La crisis climática avanza con fuerza en Puerto Rico y, con ella, las advertencias de la comunidad científica sobre sus consecuencias. Un estudio económico realizado por la firma Estudios Técnicos apuntó a que en Puerto Rico el Producto Interno Bruto (PIB) se reduciría en $379 mil millones en un período de 25 años, si no se toma ninguna acción.
Durante la Cumbre de la Cámara de Comercio, tres expertos en el tema—el ingeniero y miembro del Comité de Expertos y Asesores sobre Cambio Climático (CEACC) Carl-Axel Soderberg, la directora del Instituto de Planificación e Investigación sobre Costa de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Maritza Barreto y el miembro de Puerto Rico Reality Climate Chapter, Ricardo Herrera—expusieron los efectos del calentamiento global en la isla y el alto costo de la inacción.
Soderberg advirtió sobre el impacto devastador que la falta de medidas de mitigación tendrá en la economía puertorriqueña.
“El Congreso de Cambio Climático contrató a la firma Estudios Técnicos para evaluar cómo se impactaría la economía de Puerto Rico si no tomamos acciones proactivas”, explicó.
La presentación de Soderberg mostró que para 2050, el Producto Interno Bruto (PIB) de la isla podría reducirse en 379 mil millones de dólares. Sectores clave como la manufactura perderían 235 mil millones, mientras que la destrucción de viviendas alcanzaría los 161 mil millones.
“El turismo, que ha sido la buena noticia de Puerto Rico después de la quiebra, podría sufrir una pérdida de casi 8 mil millones de dólares para 2050”, añadió.
Otro de los puntos críticos presentados es el aumento del nivel del mar y su efecto sobre la infraestructura y la población. Barreto, especialista en planificación costera, detalló que, según proyecciones conservadoras, para 2050 el mar podría elevarse un pie y para el 2100 entre dos y tres pies.
“Actualmente, el 22% de la población de Puerto Rico vive en una franja de alto riesgo, a menos de 10 metros sobre el nivel del mar”, explicó. Además, detalló que estudios recientes muestran que la línea de agua se ha estado moviendo tierra adentro en distintas zonas de la isla, un fenómeno documentado en lugares como Loíza y Luquillo.
Barreto listó el impacto en la infraestructura como otro de los desafíos.
“Hemos identificado 151 segmentos de carreteras que se verán afectados por la elevación del mar, además de refugios y escuelas que quedarán aislados por la inundación”, alertó.
Conforme a la experta, la situación se agrava con el riesgo de marejadas ciclónicas, que serán cada vez más intensas a medida que suba el nivel del mar.
“Cada vez que venga un huracán de categoría 3 o 4, la marejada ciclónica será mucho mayor”, señaló.
Por su parte, Ricardo Herrera enfatizó la necesidad de acceso a información científica para tomar decisiones acertadas.
Advirtió sobre la eliminación de datos climáticos durante la administración del presidente Donald Trump en Estados Unidos, lo que se encuentra limitando el trabajo de investigadores y expertos.
“Donald Trump está escondiendo, ahorrando y haciendo desaparecer un montón de información que necesitamos para proyectar los problemas que vamos a tener (…) ¿Cómo podemos permitir que este tipo de situación se dé y exista en cuanto a estos temas importantes?“, denunció.
Los expertos coincidieron en la urgencia de tomar medidas inmediatas. Entre sus recomendaciones están la actualización de datos geoespaciales, la evaluación del estado de la infraestructura y la identificación de actores clave en el proceso de adaptación.
También subrayaron la importancia del Plan de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático, actualmente en discusión en la legislatura.
De hecho, el CEACC aún se encuentra en la espera de la aprobación del plan. Para Soderberg, no hay más tiempo que perder.
“No podemos esperar más (…) Queremos que se apruebe el plan, porque sino no podemos implantarlo”, dijo el experto.
