad de 100 años, habiendo vivido tanto tiempo que dos de las elegías fueron escritas por personas que murieron antes que él: su vicepresidente Walter Mondale y su predecesor en la Casa Blanca, Gerald Ford.

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“Por el destino de una breve temporada, Jimmy Carter y yo fuimos rivales”, señala la elegía de Ford, que fue leída por su hijo Steven. “Pero durante los muchos años maravillosos que siguieron, la amistad nos unió como a ningún otro par de presidentes desde John Adams y Thomas Jefferson.”

Carter derrotó a Ford en 1976, pero los presidentes y sus esposas se hicieron amigos cercanos, y Carter elogió a Ford en su propio funeral.

Joe Biden, que fue el primer senador en activo en respaldar la campaña presidencial de Carter en 1976, pronunciará una elegía a su compañero demócrata a 11 días de dejar la presidencia. Todos los sucesores vivos de Carter asistieron al funeral en Washington.

La inusual reunión de comandantes en jefe ofreció un momento poco común de cortesía para la nación en una era hiperpartidista y fraccionada. Se reunieron en privado antes de que comenzara el servicio. Cuando Donald Trump fue a su asiento, estrechó la mano de Mike Pence en una interacción poco común con su exvicepresidente. Los dos hombres tuvieron una ruptura por la negativa de Pence a ayudar a Trump a anular su derrota electoral ante Biden hace cuatro años.

Trump estaba sentado junto al expresidente Barack Obama y se les pudo ver charlando durante varios minutos. La vicepresidenta Kamala Harris, quien perdió ante Trump en noviembre, entró después pero no interactuó con él.

Durante días, tanto en actos formales como líderes políticos y empresariales o ciudadanos de a pie han recordado a Carter por su decencia y por usar una prodigiosa ética de trabajo para hacer algo más que obtener poder político.

Los actos comenzaron el jueves por la mañana cuando miembros del servicio militar llevaron el ataúd de Carter, cubierto con la bandera nacional, por las escaleras del este del Capitolio de Estados Unidos, donde el expresidente había estado en capilla ardiente, para ser transportado a la catedral. También hubo una salva de 21 cañonazos.

En la catedral, el Coro de las Fuerzas Armadas cantó el himno “Be Still My Soul” antes que el ataúd de Carter fuera llevado al interior.

Los dolientes también escucharán a Andrew Young, de 92 años, exalcalde de Atlanta, congresista y embajador de la ONU durante el gobierno de Carter. Carter sobrevivió a gran parte de su gabinete y círculo íntimo, pero se mantuvo especialmente cercano a Young, una amistad que unió a un georgiano blanco y a un georgiano negro que crecieron en la era de la segregación de Jim Crow.

El jueves terminarán seis días de ritos nacionales que comenzaron en Plains, Georgia, donde Carter nació en 1924, vivió la mayor parte de su vida y murió después de permanecer 22 meses en cuidados paliativos. Las ceremonias continuaron en Atlanta y Washington, donde los restos de Carter, ex oficial naval, ingeniero y agricultor de maní, permanece desde el martes.

Largas filas de dolientes esperaron varias horas a pesar de las gélidas temperaturas para pasar junto a su ataúd, cubierto con la bandera nacional, en la Rotonda del Capitolio, mientras que los homenajes se centraron tanto en su trabajo humanitario después de dejar la Casa Blanca como en lo que hizo como presidente entre 1977 y 1981.

Después del servicio matutino en Washington, los restos de Carter, así como sus cuatro hijos y el resto de su familia regresarán a Georgia en un Boeing 747 que sirve como el Air Force One cuando el presidente en activo viaja a bordo.

Carter, un franco evangélico bautista que hizo campaña como cristiano renacido, será recordado por la tarde en un funeral en la Iglesia Bautista Maranatha, el pequeño edificio donde enseñó en la escuela dominical durante décadas después de dejar la presidencia. Su féretro se situará debajo de una cruz de madera que él mismo fabricó en su taller.

Tras un último recorrido por su ciudad natal, pasando por la antigua estación de tren que sirvió como sede de su campaña presidencial de 1976, será enterrado en una propiedad de la familia, en una parcela junto a la ex primera dama Rosalynn Carter, quien murió en 2023 luego de más de 77 años de matrimonio.

Carter, quien llegó a la presidencia tras prometer un buen gobierno y un diálogo honesto a un electorado desilusionado por la guerra de Vietnam y el Watergate, firmó leyes importantes y negoció un histórico acuerdo de paz entre Israel y Egipto. Pero también ocupó el cargo en un momento de repunte de la inflación y las tasas de interés, y de crisis internacionales, y sufrió una contundente derrota a manos del republicano Ronald Reagan en 1980.

Un exasesor de la Casa Blanca, Stu Eizenstat, utilizó su elegía para intentar redefinir la presidencia de Carter como más exitosa de lo que los votantes apreciaron en su momento.

Señaló que Carter desreguló las industrias de transporte de Estados Unidos, racionalizó la investigación energética y creó la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias. Enfatizó que la administración de Carter aseguró la liberación de los rehenes estadounidenses en Irán, aunque no fueron liberados hasta después de su derrota en 1980.

“Puede que no sea un candidato para el Monte Rushmore, pero pertenece a las colinas”, dijo Eizenstat.

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