BARCELONA, España (AP) — Cientos de personas se congregaron el martes en una iglesia de Barcelona en señal de duelo por la familia española de cinco miembros que murió a principios de este mes en un accidente de helicóptero en la ciudad de Nueva York y cuyos cuerpos fueron enterrados en España.
Mientras las campanas de la iglesia sonaban con un cielo azul brillante, los dolientes se reunían y lloraban en silencio mientras rendían homenaje a Agustín Escobar, Mercè Camprubí Montal y sus tres hijos pequeños, todos los cuales murieron el 11 de abril cuando un helicóptero se desintegró en el aire y se estrelló en el río Hudson entre la ciudad de Nueva York y Nueva Jersey.
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El padre de la mujer, Joan Camprubí, agradeció a los asistentes, entre los que se encontraban el líder regional de Cataluña, Salvador Illa, y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, y compartió recuerdos de su hija, su yerno y sus tres nietos. Camprubí también mencionó el fallecimiento del papa, diciendo que el pontífice creía en el poder transformador de una sonrisa y del sentido del humor.
El viaje, que estaba destinado a celebrar el noveno cumpleaños del hijo mediano de la pareja, terminó convirtiéndose en los últimos momentos de la familia. Poco antes de que despegara el vuelo sobre los imponentes rascacielos de la ciudad de Nueva York, Agustín Escobar aparece en una foto levantando el pulgar mientras su esposa e hijos mostraban grandes sonrisas.
A pesar de la tragedia, los familiares de la familia de Barcelona recordaron el martes la alegría que sus seres queridos les brindaron y el amor de la familia por la vida. Varias docenas de personas vieron la ceremonia, de casi dos horas, en pantallas instaladas fuera de la entrada principal de la iglesia, que estaba totalmente llena.
Escobar era el CEO global de infraestructura ferroviaria en Siemens Mobility, mientras que Mercè Camprubí Montal trabajaba para Siemens Energy, una empresa separada. El abuelo de Camprubí Montal fue expresidente del famoso club de fútbol Barcelona FC. Sus hijos Agustín, Mercè y Víctor tenían diez, nueve y cuatro años.
Al concluir la ceremonia, se mostraron fotos de la familia en vacaciones anteriores y en reuniones familiares. Mientras parientes y amigos recordaban momentos felices en la vida de la familia de Barcelona, sonaba la canción “New York, New York” de Frank Sinatra.