En su segundo mandato, el presidente estadounidense Donald Trump ha presentado una avalancha de cambios de políticas y pronunciamientos que han sacudido a Washington y al mundo.
Ese programa de trabajo se basa en gran medida en sus propuestas de campaña derivadas de la “Agenda 47″, el Proyecto 2025 de la Heritage Foundation, que establece una visión conservadora para el gobierno y la sociedad estadounidenses, e “influencers” de extrema derecha que tienen peso en la Casa Blanca del republicano. No obstante, el presidente y esos grupos mencionaron muchos más temas en la campaña electoral, pero que todavía no intentan llevar a cabo.
Este es un vistazo a algunas propuestas importantes que aún están pendientes:
Cerrar el Departamento de Educación
La derecha ha tenido en la mira desde hace mucho tiempo al Departamento de Educación, que se convirtió en una agencia del gabinete en 1980, en el mandato del presidente Jimmy Carter. Los asesores de Trump han preparado una orden ejecutiva que impondría límites al departamento, si no es que efectivamente lo cerraría.
“Quiero que Linda (trabaje para que) se quede sin empleo”, dijo Trump sobre su nominada al puesto de secretaria de Educación, Linda McMahon, quien espera la confirmación del Senado.
No obstante, el momento todavía es incierto mientras la Casa Blanca lidia con la manera de desmantelar una agencia que fue establecida por ley e implica miles de millones de dólares en gastos aprobados por el Congreso, incluidos los fondos del Título I para las escuelas de bajos ingresos y los préstamos para los estudiantes universitarios.
Endurecer las restricciones a las píldoras abortivas y otras acciones
Trump eludió y ocultó el tema del aborto durante su campaña. Se jactó de que sus nominados a la Corte Suprema ayudaron a revocar el precedente establecido por el fallo en el caso de Roe vs. Wade y transfirieron el control de las restricciones al aborto a los gobiernos estatales, pero puntualizó que no firmaría una prohibición nacional. Luego, cambió de rumbo y dijo que prohibiría el aborto en etapas posteriores del embarazo, aunque no especificó a qué tiempo se refería.
El Proyecto 2025 propone una serie de ideas, la mayoría de las cuales quedarían bajo la jurisdicción de Robert F. Kennedy Jr. si el Senado lo confirma como secretario de Salud y Servicios Humanos:
— Busca restricciones más severas a las píldoras abortivas, cuya demanda aumentó tras la elección de Trump. En el documento se indica que el gobierno debería revocar la capacidad de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) de aprobar medicamentos que inducen el aborto. En caso de que los medicamentos sigan en el mercado, en el documento se exhorta a Trump a “reinstaurar los protocolos de seguridad que existían antes para Mifeprex y que fueron eliminados en su mayoría en 2016, y aplicar estos protocolos a cualquier versión genérica de mifepristona”. Específicamente, el Proyecto 2025 exige “como mínimo” establecer el día 49 de gestación como fecha máxima para administrar los medicamentos (actualmente son 70 días), exigir que se administren en persona y que quienes los prescriban reporten “todos los eventos adversos graves, no solo las muertes”. Durante sus audiencias de confirmación el mes pasado, Kennedy dijo que Trump le pidió que estudie la mifepristona, un medicamento utilizado para interrumpir el embarazo y ayudar a las mujeres a realizar abortos espontáneos.
— Si esas vías no son suficientes para limitar los abortos con medicamentos, propone invocar la Ley Comstock —una ley antiobscenidad de 1873— como justificación para bloquear el envío por correo de cualquier material relacionado con el aborto. En una entrevista con la revista Time el 12 de abril de 2024, cuando le preguntaron su opinión sobre la Ley Comstock y el envío de píldoras abortivas por correo, Trump prometió hacer una declaración sobre el tema en los siguientes 14 días, y dijo: “Tengo una opinión muy firme al respecto. De hecho, creo que es un tema muy importante”. Nunca hizo esa declaración.
— El Proyecto 2025 también pide codificar en la ley las enmiendas Hyde y Weldon, que son medidas presupuestarias utilizadas para limitar el uso de fondos federales en servicios relacionados con el aborto. Dave Weldon, el exlegislador republicano que respaldó la enmienda Weldon, fue nominado para dirigir los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
— También exige una guía federal donde se declare que la atención de emergencia en casos de aborto, por ejemplo, por complicaciones que podrían producir sepsis, no sea requerida según la ley de 1986, firmada por el presidente republicano Ronald Reagan, que, en términos generales, exige que los departamentos de emergencia de los hospitales cumplan con un cierto estándar de atención para todos los pacientes. Se esperaba que Trump eliminara las directrices del gobierno de Joe Biden que exigían que las salas de urgencias realizaran un aborto si era necesario para estabilizar la salud o salvar la vida de una mujer.
Nacionalizar la elección de escuela y desmantelar la titularidad de los docentes
Por un lado, la plataforma republicana de 2024 ofreció “devolver la educación a los estados”. Pero el documento, impulsado por las declaraciones de Trump, también promete “la elección universal de escuela”, lo que significa utilizar el poder del gobierno federal para implementar subsidios para matricularse en escuelas privadas y “acabar con la titularidad de por vida de los docentes”, protecciones laborales que normalmente se definen en el nivel estatal. Además, Trump declaró que los padres de niños en edad escolar deberían poder contratar y despedir a los directores de las escuelas, decisiones que normalmente toman a nivel local los superintendentes y las juntas escolares.
Trump no detalló cómo lograría esa uniformidad nacional en las escuelas primarias y secundarias, pero, en general, sus ideas educativas condicionarían los fondos federales, y las primeras semanas de su gobierno sugieren que la Casa Blanca cree que puede usar su poder ejecutivo para hacerlo en lugar de pasar por el Congreso.
Apuntar a las universidades
En la Agenda 47 y en sus mítines cuando fue candidato, Trump describió a las universidades estadounidenses como paraísos para “maniáticos y lunáticos marxistas”. Trump propuso la toma del proceso de acreditación independiente para las instituciones de educación superior, y lo llamó su “arma secreta” para transformar el sistema. Puso en su mira los donativos para la educación superior, y prometió recaudar “miles y miles de millones de dólares” de las escuelas al “gravar, multar y demandar a las donaciones universitarias privadas excesivamente cuantiosas” de las escuelas que no cumplan con sus edictos, como sus medidas contra las iniciativas en favor de la diversidad.
Trump no mencionó el nombre de ninguna escuela en la Agenda 47, pero muchas universidades privadas de prestigio tienen fondos de donativos que superan los 10.000 millones de dólares, y las instituciones más antiguas —Harvard y Yale— que forman parte de las ocho universidades prestigiosas de Estados Unidos conocidas como la “Ivy League”, los cuentan en decenas de miles de millones. Por supuesto, tratar de apropiarse de los fondos de donaciones privados daría lugar a demandas judiciales, ya que son fondos de los donantes protegidos legalmente.
La Agenda 47 exige redirigir el dinero de los fondos de donaciones captados a una “Academia Estadounidense” en línea que ofrezca acreditaciones universitarias a todos los estadounidenses sin cobrar matrícula.
“Será estrictamente apolítica y no se permitirán el “wokeness” ni el yihadismo. Nada de eso se permitirá”, dijo Trump el 1 de noviembre de 2023. “Wokeness” es un término despectivo usado por los conservadores para referirse a personas de ideología progresista con conciencia social.
Más aranceles y recortes de impuestos
Trump ya impuso aranceles a China, que respondió con sus propios gravámenes. Pero puso en pausa los impuestos fronterizos sobre los productos de México y Canadá. Más allá de esa incursión inicial en el proteccionismo ofrecido por el presidente, Trump prometió durante su campaña que impulsaría la “Ley de Comercio Recíproco de Trump” en el Congreso para revertir los déficits comerciales de Estados Unidos y estimular la producción interna. También pidió “aranceles base”, sin aclarar si se refería a una medida ejecutiva o a una legislación.
Más recientemente, Trump elogió la era de finales del siglo XIX y principios del XX en la que el gobierno federal dependía en gran medida de los ingresos arancelarios, antes de que comenzara la era del impuesto sobre la renta con la ratificación de la 16ta Enmienda en 1913. Sin embargo, esa era también es anterior a la Seguridad Social, Medicare, Medicaid y al Pentágono, responsable del ejército más caro del mundo. (Trump ha prometido explícitamente proteger todos esos rubros de gran presupuesto, excepto Medicaid).
Dejando de lado sus comentarios sobre ingresos arancelarios, el presidente prometió retomar las políticas de la reforma radical de los republicanos de 2017. Ese paquete llegó a casi todos los hogares estadounidenses, pero concentró los beneficios en las corporaciones y los contribuyentes individuales más ricos. Trump agregó a sus promesas de campaña de 2024 eximir de los impuestos sobre la renta las propinas, los beneficios de la Seguridad Social y el pago de horas extra.
El Congreso aún contempla los cambios impositivos.
Revertir las leyes laborales federales
A pesar de la promesa de Trump sobre los salarios de horas extra, los conservadores tienen otras ideas que reducirían las instancias en las que los trabajadores estadounidenses reciben un pago por ese concepto.
El Proyecto 2025 pide rescindir las reglas del gobierno de Biden que buscaron ampliar los criterios para recibir un pago 50% más alto por cada hora extra para unos 4 millones de trabajadores. Según el documento, también se reducirían las reglas de la era de Biden que facilitan que los trabajadores de la economía informal —los conductores que transportan pasajeros en su propio auto en trayectos solicitados en una app, por ejemplo— obtengan prestaciones como empleados de tiempo completo en lugar de ser trabajadores independientes con menos protecciones según la ley laboral, incluido el umbral estándar de 40 horas semanales que activa el pago de horas extra.
En términos más generales, el Proyecto 2025 llama a debilitar la Ley de Normas Justas de Trabajo y la Ley Nacional de Relaciones Laborales, que son leyes fundamentales establecidas en la presidencia de Franklin Roosevelt. Los autores quieren que el Congreso “autorice la negociación colectiva para tratar automáticamente las leyes y regulaciones laborales nacionales como negociables” y permita exenciones a estados y gobiernos locales “para alentar los esfuerzos de experimentación y reforma”.
Al proponer reglas de seguridad más flexibles, el Proyecto 2025 facilitaría que los adolescentes trabajen en empleos peligrosos y dificultaría que la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) investigue las condiciones e imponga sanciones a las empresas del sector privado.
Mientras tanto, la candidata de Trump para convertirse en secretaria de Trabajo es aliada de los sindicatos. La representante Lori Chavez-DeRemer, republicana por Oregon, copatrocinó la llamada “Ley PRO”, una propuesta respaldada por los sindicatos que facilitaría que los trabajadores se sindicalicen. No obstante, Trump no ha dado señales de que apoyará la ley y los líderes republicanos en la Cámara de Representantes y el Senado —controlados por el Partido Republicano— se oponen a la medida.
Poner fin a las guerras en Ucrania e Israel
Hipérbole o no, Trump insistió repetidamente en su campaña que resolvería rápidamente la guerra en Ucrania provocada por la invasión de Rusia a ese país, y la guerra entre Israel y Hamás causada por la matanza de civiles israelíes por parte del grupo armado el 7 de octubre de 2023.
El gobierno de Biden, con la participación del equipo de transición de Trump, negoció un alto al fuego entre Israel y Hamás. Pero no existe un acuerdo de paz permanente, y Trump ha complicado las cosas con sus cavilaciones sobre una toma de control del territorio de Gaza por parte de Estados Unidos.
En cuanto a Ucrania, Trump también dijo: “Pediré a Europa que nos reembolse el costo de reconstruir las reservas enviadas a Ucrania”.
Recientemente sugirió que Ucrania debería reembolsar a Estados Unidos con el acceso a sus minerales de tierras raras como parte de un acuerdo para continuar el apoyo militar contra la invasión rusa.