A menos de tres meses para que venza el término legal para aprobar el Plan de Mitigación, Adaptación y Resiliencia al Cambio Climático, el Senado ya contempla solicitar una prórroga, mientras el documento continúa bajo evaluación legislativa. El plan, entregado en abril de 2024 por el Comité de Expertos y Asesores sobre Cambio Climático (CEACC), aún no ha sido discutido en vistas públicas, aunque líderes legislativos aseguran que avanzarán con cautela.
El documento de más de 700 páginas fue presentado por el CEACC el 22 de abril de 2024. Sin embargo, desde su entrega, no ha recibido el aval legislativo requerido por la Ley 33 de 2019, que estipula su aprobación durante el actual periodo legislativo, que culmina en junio.
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En aquel momento, la Legislatura se encontraba en los últimos días de su sesión y, ante la cercanía de las elecciones, no se calendarizó su evaluación. Ahora, bajo una nueva Asamblea Legislativa, el documento sigue bajo análisis, según la senadora Marissa Jiménez Santoni, presidenta de la Comisión Conjunta sobre Mitigación, Adaptación y Resiliencia al Cambio Climático.
“No vamos a aprobar un informe por aprobarlo”, expresó Jiménez Santoni tras una reunión celebrada el pasado 9 de abril con miembros del comité y representantes legislativos. “Si hay que pedir una prórroga para que se atienda, lo vamos a hacer. Este informe no está escrito en piedra”, agregó.
El CEACC está compuesto por científicos y expertos como la meteoróloga Ada Monzón, el doctor Rafael Méndez Tejeda y el ingeniero Carl Axel Soderberg. También integran el grupo funcionarios exoficio, como el presidente de la Junta de Planificación, el secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y el secretario de Desarrollo Económico.
Entre las estrategias presentadas, se incluyen medidas para mitigar la erosión costera, combatir el efecto de isla de calor y considerar la relocalización de comunidades vulnerables, como algunas zonas de Loíza. La senadora Jiménez Santoni aclaró que cualquier proceso de relocalización se trataría con sensibilidad, respetando las redes comunitarias existentes.
“No se trata de desplazar a la gente, sino de encontrar soluciones sensibles que les permitan mantenerse cerca de sus entornos”, sostuvo.
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Una de las recomendaciones que podría implementarse de inmediato, según la legisladora, es pintar de blanco los techos de hogares donde residen adultos mayores, para reducir la temperatura interior y prevenir riesgos de salud. Esta medida, puntualizó, no requiere esperar la aprobación formal del plan.
El documento detalla fuentes de financiamiento, incluyendo fondos federales y asignaciones del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio. A pesar de esto, Jiménez Santoni advirtió que será esencial evaluar la viabilidad fiscal de cada propuesta, dada la situación presupuestaria del país.
Antes de convocar vistas públicas, la comisión legislativa prevé discutir los hallazgos con los tres miembros exoficio restantes y con la gobernadora. Posteriormente, se abrirá el proceso a organizaciones y expertos para enriquecer el análisis.
Desde la perspectiva del CEACC, Soderberg recalcó que “el documento que está ante la Legislatura es el mismo que sometimos el 22 de abril de 2024. La ley no dice que hay que entregar uno nuevo cada año. El comité ya cumplió su parte. Ahora le toca a la Asamblea Legislativa”.
Además, el ecólogo destacó que el documento fue ajustado luego de una serie de vistas públicas voluntarias realizadas en 2023 en Mayagüez, Carolina, Arecibo y Ponce. Aunque la Legislatura anterior no avanzó con el plan, en la sesión actual, el experto percibe un cambio de actitud. En la reunión reciente con la Comisión Conjunta, participaron representantes de todos los partidos, excepto Proyecto Dignidad.
“La presidenta de la comisión, la senadora Marissa Jiménez, y el presidente del Senado también han expresado públicamente su intención de avanzar con la medida”, aseguró.
Adultos mayores vulnerables al calor extremo
Uno de los temas que Soderberg considera más urgentes es la protección de los adultos mayores ante eventos de calor extremo. Explicó que un tercio de la población puertorriqueña tiene 60 años o más, y que por razones fisiológicas sudan menos, lo cual compromete su capacidad de regular la temperatura corporal.
“El calor extremo es un riesgo mayor para los adultos mayores. El sudor es la primera defensa del cuerpo contra el calor. Cuando no sudamos lo suficiente, el corazón empieza a latir más rápido para enfriar la piel con la sangre. Eso es peligroso para personas con condiciones cardíacas”, explicó.
Agregó que muchas personas mayores toman medicamentos con efectos diuréticos, lo que agrava la deshidratación, y que incluso pueden sentir menos sed, impidiéndoles compensar la pérdida de líquidos.
“Hay que beber agua aunque uno no tenga sed”, subrayó.
Además, criticó las medidas que durante olas de calor piden a la ciudadanía evitar el uso de abanicos o aires acondicionados para no sobrecargar el sistema eléctrico. A su juicio, esa política deja desprotegida a una población vulnerable.
“Es una situación de vida o muerte. Y si hay apagones, también se va el agua. Entonces ni abanico, ni aire, ni duchazo”, advirtió.
Soderberg reiteró que hay acciones que no deben esperar la aprobación formal del plan.
“El problema de los calores extremos no puede esperar a que se apruebe el plan con vistas públicas y todo lo demás. Estamos hablando de salud y de vida”, insistió.
Aunque el plan tiene un enfoque nacional y no incluye recomendaciones específicas por municipio o comunidad, Soderberg opinó que etapas futuras podrían incorporar ese nivel de detalle. Por ahora, el objetivo es establecer un marco general de acción para todo Puerto Rico.