Opinión

Opinión de Alex Delgado: Los camaradas

Lee aquí la columna del periodista y director de progrmación de NotiUno.

El manejo por parte del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) sobre las denuncias de hostigamiento laboral, sexual, machista y/o misógeno ha dejado a la colectividad en una situación complicada respecto a su imagen y credibilidad como organización política dedicada a señalar a los demás partidos.

El 2 de abril llegó al la dirección del PIP los señalamientos de trato machista y misógeno, así como de hostigamiento laboral por parte del derrotado candidato a alcalde pipolo de Aguadilla, Eliezer Ríos Santiago. La denunciante aseguraba que la alta directiva del PIP ignoró el señalamiento y que incluso la convidaban a que mantuviera silencio y no lo llevara a los medios. Pasados dos meses de inacción, la mujer llevó su denuncia a las redes sociales.

Luego de publicar la denucnia, el PIP admitió la existencia de la misma, que no tienen un protocolo para atender estos casos, y que luego de que trascendiera a los medios, entonces sí iban a crear un comité para investigar. El pasado sábado el secretario general de la colectividad, Juan Dalmanu, anunció lo que muchos consideran un toallazo a un camarada.

Miren esto desde el punto de vista cronológico:

2 de abril: la cúpula del partido advino en conocimiento de la denuncia. Por más de dos meses el PIP ignoró a la querellante. Luego de no lograr callarla, y no quedando más remedio.

13 de junio: la víctima hace la denuncia pública.

15 de junio: la vicepresidenta del partido, senadora y supervisora del denunciado, María de Lourdes Santiago, anuncia la creación de un comité para “investigar” ésta y otras denuncias.

9 de julio: anuncian que la “investigación” arrojó que la denunciante miente y que la confianza del liderato del PIP en los señalados se mantiene incólume.

En otras palabras, el PIP tardó tres semanas en “investigar” lo que no investigó en dos meses y medio. Ahí estriba la controversia, su inacción en investigar, hasta que no le quedó de otra.

Hace unos años, cuando Dalmau era senador, cuestionaba a la Procuradora de las Mujeres, Lersy Boria, por la inacción del ex gobernador Ricardo Rosselló tras unas denuncias de presunto hostigamiento sexual con un jefe de agencia. “Este es el tema que vino al país a escuchar si usted cree que el manejo por parte del gobernador, que sus dos asesores principales lo ponen en conocimiento sobre conducta constitutiva y usted no puede decir si actuó correctamente al no investigar, al no activar un protocolo… yo pensaría que la campeona, defensora de las víctimas sería usted, y que esa valentía que se le atribuye aquí, con todas sus letras dijera “¿sabe qué,? El gobernador será mi gobernador, pero actuó mal””. La pregunta hoy es, ¿fue eso lo que hizo Dalmau con la inacción de su partido al enterarse de las denuncias? Ni investigaron ni mucho menos tenían un protocolo. Dalmau plantea hoy que los señalamientos al PIP por la inacción de la colectividad surge del temor que le tienen de cara a las alecciones. ¿Afectará esto al candidato del PIP a la gobernación?

Estamos a poco más de 28 meses de las elecciones. De por sí, el electorado en muchas ocasiones olvida. Esta controversia no será olvidada en la medida en que los oponentes del PIP la traigan a la discusión en la cercanía de las elecciones. Lo que es el tema de la violencia de género y el aborto, supongo, serán temas obligados en los debates de los candidatos a la gobernación. Debo suponer que, en la medida en que le traigan a Dalmau esta controversia, él disparará al PNP y al PPD con los casos de exaclalde de Guaynabo, Héctor Oneill y el del senador Albert Torres, respectivamente. El tema se convertirá en quién es menos malo manejando casos de violencia contra la mujer. Ahí los candidatos de los principales partidos tendrán que intentar establecer los contrastes de cómo manejaron esos dos casos, si no ocurren otros de aquí a allá.

Creo que no hay duda que esto lacera la candidatura de Dalmau y lo que estará por verse es cuánto le afectará en ese momento, si es que finalmente le afecta. Yo no tengo duda que Dalmau aborrece y combate el maltrato a la mujer. Recuerdo el incidente en Vieques donde tuvo que salir en defensa de una fémina que era agredida por su pareja. El problema es que en política la percepción cuenta mucho y la percepción que ha dejado este caso es que en el PIP defienden a las mujeres víctimas cuando el alegado victimario no es un camarada del partido y de la independencia.

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