El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, advirtió este lunes sobre las tácticas de “guerra blanda” empleadas por los “enemigos” del país con el fin de crear divisiones en la sociedad iraní, después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometiera a su llegada a la Casa Blanca reimponer la política de “máxima presión” contra Teherán.
Jamenei aclaró que “el concepto de ‘amenazas de guerra blanda’ se refiere a la manipulación de la opinión pública, la instigación de divisiones y el cultivo de dudas sobre los fundamentos de la Revolución Islámica y la importancia de permanecer firmes contra los enemigos’”, según reza un comunicado publicado por su oficina.
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Los adversarios han llegado a la conclusión de que la mejor manera de derrocar a la nación iraní y hacer retroceder a la República Islámica de sus posiciones de poder es recurriendo a amenazas de guerra blanda. Sin embargo, “estos esfuerzos no han tenido éxito hasta ahora y, a pesar de sus tentaciones, no han logrado disuadir a la nación y a la juventud iraníes de su determinación y progreso”, añade el comunicado.
En referencia a la propuesta de Trump sobre “tomar el control” de la Franja de Gaza y desplazar a los palestinos durante su reconstrucción, ha calificado la “retórica intimidatoria de las autoridades estadounidenses y sus exigencias de ocupación o anexión de partes de ciertos países como una manifestación de la naturaleza aborrecible, violenta, saqueadora y dominante de los imperialistas y de la compleja red del sionismo”.
Mientras, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que Israel había asestado un “poderoso golpe al eje terrorista de Irán”, como denomina a las milicias proiraníes, entre las que se encuentran el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza, el partido-milicia chií libanés Hezbolá o los rebeldes yemeníes hutíes, entre otros. También prometió “terminar el trabajo” contra Irán con el apoyo de Estados Unidos.