El video de una mujer siendo intervenida en Utuado por parte de un agente de la Policía causó indignación entre la ciudadanía. La señora fue sometida a la obediencia con un taser. Unos se indignaron con el agente y cuestionaron si fue necesario, mientras que otros se indignaron con la ciudadana y su comportamiento.
La mujer fue detenida por el uso del teléfono celular mientras manejaba. En el primer video que trascendió, se ve a la fémina resistiendo las instrucciones del agente, quien en un momento dado desenfunda el taser y apunta como advertencia. Aún así, la mujer resiste y lo agrede en el rostro antes de salir del establecimiento donde protagonizaron el incidente, pareciendo intentar huir. Es entonces, fuera del establecimiento, que el policía utiliza el taser.
Posterior a eso, la mujer concedió una entrevista a Las Noticias de TeleOnce, donde dijo que desde el inicio de la detención el agente fue agresivo e intentaba arrestarla, que fue abusivo y que estaba afectada emocionalmente. “Había otra dama que iba a salir [del estacionamiento]. Él [policía] me pidió la registración del vehículo y yo le digo “mira, voy a estacionarme bien”. Prendo el carro para estacionarlo bien y él se me metió por la puerta del chofer y me dijo “quedas bajo arresto”. Como él se dirigió hacia mí, tan hostil desde el principio, me tenía ya mal”, narró.
En el reportaje se indica que la joven padece de depresión severa, ansiedad, ataques de pánico y que las condiciones se agravaron luego de la mujer conocer, tras la intervención, que el policía presuntamente abusa constantemente de su poder.
El lunes en la noche se publicó en el programa Jugando Pelota Dura (TeleOnce) un video que capturó otra historia de lo sucedido. La mujer, quién establece que ella desconocía cómo era el agente, aparece diciéndole al policía “Si tú jodes con to’ el mundo, conmigo no”. ¿Cómo ella sabe durante la intervención que el policía “jode con to’ el mundo”, si no fue hasta después de la intervención que se enteró de cómo él era con otros ciudadanos?
En todo este nuevo video no se ve a un agente hostil, agresivo ni faltando el respeto. Todo lo contrario. Es ella la que se ve agresiva, insultando de forma altanera al agente. Él le pide en varias ocasiones su licencia y el registro del vehículo. Ella nunca los entrega. “Cuando me llames a otro oficial, yo se lo doy a otro oficial, a usted no”. Ante eso me pregunto: ¿y desde cuando un ciudadano tiene el derecho de elegir qué policía puede intervenirlo y cuál no?
En otra instancia, la mujer expresa gritando, y pareciendo entender que la autoridad es ella, “…estaba hablando por celular por una emergencia. ¿Y que carajos pasó? ¿Que carajos pasa con eso?”. Luego, el agente se le acerca haciéndole las advertencias, y ella apunta con el dedo a la cara del policía y le dice: “No te me acerques Matos, conmigo no jodas”. La mujer realiza una llamada, supongo a la comandancia de Utuado, y se escucha indicando que el agente la detuvo, que amenaza con arrestarla, que no va a bregar con él y que le envíen otro agente para atenderla. ¡Así como lo oye! El policía, frente a la mujer, reliza una llamada telefónica y pide que llegue otro agente para realizar un arresto. Ahí, supongo que al escuchar que el arresto es inminente, sin encomendarse a nadie, la mujer se monta en el vehículo y lo enciende para ponerlo en marcha, y entonces el agente intenta intervenir indicándole que apague el motor. Contrario a lo que le dijo a la reportera, ella nunca le dijo al agente que iba a estacionar bien el vehículo. Luego de eso es que la mujer entra al establecimiento, agrede al agente y luego termina con el impacto del taser. En los videos se ve que el agente intentó que la situación no llegara a ese punto, pero ella resistió, insultó y agredió al policía antes de que le aplicaran el taser.
Hay ciudadanos que se las traen. Hace unos días, el alcalde de Caguas, William Miranda Torres, narró en sus redes la intervencion de otra mujer en su municipio, donde la intervenida le dijo a los agentes municipales que su papá había sufrido un percance de salud y que iba de emergencia a atenderlo. Los policías le indicaron que entonces la escoltaban y al llegar, el primero que recibió a los policías fue el padre de la intervenida, quien indicó que estaba en perfecto estado de salud.
Casos como estos demuestran que un policía no puede dar por cierto todo lo que diga una persona intervenida. En el caso de la mujer de Utuado, nunca se supo cuál fue la emergencia para su llamada. De otra parte, padecimientos de salud no son razón para que un ciudadano tenga licencia para violar las leyes de tránsito, a menos que sea una emergencia real, y mucho menos para resistir una instrucción de entregar al policía documentos del Gobierno, como la licencia de conducir y del vehículo. Imagine usted toda intervención que un policía no va a poder hacer cada vez que un conductor le diga al agente que padece de tal o cual condición. ¡Ah!, y que el policía tiene que creerlo porque sí y dejarlo ir.
Yo desconozco si este agente de Utuado ha abusado de su poder con la ciudadanía. Hay quejas de que sí, pero en este caso no se ve un abuso. Se ve a una ciudadana agresiva, altanera y retante a la ley, y eso tampoco se puede permitir.
Al policía hay que respetarlo. En una intervención, es él quien representa la autoridad, y si usted se resiste, sabe que se expone a ser arrestado. Es su decisión exponerse a una situación como el de la señora de Utuado o entregar los documentos, persuadir al agente de otra manera o sencillamente recibir la multa. Si no está de acuerdo, tiene a su disposición recursos para impugnarlo.
Si usted nota un comportamiento no aceptable del policía, pues grábelo como también él puede grabarlo a usted. Lo que es igual no es ventaja. Este caso demuestra la necesidad de que todo policía tenga acceso a cámaras que graben las intervenciones para que se aclaren cuentos y actuaciones de novela como el que actuó la señora al exponer su versión de los hechos, que evidentemente se alejaban de la realidad de lo que ocurrió. Si yo quiero que el policía me respete, pues yo debo respetarlo también. Sí, hay agentes que se apartan de su función, pero no son todos, como también hay ciudadanos que son unos irrespetuosos con la policía, pero tampoco somos todos.