La quiebra de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) provocó que el PNP privatizara nuestro sistema eléctrico con la “promesa” de un sistema más eficiente y seguro. Del saque, esta privatización le daba la ventaja a LUMA Energy de facturar una millonaria suma de dinero de fondos públicos sin tener que invertir un solo centavo, accediendo también a fondos federales de emergencia para la recuperación de este sistema. A dos años de entrar en vigor, el saldo de esta “alianza” ha sido un peor servicio que el que ofrecía la AEE, afectando así nuestra maltrecha economía y la calidad de vida de todos los puertorriqueños. A pesar de esa realidad, hoy lidiamos con una extensión del contrato cortesía del Gobierno de Pedro Pierluisi.
PUBLICIDAD
Eso es así porque, esta semana, el mismo gobierno de Pierluisi y el PNP que no hizo nada para fiscalizar el contrato se valió de un subterfugio para extender el mismo hasta que finalice el proceso de quiebra de la AEE, o sea, sin fecha cierta. El Gobierno no hizo nada para contar con un reglamento para fiscalizar a LUMA, pero sí organizó un operativo para mantener en la oscuridad y con poca información a los miembros del interés público en la Junta de las APP y así aprobar la extensión del contrato. El Gobierno no hizo nada para tener métricas del desempeño de LUMA, pero invirtió tiempo en construir una teoría jurídica que le permitiera extender el contrato sin contar con el voto de los representantes del pueblo en la Junta de las APP. El Gobierno de Pierluisi y el PNP no hizo nada para exigir eficiencia a LUMA, pero ahora aprueba una extensión del contrato sin enmiendas sustanciales al documento actual y sin incluir garantías de cumplimiento y eficiencia.
Esta semana, el gobierno de Pierluisi y el PNP, que nunca hizo nada para exigir que LUMA cumpliera el contrato, se aseguró de mantenerlos en la dirección del sistema de transmisión y distribución que no han manejado bien. El país rechaza a LUMA, pero el Gobierno les extiende el contrato. Con esto, oficializan su padrinazgo a LUMA. El PNP y Pierluisi no podrán desprenderse de su responsabilidad y, como he dicho en ocasiones anteriores, el pueblo le pasará la factura.