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Coronel retirado de la Fuerza Aérea cuestiona porqué pilotos de helicóptero no maniobraron para evadir choque con avión comercial

Explicó que los pilotos del helicóptero tenían mayores posibilidades de evadir el choque

Accidente aéreo.
Accidente aéreo. El avión de American Airlines fue impactado por un helicóptero. (Especial)

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Un coronel retirado de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, sugirió, que debido a su experiencia el accidente ocurrido en horas de la noche del miércoles entre un avión de American Airlines y un helicóptero del ejército fue responsabilidad de los pilotos de la nave militar.

Según explicó Carlos “Pantera” Quiñones en entrevista con la emisora radial NotiUno 630, la responsabilidad de tomar acción evasiva durante el suceso era de los pilotos del helicóptero si llegaron a tener contacto visual con el avión comercial.

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“Me entero que los Blackhawks, los pilotos tenían visual contact con (el avión de) American Airlines y eso está en los takes, si eso es así, la pregunta o la gran interrogante es porqué los pilotos no tomaron acción evasiva, puedes estar seguro que eso va a ser motivo de investigación”, expresó Quiñones.

Del mismo modo, indicó que la posibilidad de evadir el accidente era mayormente posible desde el helicóptero, ya que si los pilotos del avión comercial no tienen contacto visual con la nave no podían realizar maniobras.

“Según estoy viendo desde que ellos reportan contacto visual hasta el momento del accidente, pasaron, entre veinte a treinta segundos, la contestación es sí, si tienes contacto visual se supone que la responsabilidad del que lo está captando se supone que tome acción evasiva, la responsabilidad cae en el helicóptero, American Airlines viene configurado para aterrizar, puede maniobrar pero si los pilotos de American Airlines no ven el helicóptero no pueden tomar acción evasiva, la responsabilidad es del helicóptero”, añadió.

Del mismo modo, catalogó como irresponsables las expresiones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, quien cuestionó que los pilotos no evadieran al avió.

“Tiene que esperar a que los expertos investiguen, hacer expresiones como esas son irresponsables, porque son especulativas, deja que los expertos investiguen”, expresó Quiñones.

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En sus expresiones el presidente de Estados Unidos señaló que: “El avión se encontraba en una línea de aproximación al aeropuerto perfecta y rutinaria. El helicóptero se ha dirigido directamente hacia el avión durante un período prolongado de tiempo. Era una NOCHE CLARA, las luces del avión estaban encendidas, ¿por qué el helicóptero no subió ni bajó, ni giró? ¿Por qué la torre de control no le dijo al helicóptero qué hacer en lugar de preguntar si vieron el avión? Esta es una mala situación que parece que debería haberse evitado. ¡¡¡NO ES BUENO!!!“.

Avión de pasajeros choca con helicóptero militar en aterrizaje en aeropuerto cerca de Washington

Un avión de American Airlines con 60 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo chocó el miércoles con un helicóptero del ejército durante el aterrizaje en el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, cerca de Washington, lo que provocó una gran operación de búsqueda y rescate en el cercano río Potomac.

Había varias víctimas mortales, según una persona conocedora de la situación, pero la cifra exacta no estaba clara aún y los rescatistas seguían buscando posibles sobrevivientes.

A bordo del helicóptero viajaban tres soldados, de acuerdo con un oficial del ejército.

Por el momento no se reportó la causa del choque, pero todos los despegues y aterrizajes desde el aeropuerto quedaron suspendidos mientras equipos de buzos rastreaban el lugar y helicópteros de agencias policiales de toda la región sobrevolaban la zona en una metódica búsqueda de cadáveres.

Las imágenes del río mostraban a barcos alrededor del ala parcialmente sumergida y de lo que parecían ser los restos destrozados del fuselaje del avión.

“Vamos a recuperar a nuestros conciudadanos”, dijo la alcaldesa del Distrito de Columbia, Muriel Bowser, en una sombría conferencia de prensa en el aeropuerto el jueves por la mañana. La regidora se negó a comentar cuántos cuerpos se habían recuperado.

La persona que informó a The Associated Press sobre las múltiples muertes no estaba autorizada para hablar en público sobre los detalles de la investigación y lo bajo condición de anonimato.

El senador Roger Marshall de Kansas dijo que “Cuando muere una persona es una tragedia, pero cuando mueren muchas, muchas, muchas personas es un dolor insoportable”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que había sido “informado completamente sobre este terrible accidente” y, refiriéndose a los pasajeros, agregó: “Que Dios bendiga sus almas”.

Entre los pasajeros del vuelo había un grupo de patinadores artísticos, sus entrenadores y familiares, que regresaban de un campamento luego del Campeonato Nacional de Patinaje Artístico celebrado en Wichita.

“Estamos devastados por esta tragedia indescriptible y mantenemos a las familias de las víctimas cerca en nuestros corazones”, indicó la federación estadounidense de patinaje artísitico en un comunicado.

Dos de esos entrenadores fueron identificados por el Kremlin como los patinadores artísticos rusos Evgenia Shishkova y Vadim Naumov, que ganaron el título de parejas en el Mundial de 1994 y compitieron dos veces en los Juegos Olímpicos. El Club de Patinaje de Boston los enumera como entrenadores y su hijo, Maxim Naumov, compite en la misma disciplina representando a Estados Unidos.

La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) indicó que el choque en pleno vuelo ocurrió antes de las 9 de la noche, cuando un avión que había despegado de Wichita, Kansas, se estrelló contra un helicóptero militar que realizaba un vuelo de formación, mientras se aproximaba a una pista del aeropuerto. El siniestro se produjo en uno de los espacios aéreos más controlados y vigilados del mundo, a poco más de 4,8 kilómetros (3 millas) al sur de la Casa Blanca y el Capitolio.

Los investigadores intentarán reconstruir los últimos momentos de las aeronaves antes de su colisión, incluido el contacto con los controladores de tráfico aéreo, así como la pérdida de altitud del avión comercial.

El vuelo 5342 de American Airlines se dirigía hacia el Reagan National a una altitud de aproximadamente 121 metros (400 pies) y una velocidad de unos 225 kilómetros por hora (140 millas por hora) cuando sufrió una rápida pérdida de altitud sobre el río Potomac, según datos de su transpondedor de radio. El jet bimotor Bombardier CRJ-701 fabricado en Canadá en 2004 y puede configurarse para llevar hasta 70 pasajeros.

Unos minutos antes del aterrizaje, los controladores aéreos preguntaron al vuelo de AA si podía aterrizar en la pista más corta, la 33, del Reagan National, y los pilotos aceptaron. Entonces, los controladores autorizaron el aterrizaje. Según las webs de seguimiento de vuelos, la aeronave ajustó su aproximación a la nueva pista.

Menos de 30 segundos antes del choque, un controlador de tráfico aéreo le preguntó al helicóptero si tenía a la vista al avión. El controlador hizo otra llamada por radio al helicóptero momentos después: “PAT 25 pase detrás del CRJ”. Segundos después, los dos aparatos chocaron.

El transpondedor de radio del avión dejó de transmitir a unos 730 metros (2.400 pies) antes de la pista, aproximadamente en la mitad del río.

Un video de una cámara de observación en el cercano Centro Kennedy mostró dos conjuntos de luces similares a las de aeronaves que parecían unirse en una bola de fuego.

“Conozco ese vuelo. Lo he tomado varias veces”, apuntó el senador de Kansas Jerry Moran, que señaló que muchos en Wichita podrían conocer a algún pasajero. “Esta es una situación muy personal”.

El choque se produjo en una cálida noche de invierno en Washington, con temperaturas que alcanzaron los 15,5º Celsius (60º Fahrenheit), después de una ola de intenso frío y hielo días antes. El miércoles, la temperatura del río Potomac era de 2,2º C (36º F), de acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica. El Servicio Meteorológico Nacional prevía ráfagas de viento de hasta 40 kilómetros/hora (25 millas por hora) en la zona durante la noche.

El director general de American Airlines, Robert Isom, expresó “profundo dolor” por el choque y dijo que la compañía está centrada en las necesidades de los pasajeros, la tripulación, los equipos de emergencias y las familias de los afectados.

En el lugar del siniestro había alrededor de 300 efectivos de emergencias. Se lanzaron balsas inflables de rescate al río Potomac desde un punto a lo largo de la autopista George Washington, justo al norte del aeropuerto, y los equipos de emergencias instalaron torres de luz desde la orilla para iluminar la zona próxima al lugar del impacto. Al menos media docena de embarcaciones peinaban el agua con luces.

“Es una operación altamente compleja”, indicó el jefe de los bomberos de D.C., John Donnelly. “Las condiciones allí son extremadamente difíciles para los socorristas”.

El ejército estadounidense describió el helicóptero como un UH-60 Blackhawk con base en Fort Belvoir, Virginia. El aparato realizaba un vuelo de entrenamiento. Los aviones militares suelen realizar vuelos de entrenamiento en y alrededor del congestionado y altamente restringido espacio aéreo en torno a la capital, para familiarizarse con él y dar continuidad a la planificación gubernamental.

El accidente sirve como gran prueba para dos de los nuevos directores de agencias del gobierno de Trump. Pete Hegseth, que asumió hace unos días como secretario de Defensa, publicó en redes sociales que su departamento estaba “vigilando activamente” el incidente con un helicóptero del ejército. Por su parte, el secretario de Transporte, Sean Duffy, que juró el cargo a principios de semana, dijo en una publicación en redes sociales que estaba “en la sede de la FAA y monitoreando de cerca la situación”.

El último choque fatal que involucró a una aerolínea comercial estadounidense ocurrió en 2009 cerca de Buffalo, Nueva York. Todos los pasajeros a bordo del avión de hélices Bombardier DHC-8 fallecieron, incluyendo 45 pasajeros, 2 pilotos y 2 asistentes de vuelo. Otra persona en tierra también perdió la vida, elevando el total de víctimas mortales a 50. Una investigación determinó que el capitán causó accidentalmente que el avión se detuviera mientras se aproximaba al aeropuerto en Buffalo.

El aeropuerto Reagan reabrirá a las 11 de la mañana del jueves, anunció la Administración Federal de Aviación. La agencia había anunciado antes que permanecería cerrado hasta las 5 de la mañana del viernes.

Ubicado a un costado del río Potomac, al suroeste de la ciudad, el Reagan National es una opción popular porque está mucho más cerca que el Aeropuerto Internacional Dulles, que está más en el interior de Virginia.

Dependiendo de la pista que se utilice, los vuelos hacia Reagan pueden ofrecer a los pasajeros unas vistas espectaculares de lugares emblemáticos como el monumento a Washington, el monumento a Lincoln, el National Mall y el Capitolio. Es una bienvenida digna de postal para los turistas que visitan la ciudad.

El incidente recordó al choque de un vuelo de Air Florida que se precipitó en el Potomac el 13 de enero de 1982, en el que murieron 78 personas. Ese incidente se atribuyó al mal tiempo.

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