Dos tramos de carreteras principales en Toa Alta colapsaron debido a derrumbes durante el paso del huracán Fiona en septiembre de 2022. Desde entonces, una de estas, la carretera 861, se ha mantenido cerrada. Una carretera muy importante para el acceso de la ciudadanía, y para restablecer el tránsito que incluye acceso a las salas de emergencia.
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Según reportado por la prensa, en vez de procurar la reconstrucción de esta carretera, alrededor de octubre de 2022, el Municipio de Toa Alta comenzó a destruir – sin permiso – el Valle Agrícola de Bucarabones para construir una nueva carretera. Se reportó que el Municipio entró sin autorización con maquinaria pesada y destruyó parte de la corteza terrestre e impactó la cuenca de varias quebradas, incluyendo del Río Bucarabones. Hace falta apoyo para defender las tierras agrícolas donde se encuentra el Proyecto Agroecológico El Josco Bravo, pues dentro de la destrucción ilegal que ocasionó el Municipio de Toa Alta, tumbó una verja de la finca, provocando que el ganado invada y se coma sus cosechas.
El alcalde de Toa Alta promueve – innecesariamente – la construcción de una carretera que destruiría aún más terrenos agrícolas, los que principalmente pertenecen a la Autoridad de Tierras. Según se alega, la Autoridad de Tierras está en disposición de otorgar permisos de construcción al Municipio de Toa Alta a pesar de que estas tierras tienen una clasificación de Suelo Rústico Especialmente Protegido Agrícola y es catalogada como “prime farmland” por el USDA, debido a una alta fertilidad natural.
Es necesario detener la deforestación y evitar más impactos ambientales a nuestras cuencas de agua y ecosistemas. Basta ya de impunidad, protejamos nuestras tierras agrícolas y nuestras fuentes de alimentos. La carretera propuesta por el Municipio tiene un costo estimado de $8 millones. Exijámosle al Municipio y a todas las agencias pertinentes que protejan a quienes, mediante la agroecología y agricultura, nos brindan alimentos y cuidan nuestro medioambiente.