Como parte de la estrategia de campaña para los comicios electorales de noviembre, algunos candidatos demócratas se han enfocado en hacer evidente que sus oponentes republicanos son peligrosos. Dicen que estos candidatos de extrema derecha proponer limitar los derechos reproductivos, pondrán en peligro los derechos al voto y amenazarán la democracia. Y, sin embargo, en toda la nación, los demócratas están comprando anuncios en las primarias republicanas con la esperanza de impulsar a los candidatos republicanos con las opiniones y los records más extremos.
Es una estrategia, sostienen los demócratas, que les dará mejores oportunidades en las elecciones generales de medio término que con gran posibilidad podrían ser desastrosas para su partido. Los expertos dicen que es una estrategia arriesgada que proporciona una plataforma de ataque para los conspiracionistas de extrema derecha que presentan una amenaza grave para la democracia estadounidense. Apoyar las perspectivas electorales de los candidatos que los demócratas afirman que son un peligro para la democracia también ha sido criticado por ser hipócrita.
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Los grupos demócratas de toda la nación han gastado millones en anuncios que, a primera vista, parecen criticar a los republicanos que se postulan al promocionar sus posiciones conservadoras y sus vínculos con el expresidente Trump. Pero los anuncios en realidad tienen como objetivo hacerlos más atractivos para los votantes republicanos del corazón del rollo.
En Illinois, por ejemplo, la Asociación de Gobernadores Demócratas compró anuncios que calificaban la agenda del senador estatal Darren Bailey como “demasiado conservadora para Illinois” durante sus primarias republicanas. El anuncio señala que Bailey es “100% pro-vida”, es miembro de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) y “se opone al control de armas”. “Bailey quiere prohibir los abortos”, dice el anuncio. “Y Bailey abraza con orgullo la agenda de Trump, cuestionando nuestras elecciones y luchando por los propietarios de armas y en contra del derecho al aborto”. Bailey ganó su primaria.
El PAC de la Mayoría de la Cámara, un grupo formado para ayudar a los demócratas a ampliar su mayoría en la Cámara de Representantes, pagó un anuncio que promocionaba a Chris Mathys, un conservador acérrimo que compitió contra el representante David Valadao, un moderado en el distrito 22 de California. El anuncio llamaba a Mathys “un verdadero conservador “100% pro-Trump y orgulloso” y señaló que Valadao votó para acusar a Trump. Valado logró una victoria, a pesar de los mejores esfuerzos de los demócratas.
¿Por qué los demócratas gastan tanto dinero en estas y otras carreras similares? Porque saben que están en problemas de camino a las elecciones de noviembre. La historia, las tendencias económicas y los bajos índices de aprobación del presidente Biden están preparando el escenario para un ciclo electoral de mitad de término muy difícil para le Partido Demócrata. Dadas las circunstancias, buscan obtener todas las posibles ventajas y reconocen que una forma de inclinar la balanza a su favor es enfrentarse a candidatos en las elecciones generales que no serán aceptables para los votantes de centro y/o indecisos.
En 2010, los demócratas enfrentaron un entorno igualmente difícil, pero lograron retener la mayoría en el Senado porque los republicanos nominaron candidatos de extrema derecha que realizaron campañas con las cuales no tenían posibilidad de convencer a votantes que no fueran del corazón del royo de su partido.
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La estrategia hace sentido. De hecho, en el 2010, el senador demócrata de Nevada, Harry Reid, empleó tácticas similares para asegurarse de que en las elecciones generales se enfrentara a un candidato más débil, Sharron Angle, legislador estatal y conservador acérrimo. Reid ganó esa carrera.
Sin embargo, no se puede obviar el hecho de que es una apuesta arriesgada para los demócratas ya que si no funciona, terminas dándole oportunidad a salir electos a candidatos radicales tanto para el Congreso y como para otros cargos.
La calidad de los candidatos republicanos en este ciclo electoral es definitivamente preocupante. Muchos candidatos, como el ex jugador de la NFL y actual candidato al Senado de Georgia, Herschel Walker, respaldan las afirmaciones infundadas de fraude electoral de Trump y eso es extremadamente peligroso. Para los que creemos en la democracia, es un ambiente aterrador tener tantas personas postulándose para cargos a nivel estatal y federal que a fin de cuentas podrían negarse a certificar las elecciones en 2024 bajo premisas parecidas a las de Trump en el 2020.
La estrategia demócrata definitivamente no solo es arriesgada sino defectuosa porque los republicanos parecen perfectamente capaces de nominar candidatos de extrema derecha por su cuenta sin la ayuda de los demócratas. Con la ayuda de la campaña demócrata podrían incrementar las posibilidades electorales de una gran cantidad de candidatos que son capaces de poner los intereses de su partido por encima de los de la nación. Enero 6 del 2020 evidencia que los demócratas podrían estar jugando con fuego.
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