Las organizaciones que integran el plan Generación Circular reclamaron al Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) que cumpla con el mandato que establece la Ley 51-2022, que prohíbe los plásticos de un solo uso en Puerto Rico.
La designada secretaria del DACO, Natalia Catoni, emitió una orden administrativa que deja sin efecto la interpretación del reglamento relacionado a la Ley de Plásticos de un Solo Uso. Catoni argumentó para su decisión que no tiene los recursos para fiscalizar a los comercios. Por lo tanto, la agencia emitió una orden que extiende hasta el 1 de julio de 2025 el periodo de no fiscalizar ni ejecutar el reglamento.
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Ingrid M. Vila Biaggi, presidenta y cofundadora de Cambio, entidad coordinadora del plan multisectorial Generación circular: Hacia una economía circular, expresó lo siguiente: “El deber principal del DACO es defender a los consumidores y esta es una ley en beneficio del consumidor. Sin embargo, las determinaciones del DACO y de la secretaria son contrarias a los intereses de los consumidores. Es importante que la nueva secretaria tome mayor conciencia de cómo los plásticos de un solo uso afectan adversamente la salud de los consumidores y del país en general, así como que conozca que ya muchos comercios y restaurantes han estado sustituyendo los plásticos que llenan los vertederos de Puerto Rico y amenazan la salud pública”.
Vila Biaggi exhortó a la secretaria a “orientarse mejor” de por qué es necesaria esta ley que, según destacó, “afecta la salud de los consumidores”.
“El DACO no tiene la facultad para aplazar la puesta en vigor de una ley. Además, el gobierno tiene una responsabilidad de proteger la salud del pueblo de Puerto Rico y evitar que los ciudadanos ingieran o se expongan a sustancias dañinas como los plásticos, que ya se ha comprobado que pueden provocar enfermedades crónicas”, planteó.
“No es solo el polímero de plástico lo que atenta contra la salud humana y el medioambiente, sino también los aditivos de los plásticos, que se utilizan para dar a los productos su durabilidad y flexibilidad. Estos aditivos químicos se han relacionado con enfermedades como el cáncer de mama y de próstata, enfermedades cardíacas y diabetes, así como con problemas con el desarrollo cerebral de los niños, la fertilidad de los adultos y efectos en el sistema endocrino”, advirtió Vila Biaggi.
Según el Estudio de Caracterización de residuos realizado por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) en 2023, los plásticos representan el 17% de los materiales que llegan a los vertederos.
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“Los plásticos de un solo uso no se reciclan. La única opción es prohibirlos y reemplazarlos por materiales reutilizables; por productos de papel, cartón o madera; o por materiales compostables y biodegradables”, sostuvo.
La ley prohíbe los plásticos de un solo uso que se suelen distribuir en diversos establecimientos, de manera que artículos de un solo uso manufacturados con plásticos como PET (o PETE), HDPE, LDPE, PS, PP y EPS quedan prohibidos. Estos artículos incluyen cubiertos, platos, sorbetos, vasos, las tapas usadas para sellar vasos o tazas de bebidas frías o calientes y los contenedores de poliestireno expandido (foam) para llevar comida.
Opositores al reglamento de la Ley 51 también han planteado que en Puerto Rico no existen composteras.
Ante ello, el licenciado Francisco V. Aquino Serrano, portavoz de Generación Circular, destacó: “La realidad es que sí hay composteras, como TAIS, Vivo Recycling, Isla Nena Composta, Puerto Rico Composta, e iniciativas a escala municipales, entre otras. La Ley 51 ayudaría a que las composteras expandan sus operaciones, lo que abre una oportunidad para desarrollo económico”.
De igual forma, indicó que se estima que a medida que haya más opciones biodegradables y compostables en el mercado, los costos de estos productos bajarán.
