La Asociación de Constructores de Puerto Rico (ACPR) manifestó su preocupación por el impacto que podría tener el nuevo aumento en los aranceles al acero y aluminio decidido por el presidente Donald Trump, y que entra en vigor hoy, en el sector de la construcción.
El presidente de la ACPR, Agustín Rojo destacó que el alza de los aranceles es un tema que la asociación está observando con mucha atención, ya que podría representar un aumento significativo en los costos de construcción. Sin embargo, señaló que aún hay incertidumbre sobre la implementación final de la medida.
“El tema de los aranceles nosotros lo estamos mirando muy de cerca y si bien es preocupante que pueda haber una alza en los materiales, en el costo de los materiales de construcción, creo que también tenemos que darle un poquito de espacio a ver cuáles son las decisiones finales porque ya hemos visto que en varias ocasiones ha habido una alerta y sin embargo la decisión final del gobierno federal ha sido o pausar o no implementar el arancel anunciado”, indicó.
Rojo sugirió que la administración estadounidense podría estar utilizando los aranceles como una estrategia de negociación, lo que dejaría abierta la posibilidad de que no se implementen de manera permanente o que eventualmente se flexibilicen. Aún así, reconoció que en un escenario donde los costos de los materiales suban, será necesario buscar soluciones locales para mitigar su impacto.
“Nos obliga a mirar aquí internamente, localmente, qué podemos hacer para mitigar esos costos de construcción y estamos muy satisfechos que hoy la gobernadora mencionó algunas de esas áreas donde podemos mitigar los costos de construcción localmente, como por ejemplo el impuesto al inventario, que es una prioridad de la administración”, explicó.
El presidente de la ACPR también mencionó que, aunque la medida puede tener un efecto inflacionario en los costos de materiales, podría abrir nuevas oportunidades para el desarrollo industrial en Puerto Rico. Explicó que la estrategia del gobierno de Estados Unidos busca incentivar la producción local de acero y aluminio, y que la isla podría beneficiarse de ello.
“En Puerto Rico podemos participar de esa producción localmente, abriendo fábricas o restableciendo fábricas que ya estaban establecidas, y ahí sí se abre una oportunidad de negocio muy grande y de inversión económica en Puerto Rico”, aseguró.
Por su parte, la expresidenta de la ACPR, Vanessa DiMari, recalcó que la industria ya ha enfrentado desafíos similares en el pasado y que la clave está en la capacidad de adaptación del sector.
“No es la primera vez que nos pasa, no es la primera vez que hemos tenido que atender con una fluctuación en los precios de construcción, que nos pasó mucho durante el COVID. Así que, como muy bien hemos hablado y muy bien oímos hoy a la gobernadora, lo estamos atendiendo y lo estamos bien pendiente de lo que vaya a pasar”, expresó.
DiMari coincidió con Rojo en que, si los aranceles terminan impactando los costos de los materiales, se deberán tomar medidas para reducir otros costos dentro de la isla. Enfatizó que es posible mitigar parte del impacto si se revisan ciertos costos gubernamentales que afectan directamente a la industria de la construcción.
“Porque si logran que los aranceles caigan en pie, pues vamos a tener que atenderlos aquí en Puerto Rico localmente, tratando de mitigar esos costos que sí podemos mitigar, como son costos gubernamentales locales, que hemos discutido mucho tiempo, que se pueden controlar y podemos entonces mitigar ese costo”, señaló.
