La vista preliminar contra Luis Raúl Santiago Alvarado, el comerciante acusado de asesinar a su esposa Mildred Beatriz Colón Bonilla el pasado mes en Villalba, quedó pospuesta este jueves en el Tribunal de Primera Instancia (TPI) de Ponce, ya que el hombre no contaba con un abogado de defensa.
La nueva vista fue pautada para el 14 de abril, pero antes se programó una vista de estatus para el 24 marzo. El licenciado Pablo Colón confirmó que está en negociaciones para representar a Santiago Alvarado, quien es apodado “Luisito Cousing”.
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Los cargos del imputado incluyen asesinato en modalidad de feminicidio y disparar o apuntar armas de fuego, al amparo del Código Penal y la Ley de Armas de Puerto Rico.
Precisamente, los hijos de ambos, Kelly y Michael Santiago Colón, dialogaron con la prensa. El joven pidió la pena de muerte para su progenitor.
“Deben aplicarle la pena de muerte por todas las cosas que ha hecho y que sigue haciendo, tratando de usar a su abogado para quitarnos todavía las cosas (patrimonio familiar)”, sentenció Michael ante las cámaras de Telenoticias (Telemundo).
En el caso de NotiCentro (Wapa Television) hicieron un llamado al Departamento de Justicia (DJ) a “no dilatar más” el proceso.
“Nosotros solo queremos justicia para poco a poco sanar y que no sigan dilatando el proceso. A medida que sigue pasando (el tiempo) y tenemos que venir, es revivir la herida, volver a recordar (el suceso). Estamos afectados”, dijo Kelly.
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“Nuestra mamá no hubiese querido que callemos y aquí estamos”, agregó.
Por su parte, Michael expresó: “Siempre los unidos fuimos nosotros. La unión que siempre se veía no era de parte de él, era de nosotros con nuestra madre. Él nunca fue la unión, él nunca estaba”.
Mientras, Mildred Bonilla, la madre de Colón Bonilla, también reiteró que espera la pena capital para el acusado.
“Que no salga (nunca de prisión)”, sostuvo.
Fue el pasado 16 de febrero que aparentemente Santiago Alvarado le quitó la vida a quien fuera su esposa por más de 30 años.
Los supuestos hechos ocurrieron en la casa de ambos, ubicada en el barrio Romero, en Villalba.
Conforme a la investigación del agente Francisco Meléndez, adscrito a la División de Homicidios del Negociado de la Policía de Puerto Rico (NPPR), el hombre de 51 años le disparó la mujer de 50 años con su arma de fuego hasta ocasionarle su muerte.
Posteriormente, el imputado acudió al cuartel de Juana Díaz confesando los hechos y alegando que fue en “defensa propia”.
El individuo fue puesto bajo arresto, entregando un arma de fuego y dos cargadores para la cual posee licencia de portación.
Tras la confesión, la Uniformada acudió a la residencia, donde encontraron el cadáver de la mujer tendido en la cama y cubierto con una sábana. El mismo tenía varios impactos de bala en los brazos y la cabeza.
El comerciante tenía múltiples negocios. Su esposa era la contable de los mismos.
