Esta semana el presidente Donald Trump respaldó el pago de un incentivo de $5,000 por cada bebé nacido en Estados Unidos, como parte de un plan para enfrentar la baja natalidad en el país.
Otras propuestas dirigidas a la administración Trump incluyen aumentar los créditos fiscales por hijo, financiar programas educativos sobre el ciclo menstrual y reservar plazas en programas federales, como las becas Fulbright, para personas casadas o con hijos, según informó The New York Times.
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Los datos preliminares de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades indican que en 2024 hubo más de 3.6 millones de nacimientos en Estados Unidos, lo que supone un aumento de 22.250 nacimientos respecto a 2023, según The Associated Press. A pesar de este aumento, las tasas de natalidad solo aumentaron para las mujeres hispanas, con un incremento inferior al 1%. En 2023, los nacimientos disminuyeron un 2% en comparación con el año anterior, alcanzando el nivel más bajo desde 1979. Vermont registró la tasa de natalidad más baja, mientras que Utah tuvo la más alta.
Durante el siglo XX y XXI, distintos países han enfrentado caídas drásticas en sus tasas de natalidad. Las razones son muchas: la urbanización, el aumento en la educación y participación laboral de las mujeres, el encarecimiento del costo de vida, el retraso en la edad para casarse y tener hijos, entre otros factores. En respuesta, algunos gobiernos han optado por políticas que buscan incentivar activamente la procreación.
1. Alemania Nazi (1930s–1940s)
Uno de los casos más notorios y extremos fue el del régimen nazi, que creó la Cruz de Honor de la Madre Alemana para premiar a mujeres que tuvieran muchos hijos. Las madres con cuatro hijos recibían medallas de bronce; con seis, de plata; y con ocho o más, de oro. El incentivo no era meramente económico: se trataba de glorificar un ideal de madre alemana ario como parte de una agenda eugenésica y nacionalista. Aunque incrementó la natalidad, también fue una política profundamente discriminatoria.
2. Francia (desde 1945)
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En contraste con enfoques autoritarios, Francia adoptó un modelo de bienestar social con fuertes apoyos a la familia. Desde la posguerra, el gobierno francés ofrece subsidios por hijos, deducciones contributivas, servicios de guardería subvencionados y licencias parentales extensas. Estas medidas han contribuido a mantener una de las tasas de fertilidad más altas de Europa Occidental, a pesar de que también enfrentan desafíos de envejecimiento poblacional.
3. Rusia / Unión Soviética
La URSS tuvo políticas contradictorias en distintos momentos: desde el acceso amplio al aborto en los años 20 hasta restricciones severas en los 30, bajo Stalin. En la Rusia post-soviética, el gobierno introdujo en 2007 el “capital materno” que es un bono para las madres que tuvieran un segundo hijo o más, con el objetivo de detener la caída poblacional. Este incentivo podía usarse para educación, vivienda o ahorro para la jubilación.
4. Japón (actualidad)
Con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, Japón ha intentado revertir esta tendencia mediante beneficios fiscales, servicios gratuitos de guardería, licencias parentales generosas y asistencia a la vivienda. Sin embargo, expertos advierten que mientras persistan las largas jornadas laborales, la precariedad del empleo juvenil y la desigualdad de género, los incentivos no serán suficientes.
5. Rumanía comunista (1966–1989)
El dictador Nicolae Ceaușescu prohibió el aborto y los anticonceptivos, e impuso impuestos a quienes no tenían hijos. Las mujeres eran monitoreadas para asegurarse de que procrearan. Aunque aumentó temporalmente la natalidad, estas medidas autoritarias derivaron en miles de niños abandonados en orfanatos y graves consecuencias para la salud pública. Es uno de los ejemplos más oscuros de ingeniería demográfica coercitiva.
6. Corea del Sur (actualidad)
El país asiático ha llegado a tasas de fertilidad de apenas 0.72 en 2024, lo que representa un riesgo directo para la sostenibilidad de su sistema laboral y de pensiones. Algunas ciudades ofrecen subsidios de nacimiento, tratamientos de fertilidad gratuitos y hasta becas universitarias para hijos de residentes. Aun así, muchas parejas deciden no tener hijos por razones económicas y laborales.
Numerosos usuarios de internet han criticado la propuesta de Trump, afirmando que la suma de dinero sugerida no es suficiente para cubrir la mayoría de los gastos necesarios para criar hijos. Sin embargo se desconoce si esa iniciativa impactaría a Puerto Rico.