NUEVA YORK (AP) — Después de años de ser uno de los hombres más buscados por las autoridades de Estados Unidos, el narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero fue llevado el viernes a un tribunal de Nueva York para responder a diversos cargos, entre ellos orquestar el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985.
Caro Quintero se declaró inocente de dirigir una empresa criminal que aún está en funcionamiento. Por separado, Vicente Carrillo Fuentes, líder de otro cártel, también se declaró inocente. Está acusado de organizar secuestros y asesinatos en México, pero no se le imputa la muerte de Camarena.
Caro Quintero, Carrillo Fuentes y otros 27 prisioneros mexicanos fueron enviados el jueves a ocho ciudades de Estados Unidos, en un intento de México por evitar que el gobierno del presidente Donald Trump cumpla su amenaza de imponer aranceles del 25% a todas las importaciones mexicanas la próxima semana.
Para la familia de Camarena, las comparecencias marcaron un momento muy esperado.
“Durante 14.631 días nos aferramos a la esperanza, la esperanza de que este momento llegara. La esperanza de que viviríamos para ver que se haga justicia. Y ahora, esa esperanza finalmente se ha convertido en realidad”, declaró la familia en un comunicado, agradeciéndole a Trump y a todos los que han trabajado en el caso a lo largo de los años.
En un comunicado el viernes antes de las comparecencias, la Casa Blanca manifestó que Caro Quintero es “uno de los capos de cárteles más malvados del mundo”.
A cambio de retrasar los aranceles, Trump había insistido en que México tomara medidas enérgicas contra los cárteles, la inmigración ilegal y la producción de fentanilo.
Pero los miembros del Gabinete de Seguridad de mexicano enmarcaron el traslado de los 29 prisioneros como una decisión de seguridad nacional.
“No es un compromiso con los Estados Unidos, es un compromiso con nosotros mismos”, indicó el fiscal general mexicano Alejandro Gertz Manero. “Es decir, el problema del narcotráfico y de la delincuencia organizada ha sido una verdadera tragedia para nuestro país”.
El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, indicó que las personas enviadas a la custodia de Estados Unidos eran “generadores de violencia” en México y representaban una amenaza a la seguridad de ambos países.
Desde hace tiempo Washington deseaba obtener la extradición de Caro Quintero.
Fue uno de los fundadores del Cártel de Guadalajara y uno de los principales proveedores de heroína, cocaína y marihuana a Estados Unidos a finales de la década de 1970 y en la de 1980.
Caro Quintero hizo secuestrar, torturar y asesinar a Camarena en 1985 porque culpaba al agente de una redada en una enorme plantación de marihuana el año anterior, dijeron las autoridades. El asesinato de Camarena marcó un punto bajo en las relaciones entre Estados Unidos y México, y fue dramatizado en la popular serie de Netflix “Narcos: México”.
Caro Quintero había cumplido 28 años de una sentencia de 40 años en México cuando un tribunal de apelaciones anuló su veredicto en 2013.
Después de su liberación, regresó al narcotráfico y desató sangrientas batallas territoriales en el estado fronterizo de Sonora, hasta que fuerzas mexicanas lo arrestaron en 2022, según las autoridades.
En 2018, Caro Quintero declaró al periódico español El País que “yo no he vuelto a las drogas, ni voy a volver nunca”.
“Eso que están diciendo, ¡miente quien lo diga! ¡Está mintiendo!”, manifestó, según el diario. “¡No estoy trabajando, que quede bien claro! Fui narcotraficante hace 23 años, ya no lo soy y no lo voy a ser tampoco”.
Estados Unidos, que en 2018 añadió a Caro Quintero a la lista de los 10 más buscados del FBI con una recompensa de 20 millones de dólares, solicitó su extradición inmediatamente después de su arresto en 2022. Esto ocurrió días después de que los presidentes de México y Estados Unidos en ese momento, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, respectivamente, se reunieran en la Casa Blanca.
Pero la solicitud permaneció en el limbo mientras López Obrador restringía severamente la cooperación de su país con Washington para protestar por las operaciones policiales estadounidenses encubiertas contra funcionarios políticos y militares mexicanos.
Luego, en enero, un grupo sin fines de lucro que representa a la familia Camarena envió una carta al nuevo gobierno de Trump para pedirle que insistiera en la solicitud de extradición.
Carrillo Fuentes es el hermano del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes, conocido como “El Señor de los Cielos”, quien murió en una cirugía plástica fallida en 1997. Carrillo Fuentes, conocido como “El Virrey”, continuó el negocio de su hermano de contrabando de drogas a través de la frontera hasta su arresto en 2014.
En 2021 fue sentenciado a 28 años de prisión por crimen organizado, lavado de dinero y posesión de armas.
Entre los otros extraditados se encuentran miembros destacados de grupos mexicanos del crimen organizado a los que el gobierno de Trump ha designado recientemente “organizaciones terroristas extranjeras”.
Entre ellos hay líderes de cárteles, jefes de seguridad de ambas facciones del cártel de Sinaloa, operativos financieros de cárteles y un hombre buscado en relación con el asesinato de un policía de Carolina del Norte en 2022.