La mujer moderna enfrenta una constante presión social que exige que cumpla con múltiples roles, tanto en el ámbito laboral como familiar. Esta sobrecarga de responsabilidades, que abarca desde el trabajo fuera de casa hasta el cuidado de los hijos, el hogar e incluso de los padres, representa un desafío significativo para la salud mental de las mujeres. La doctora Suilariam Cepeda, psicóloga clínica, explicó cómo estos estresores impactan el bienestar emocional de las mujeres y las formas en que pueden identificar y manejar estos desafíos.
Según Cepeda, uno de los principales estresores en la vida de las mujeres es la responsabilidad de ser cuidadora primaria. “Ser cuidadora primaria, ya sea de un padre o de un familiar. Los hijos también son uno de los estresores más grandes”, señaló la experta.
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Esta carga no solo abarca las tareas relacionadas con la crianza y el cuidado de los niños, sino también la responsabilidad de gestionar el hogar, mantener un empleo a tiempo completo y, a menudo, asumir el cuidado de otros miembros de la familia.
La psicóloga clínica señaló que la sobrecarga de responsabilidades familiares, unida a las exigencias laborales, crea una acumulación de trabajo no remunerado que puede resultar en un estrés significativo. La mujer, como cuidadora primaria, enfrenta además la presión social que espera que cumpla con todos estos roles sin apoyo suficiente, lo que aumenta su vulnerabilidad.
La violencia de género sigue siendo una realidad alarmante en el archipiélago. En el 2024, se registraron un total de 81 feminicidios, de los cuales 24 fueron feminicidios íntimos. En lo que va del año 2025, tres mujeres han sido asesinadas por sus parejas y según el Observatorio de Equidad de Género, han ocurrido 13 intentos de feminicidios. Esta realidad contribuye al estrés emocional de las víctimas y de quienes temen serlo.
Estrés en la era digital
El entorno digital también se presenta como una fuente de presión. Según datos del informe Digital 2024 Global Overview de We Are Social y Hootsuite 2024, el 52.2 % de los usuarios de redes sociales en Puerto Rico son mujeres. La constante exposición a las demandas de mantenerse al día con las tendencias y expectativas en plataformas digitales puede aumentar la sensación de agotamiento y estrés.
Estatus socioeconómico
Además, el contexto económico de muchas familias agrega una capa adicional de presión. El manejo de los gastos del hogar y los pagos de servicios esenciales son factores estresantes que influyen directamente en la salud mental de la mujer. “El estatus socioeconómico de una mujer puede aumentar significativamente su nivel de estrés. El sistema económico actual pone mucha presión sobre las mujeres para que gestionen todo, desde la casa hasta las finanzas”, puntualizó la experta.
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Cuando una mujer intenta cumplir con todas estas responsabilidades, puede llegar a experimentar agotamiento extremo.
“El burnout lleva a problemas para dormir, dificultades para concentrarse, bajo rendimiento en el trabajo y problemas en la interacción familiar. Las mujeres empiezan a experimentar síntomas de ansiedad y depresión”, dijo y a su vez añadió que esta acumulación de estrés puede afectar todos los aspectos de la vida de una mujer, incluidas sus relaciones personales y su bienestar físico.
Disparidad de género
Un tema recurrente en las conversaciones sobre la salud mental de las mujeres es la diferencia en la presión que enfrentan las mujeres en comparación con los hombres al tratar de equilibrar la vida personal y profesional. Según Cepeda, las mujeres suelen ser las principales responsables de las tareas del hogar, incluso cuando tienen un empleo a tiempo completo.
“En muchos ámbitos profesionales, dominados por hombres, se espera que la mujer cumpla con todos los roles, tanto dentro como fuera de la casa. Esto crea una dualidad y, a veces, una triada de responsabilidades que resulta abrumadora”, destacó.
En el ámbito educativo, las mujeres en Puerto Rico representaban la mayoría en las instituciones de educación superior, según datos oficiales.
A pesar de los logros educativos, las féminas enfrentan desafíos. Aunque su participación laboral ha aumentado, la brecha salarial entre géneros persiste. Según informes del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos de Puerto Rico, en 2023, las mujeres ganaban 83 centavos por cada dólar devengado por los hombres, lo que representa una disminución desde 2019 cuando ganaban 92 centavos por cada dólar masculino.
Además, el salario promedio en 2023 fue de $19,456 para las mujeres y $23,537 para los hombres, una diferencia de aproximadamente $4,000 al año. La mediana salarial también refleja esta disparidad, siendo de $12,716 para las mujeres y $15,577 para los hombres en 2023, una diferencia de $2,861.
Síntomas del estrés
El estrés constante puede manifestarse de diversas formas físicas y emocionales. La doctora Cepeda explicó que los efectos del estrés pueden afectar la salud a largo plazo.
“El estrés crónico puede generar problemas cardiovasculares, alteraciones en los niveles de azúcar y un debilitamiento del sistema inmunológico. A medida que el cuerpo responde a estos factores, comienzan a aparecer dolores de cabeza, dolores de cuello, problemas estomacales y palpitaciones”, señaló.
Estos síntomas físicos no solo son indicadores de estrés, sino que también reflejan el agotamiento emocional que experimenta la mujer al intentar manejar tantas responsabilidades sin el apoyo adecuado.
Uno de los mayores retos para muchas mujeres es reconocer cuándo el estrés deja de ser manejable y se convierte en un problema que requiere intervención profesional. Cepeda advirtió que, cuando el estrés interfiere con las funciones diarias de una persona, es hora de buscar ayuda.
“Si una mujer empieza a perder funcionalidad, como ausentarse del trabajo, experimentar dificultades para concentrarse u olvidar tareas importantes, es hora de que evalúe su situación. El estrés está afectando su salud mental y física, y no debe ignorarlo”, indicó.
El autocuidado y el establecimiento de límites saludables son esenciales para evitar que el estrés llegue a niveles perjudiciales. La psicóloga clínica sugirió que las mujeres deben aprender a decir “no” sin sentirse culpables.
“Establecer límites saludables está directamente relacionado con tener una autoestima saludable. Si una mujer no es capaz de decir ‘’no, entonces su bienestar emocional y físico se verá comprometido”, aseguró. Este proceso implica reconocer que no se puede hacer todo, y es necesario delegar responsabilidades y aceptar ayuda.
Cómo manejar el estrés
- Límites saludables: Aprender a decir “no” cuando las responsabilidades sobrepasan la capacidad personal.
- Delegar responsabilidades: Reconocer que no se puede hacer todo y pedir ayuda cuando sea necesario.
- Identificar los factores estresantes: Tomarse el tiempo para reconocer qué está causando el estrés y enfocarse en estos aspectos.
- Relajación: Usar métodos como mindfulness, respiración profunda o meditación para reducir los niveles de estrés.
- Ejercicios: La actividad física ayuda a reducir el estrés y mejora el bienestar emocional, al liberar endorfinas.
- Sueño: Dormir las horas suficientes para restaurar la energía física y mental.
- Lista de tareas: Organizarse con una lista de prioridades para no sentirse abrumado por las múltiples responsabilidades.
- Tiempo propio: Hacer pausas durante el día para descansar, disfrutar de una afición o simplemente desconectar.
- Red: Hablar con familiares, amigos o colegas para compartir preocupaciones y aliviar la carga emocional.