Egid Roj, un periodista de Afrin, falleció luego de un ataque de un tron turno en el norte de Siria.
Roj se dedicaba a documentar los abusos contra los derechos humanos en el norte y este de Siria, especialmente los cometidos por milicias apoyadas por Turquía. Hace poco, había llegado hasta Tishrin, donde las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y los grupos proturcos se enfrentaban en fuertes combates por el control de esta zona estratégica.
Desde diciembre, al menos tres periodistas han muerto en ataques con drones de Turquía en el noreste de Siria, según la agencia de noticias ANF. Entre ellos están Nazim Dastan y Cihan Bilgin, quienes fallecieron el 19 de diciembre cerca del río Éufrates. Dastan trabajaba para ANF, mientras que Bilgin era corresponsal de otra agencia.
ANF también reportó la muerte de otro periodista que perdió la vida a finales de enero en un ataque similar en el Kurdistán iraquí.
Las FDS condenaron el asesinato de Roj y denunciaron que estos ataques son parte de la estrategia de Turquía y sus aliados para mantener el control de la región. Además, destacaron la resistencia que han mantenido durante los últimos dos meses para defender la presa de Tishrin.
Según las FDS, Turquía ataca a los periodistas con la intención de silenciar lo que está ocurriendo en la zona. También han insistido en la necesidad de detener todas las operaciones militares para dar paso a un diálogo pacífico en Siria tras la caída del régimen de Bashar al Assad. Sin embargo, Turquía ha rechazado cualquier negociación con las Unidades de Protección Popular (YPG), la principal milicia kurda, a la que considera un grupo terrorista por su relación con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Actualmente, Turquía tiene una fuerte presencia en Siria tras la caída del régimen de Al Assad, un conflicto en el que yihadistas y rebeldes liderados por Hayat Tahrir al Sham (HTS) han jugado un papel clave. A lo largo de los años, el gobierno turco ha lanzado varias operaciones militares contra las YPG en territorio sirio y ha criticado el respaldo de Estados Unidos a las FDS, que fueron fundamentales en la lucha contra el Estado Islámico hasta la derrota de su califato en 2019.