En 1986 tuve el privilegio de ser aceptada en la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras. Tamaño orgullo para una joven egresada del sistema público de enseñanza del país y primera generación de estudiantes en mi familia. En la UIPI llevé a cabo mis estudios subgraduados y graduados en psicología clínica. No tengo ninguna duda de que recibí la mejor educación a la que se pueda aspirar.
Tras hacer mi internado con el Departamento de Psiquiatría del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) me reclutaron para trabajar allí como coordinadora clínica, luego como facultad, otro orgullo para mí. He pertenecido a los foros de gobernanza de la UPR desde el Senado Académico, Junta Universitaria, Junta de Gobierno y presidí la institución del 2021 al 2022, 11 meses para ser exactos. Esto mientras se llevaba a cabo un proceso de búsqueda y consulta para la presidencia en propiedad. Entiendo que me correspondió presidir en uno de los momentos más difíciles para la institución, si no, el más difícil. Acepté el reto con la confianza y el deseo de aportar a mi Alma Mater y porque estoy convencida que la UPR, como dijo Luce López Baralt, “ha sido nuestro mejor invento como país”.
Durante once meses batallé junto a mi equipo de trabajo para lograr un presupuesto justo para la UPR, sabiendo que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) no es aliada de la institución. Mi primera empresa tras ver las finanzas de la institución fue iniciar una conversación directa con la JSF, respaldada por nuestro equipo financiero. Iniciamos la batalla que nos permitió traer fondos adicionales a todo el sistema UPR, y en especial al RCM, para manejar los recortes previos y los problemas de acreditación que enfrentaba. Entre otros asuntos, se lograron fondos para aumentar los sueldos a los médicos residentes que mueven el Centro Médico y dinero para la facultad que supervisa esos residentes en las áreas de medicina y dental. Al mismo tiempo visité la Legislatura y el Ejecutivo para buscar que los recortes se detuviesen y nos asignaran más recursos económicos.
Al final de la jornada se logaron más fondos para la UPR, se asignaron más fondos a todos los recintos y unidades y logramos un presupuesto sin déficit. Mi deber de fiducia me llevó a tomar decisiones duras pero justas con todos los componentes de la comunidad universitaria. Mantuve mi compromiso de honestidad y transparencia en el uso de los dineros del erario. No contraje compromisos económicos para los que no había respaldo ni que la JSF pudiese revertir pues no los aprobaría.
Implementé el diálogo continuo como pilar para prevenir, manejar y resolver conflictos en todo el sistema UPR, sentando a la mesa a todos los sectores de la comunidad universitaria. Demostré que juntos se logra más. Esto fue clave en la resolución de conflictos, paros y manifestaciones estudiantiles. Lanzamos, además, UPR Escucha, un portal para que la comunidad nos trajera sugerencias y recursos para ayudar a la Universidad ante los retos diarios.
La transparencia en la gestión fue vital. Se mantuvo informada la comunidad de las gestiones que se llevaban a cabo; el presupuesto se formuló en la Administración Central en comunicación con los recintos y unidades, sin intermediarios ni asesores externos, con el conocimiento real de lo que se hace en la UPR y reconociendo la importancia de nuestro capital humano, de los servicios estudiantiles y de nuestra facultad.
Bajo esos mismos términos, y con el compromiso de trabajar arduamente por el bienestar del RCM, aspiro a ocupar su rectoría. Nuestros estudiantes son la razón de ser y creo firmemente que todos los ajustes o cambios en el Recinto sean dirigidos a ayudarles a lograr sus metas y obtener la mejor educación a que puedan aspirar. Estos profesionales de la salud que formamos aquí son quienes sostienen la salud de nuestro pueblo. Hay que trabajar con nuestro Recinto y nuestro país para evitar su éxodo. Es apremiante buscar mejores condiciones de trabajo porque la salud de nuestros habitantes depende de ese grupo de profesionales íntegros, comprometidos y preparados. Sin el RCM no hay salud en Puerto Rico.