En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Cámara de Representantes reconoció este jueves a 53 mujeres trabajadoras distinguidas por sus valiosas contribuciones en la sociedad puertorriqueña.
Ante un público abundante, el cuerpo legislativo distinguió a doctoras, líderes religiosas, representantes en concursos de belleza, defensoras de la lucha contra la violencia de género, entre otras áreas.
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La vicepresidenta de la Cámara, Yashira Rodríguez Lebrón, expresó: “Hemos dado a la tarea de rendir un merecido homenaje a unas excepcionales mujeres que han impactado nuestras comunidades con dedicación y sacrificio, cambiando la vida de tantas personas y estableciendo la pauta para el desarrollo socioeconómico al que todos anhelamos”.
En su mensaje, la vicepresidenta cameral destacó que las cuatro delegaciones que componen el cuerpo legislativo han sometido sobre 115 proyectos de ley y resoluciones dirigidos a apoyar el desarrollo del rol protagónico que tiene la mujer en la Isla.
“La aportación que ustedes han realizado a los campos de la salud, educación, seguridad y economía, entre otros, son el mejor testimonio que podemos dejarle a las generaciones futuras. Reiteramos nuestro deseo de mejorar la calidad de vida de la mujer puertorriqueña”, declaró la legisladora del Distrito 8.
Además, la Cámara homenajeó a Zorimar Betancourt, madre del joven Stefano Steenbakkers Betancourt, por su labor social y comunitaria en la fundación que lleva el nombre de su hijo despiadadamente asesinado en el 2012.
Mediante una resolución de reconocimiento, el cuerpo legislativo destacó a esta abnegada madre puertorriqueña por su histórico gesto de perdonar a los asesinos convictos de su hijo y, tras el violento suceso que estremeció al país, crear una entidad enfocada en la donación de órganos, tratamientos para condiciones crónicas y otras ayudas para personas en situaciones de vulnerabilidad.
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Y es que el difunto joven borincano, aún con su violenta muerte, salvó las vidas de Joanne, Camilo, Melba, Edwin y a una quinta persona que Zorimar todavía no ha conocido. Esa “segunda oportunidad”, como se llama un programa de la fundación, les permitirá a los convictos por el asesinato, de aceptarlo, poder donar sus órganos cuando llegue el momento de muerte, tal como lo hizo Stefano.
Es ese inconmensurable gesto de amor el que la lleva a querer encontrarse con los confinados, quienes están recluidos en cárceles fuera de Puerto Rico, con el propósito de ofrecerles “una segunda oportunidad”.
“Debemos reconocer la perseverancia y la fortaleza de Zorimar, pues ella es espectacular ejemplo del voluntarismo incondicional, de una voluntad de lucha incansable y un corazón infinitamente generoso y lleno de amor por el prójimo. Si verdaderamente aspiramos a tener un Puerto Rico sin violencia, debemos poder honrar a quienes practican una cultura de paz”, reza la exposición de motivos de la medida presentada por el representante José “Che” Pérez Cordero.
