El Centro Comprensivo de Cáncer (CCC) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) inauguró el primer centro de investigación especializado en cambio climático, junto al Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la UPR y la Universidad de las Islas Vírgenes, para estudiar cómo estresores ambientales inciden en pacientes de cáncer y exacerban sus condiciones de salud o factores de riesgo.
Financiado por el Instituto Nacional de Salud (NIH, en inglés) con más de $3 millones por los próximos tres años, el proyecto Caribbean Climate Change Adaptation, Cancer, and Health Disparities Research Center (Carib-Cares) estudiará también posibles enlaces entre elevado riesgo de cáncer y poblaciones vulnerables a efectos ambientales.
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Según la investigadora líder y una de las directoras de Carib-Cares, la doctora Ana Patricia Ortiz, luego del paso de los huracanes Irma y María, en 2017, hicieron varios proyectos en los que pacientes de cáncer reportaron interrupciones de servicios de salud, tanto de tratamiento como de prevención, y mayor exposición a mosquitos, roedores, inundaciones y calor por acondicionadores de aire encendidos con plantas eléctricas.
“Todos esos esfuerzos de investigación previos nos dieron las herramientas para justificar la importancia de desarrollar un centro de investigación que busca que entendamos mejor cuál es el impacto de todos estos diferentes estresores relacionados al cambio climático que las personas pueden vivir, el impacto que tienen, no solo en pacientes de cáncer sino en la prevención de cáncer”, manifestó la doctora Ortiz en rueda de prensa.
Destacó que el desarrollo del tema de investigación se hará en conjunto con comunidades para que el proyecto se “nutra” de sus experiencias, basado en sus necesidades, y también instruirlas para responder mejor en situaciones de emergencia.
Uno de los investigadores principales, el doctor Pablo Méndez Lázaro, del RCM, aclaró que, antes de proponer soluciones, primero se documenta el suceso para procesarlo y entenderlo.
“Lo que no se documenta no ocurrió”, expuso.
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“[Carib-Cares] es una manera organizada de documentar cómo los eventos extremos afectan a estas personas o este sector de la población. Va a ser extremadamente complejo, y esperamos sentar las bases de investigación y unos principales análisis preliminares que nos den suficiente evidencia para continuar trabajando en mejores estrategias de mitigación y adaptación”, añadió el catedrático, quien enfatizó que los índices de calor más altos se alcanzaron en estos últimos años.
El proyecto de investigación, que inició el 20 de septiembre, en el séptimo aniversario del paso del huracán María, empleará un acercamiento multimétodo que incluye un estudio epidemiológico, uno transversal y otro cualitativo para analizar efectos en riesgo de cáncer y en calidad de vida para determinar las necesidades de los pacientes y residentes de zonas vulnerables.
La doctora Nancy Cardona Cordero, investigadora auxiliar de Carib-Cares, explicó que se dividirá por fases, en las que la primera consiste en la reclutación de sobrevivientes de cáncer de todo Puerto Rico e Islas Vírgenes para “entender actitudes y percepción hacia cambio climático”. Mientras, en la segunda, se compararán los hallazgos con las personas que viven en sectores susceptibles al cambio climático, como comunidades con instalaciones que emiten sustancias tóxicas cercanas.
La doctora Noreen Michael, de la Universidad de las Islas Vírgenes, planteó que un “gran número” de personas del territorio que son diagnosticadas con cáncer vienen a Puerto Rico para recibir tratamiento. En ambos territorios, el cáncer es la segunda causa principal de mortalidad.
“Estamos viendo índices de calor que nunca antes habíamos tenido. En los últimos años, hemos estado recibiendo notificaciones sobre índices de calor y sabemos que el cambio climático y lo que está sucediendo es algo de lo que debemos estar conscientes. También hemos visto en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos un aumento en los diagnósticos de cáncer, algunos entre mujeres jóvenes a las que se les diagnostica cáncer de mama”, presentó la doctora en inglés.
Méndez Lázaro, quien también es catedrático asociado en el Departamento de Salud Ambiental del RCM, declaró que el propósito de Carib-Cares no es contestar si el cambio climático aumenta la incidencia de cáncer, sino cómo exacerba las condiciones existentes, que son resultado de decisiones “político administrativas” tomadas hace décadas, refiriéndose, por ejemplo, a instalaciones manufactureras que emiten contaminantes al ambiente.
Joaquín A. Rosado Lebrón cubre salud para Metro Puerto Rico a través del programa Report for America.