Una orden ejecutiva, firmada por el presidente Donald Trump, que se encuentra en suspenso tras ser frenada en el tribunal, establece una pausa inmediata en la distribución de subvenciones, préstamos y otros programas de asistencia financiera federal, lo que podría afectar múltiples sectores en Puerto Rico.
La medida, de ser ejecutada, obliga a las agencias federales a revisar sus programas y alinearlos con las nuevas prioridades del gobierno antes de continuar con los desembolsos, lo que ha generado incertidumbre en la isla.
Carmen Mely Torres, experta en manejo de fondos federales y representante de On Point Strategy, explicó que actualmente más del 50% del presupuesto de Puerto Rico proviene de fondos federales, una proporción elevada en gran parte debido a las asignaciones extraordinarias tras el huracán María, los terremotos y otras emergencias.
“Obviamente hay una asignación de fondos adicionales para la recuperación y por eso esa cantidad de dinero está asignada a Puerto Rico”, indicó Torres.
Mientras que José Caraballo Cueto, economista, coincidió con esta evaluación y subrayó que el crecimiento económico de los últimos años ha dependido de fondos federales no recurrentes, en especial los dirigidos a la reconstrucción tras el huracán María y la pandemia.
“Si miramos el presupuesto consolidado, más de la mitad proviene de fondos federales”, afirmó. Añadió que programas esenciales como la reforma de salud y la educación pública dependen en gran parte de estas asignaciones.
Programas más afectados
Entre los programas federales más importantes para la isla se encuentran el Medicaid, Head Start y otros destinados a la educación, la salud y el empleo. Torres explicó que los fondos se dividen en recurrentes y no recurrentes: los primeros incluyen asignaciones por fórmula, como Medicaid, mientras que los segundos son fondos discrecionales sujetos a competencia o designaciones especiales.
El Programa de Asistencia Nutricional (PAN), no se verá afectado según confirmó a Metro Puerto Rico, la designada secretaria del Departamento de la Familia (DF), Susan Roig-Fuertes.
Sin embargo, la pausa afectará más a ciertas áreas específicas. Torres mencionó que las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), programas de energía renovable y proyectos ambientales ligados al Green New Deal son algunas de las más vulnerables. No obstante, aclaró que los programas esenciales como Medicaid no experimentarán interrupciones inmediatas. “Ahora mismo, no vamos a tener una pausa en los fondos del PAN o Medicaid. Sí ha habido un trastoque porque las plataformas ayer fallaron, pero los pagos se podrán reclamar”, explicó.
Caraballo Cueto añadió que cualquier reducción en estos fondos podría generar efectos adversos en la economía, con posibles repercusiones en la migración, la criminalidad y la pobreza. “Esta administración busca implantar un programa de austeridad y reducir gastos en la reconstrucción y otros fondos federales”, advirtió.
Plazos e incertidumbre
Las agencias federales tienen hasta el 10 de febrero para presentar un análisis detallado sobre qué programas se verán más afectados y qué fondos podrán reactivarse. Hasta entonces, persiste la incertidumbre sobre el impacto real de la medida.
Torres recomendó a los beneficiarios de fondos federales mantenerse en comunicación con sus agencias para evaluar el impacto en sus programas y explorar alternativas. También hizo un llamado a la calma. “Pienso que todavía es muy pronto para tomar decisiones erráticas porque no sabemos qué va a pasar. No será hasta el 10 de febrero que las entidades gubernamentales federales entreguen sus informes y luego se tomarán decisiones”, señaló.
Por su parte, Caraballo Cueto sostuvo que, ante la posibilidad de recortes o una eliminación progresiva de fondos, la única opción viable es fortalecer la economía productiva de la isla. “Hay que producir más, exportar más y sustituir importaciones”, enfatizó, advirtiendo que la carga de la deuda pública podría sentirse con mayor intensidad si los ingresos gubernamentales se reducen en un contexto de recesión.
Alternativas ante la crisis
Torres planteó que Puerto Rico necesita replantear su planificación financiera y fomentar la autosustentabilidad de los programas que dependen de fondos federales. “Estos fondos deben servir como un trampolín para que las personas se desarrollen y sean autosuficientes, no como una permanencia eterna”, expresó. También destacó la importancia de fortalecer alianzas entre el gobierno y el tercer sector, especialmente entre organizaciones sin fines de lucro, para garantizar la continuidad de los servicios esenciales.
A su vez, Caraballo Cueto insistió en que el sector privado y el gobierno deben implementar estrategias para diversificar la economía y reducir la dependencia de los fondos federales. “Si no tomamos medidas para fortalecer la producción local, cualquier reducción de fondos nos afectará con más fuerza”, advirtió.
Mientras tanto, Torres instó a los beneficiarios de fondos federales a prepararse revisando sus fuentes de financiamiento, evaluando alternativas y manteniéndose informados sobre los próximos anuncios.