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Empresarios ven oportunidad para la producción local a raíz de los aranceles de Trump

La isla no enfrenta aranceles en sus exportaciones hacia Estados Unidos, lo que lo posiciona como un suplidor atractivo para ese mercado.

Agencia
El presidente Donald Trump habla con la prensa a bordo del avión presidencial durante un viaje de Las Vegas a Miami, el sábado 25 de enero de 2025. (AP Foto/Mark Schiefelbein) AP (Mark Schiefelbein/AP)

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Puerto Rico podría encontrar nuevas oportunidades para fortalecer su economía tras los recientes cambios en la política arancelaria de la administración de Donald Trump, que afectan a países como China, México y Canadá. Así lo destacaron líderes empresariales de la isla, quienes coinciden en que la situación, aunque inicialmente incierta, podría abrir puertas para el crecimiento de sectores estratégicos como la manufactura y la producción local.

Luis “Luigi” Pizarro Otero, presidente de la Cámara de Comercio de Puerto Rico (CCPR), subrayó los efectos mixtos que la guerra comercial podría tener sobre la economía local. Pizarro Otero expresó que, a pesar de los riesgos inherentes a la medida, también existen oportunidades para Puerto Rico.

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“Por el ángulo positivo, ciertamente pudiera representar para Puerto Rico la posibilidad de que algunas de estas compañías puedan relocalizarse en la isla o que se viabilicen productos sustitutivos acá”, afirmó. La Cámara de Comercio, señaló, está trabajando activamente para aprovechar estas oportunidades dentro de una agenda económica que contemple la manufactura, el sector de la salud y la reforma contributiva.

Kenneth Rivera, presidente del Comité de Asuntos Contributivos de la CCPR, compartió una visión más cautelosa, advirtiendo sobre el impacto inmediato de los aranceles en los precios de productos básicos.

“El impacto que a corto plazo pudiera tener esta medida del Ejecutivo federal, sobre los 600 artículos que están relacionados con alimentos, frutas, vegetales y derivados de animales, es uno de los riesgos que estamos viendo”, explicó.

A pesar de este desafío, Rivera destacó que, a largo plazo, Puerto Rico tiene el potencial de beneficiarse de un entorno comercial renovado, particularmente en industrias como la farmacéutica, en la que la isla ya juega un papel crucial. “Puerto Rico es el mayor productor de medicamentos para la zona americana, produciendo más del doble de lo que la segunda jurisdicción produce”, puntualizó Rivera, sugiriendo que el mercado farmacéutico local podría verse aún más fortalecido con la nueva política comercial.

La situación en torno a los aranceles cobra relevancia a medida que se intensifican las tensiones comerciales entre Estados Unidos, México, Canadá y China. El sábado, Trump proclamó una emergencia económica para justificar la imposición de un arancel del 10% a todas las importaciones provenientes de China y del 25% a las importaciones de México y Canadá. Esta decisión ha desatado una serie de represalias por parte de los países afectados. China, en particular, advirtió que tomaría “las contramedidas necesarias”, mientras que Canadá y México también anunciaron medidas retaliatorias. Entre los productos clave afectados por los aranceles se encuentran los automóviles, la energía, las bebidas alcohólicas y los productos agrícolas.

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Ramón Barquín, presidente del Centro Unido de Detallistas (CUD), alertó sobre los efectos adversos que los nuevos aranceles podrían tener en varias industrias puertorriqueñas. En particular, mencionó la posible alza de precios en sectores como la construcción, la cadena alimentaria y la importación de materias primas. Sin embargo, Barquín también subrayó las oportunidades que surgen de esta crisis, afirmando que, aunque el aumento de los costos de importación podría afectar temporalmente a Puerto Rico, también podría abrir un espacio para que los productores locales suplanten parte de la demanda.

“Tenemos que ver el vaso medio lleno y reconocer las oportunidades que emergen en la crisis”, señaló.

Barquín también destacó que, debido a la situación arancelaria, Puerto Rico podría posicionarse como un suplidor competitivo para el mercado estadounidense. La isla tiene la ventaja de que sus productos no enfrentan aranceles en exportaciones hacia Estados Unidos, lo que le otorga un atractivo adicional.

“Puerto Rico debe posicionarse como un mercado donde no se imponen aranceles, con una mano de obra disponible a menor costo que en los estados”, enfatizó el presidente del CUD. A su juicio, este es el momento adecuado para promover la producción local y fomentar las exportaciones de productos puertorriqueños.

Aunque los aranceles han generado incertidumbre en la isla, especialmente en cuanto a los posibles aumentos en los precios de alimentos y bienes manufacturados, Barquín consideró que, a largo plazo, la situación debería estabilizarse. Según sus estimaciones, la inflación en Puerto Rico podría aumentar entre un 0.4% y un 0.5% debido a la guerra comercial, pero a medida que los mercados se ajusten, este efecto podría disminuir. “Esta es una medicina amarga, pero tiene un comienzo y un final. Eventualmente, la situación se estabilizará”, afirmó.

Además, Barquín instó tanto a los empresarios locales como al gobierno de Puerto Rico a fortalecer las relaciones con proveedores y comerciantes locales, a fin de mitigar el impacto de los aranceles. “Este es el momento de actuar y vender a Puerto Rico como una alternativa competitiva”, declaró. A su juicio, la isla tiene un potencial significativo para competir dentro de la economía estadounidense y debe aprovechar esta coyuntura para posicionarse como un centro clave en la producción y exportación de bienes.

Impacto de los aranceles sobre la economía en Puerto Rico

En una línea similar, el economista Juan Lara analizó los efectos de las políticas económicas actuales, en particular los aranceles y la decisión reciente de la Reserva Federal de no reducir las tasas de interés, lo cual, según indicó, tendrá repercusiones sobre la economía de Puerto Rico. Lara explicó que, al no recortar las tasas como se esperaba, la economía crecerá de manera más lenta, lo que afectará tanto la inflación como el crecimiento económico.

“En la medida que se atrasan los recortes en las tasas de interés, eso hace que la economía crezca más lentamente, lo que impacta tanto la inflación como el crecimiento económico”, explicó Lara, quien anticipó que no se esperan reducciones en las tasas de interés hasta septiembre de este año.

Respecto a los aranceles adicionales anunciados por el presidente Trump, Lara subrayó que el impacto será directo sobre los consumidores de Puerto Rico. La inflación, afirmó, reducirá el poder adquisitivo de los puertorriqueños, lo que obligará a los consumidores a realizar ajustes en sus presupuestos, afectando especialmente industrias clave como la de alimentos y bebidas. Además, podría incrementarse el costo de los automóviles debido a los aranceles aplicados a productos provenientes de México y Canadá.

El economista también advirtió sobre los posibles efectos disruptivos de los aranceles en la cadena de suministro. Aunque no se espera un cambio inmediato, la persistencia de los aranceles podría llevar a las empresas a buscar nuevos proveedores, lo que incrementaría los costos de importación y afectaría las cadenas de suministro.

Lara también hizo referencia a otro factor que podría agravar la situación económica de la isla: las políticas de deportación masiva en Estados Unidos, que podrían reducir la disponibilidad de mano de obra en Puerto Rico. “Una economía que recibe golpes desde diversas direcciones puede volverse más vulnerable”, expresó el economista, quien a su vez destacó la importancia de monitorear todos estos factores que afectan la estabilidad económica de la isla.

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