Luego de evaluar lo que actualmente sucede en los procesos políticos de nuestro país, debemos reflexionar sobre cuál es la mayor causa de que las mujeres no ocupemos mayores espacios dentro de las estructuras de poder y de toma de decisiones de partidos políticos. En esta ocasión, reflexionaré sobre lo ocurrido en la pasada asamblea del Partido Popular Democrático y lo que representan las estadísticas e información recopilada sobre la participación de la mujer en la política.
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Según datos reseñados por el medio todaspr.com, aunque en Puerto Rico son más las mujeres votantes o que participan de los eventos electorales, son menos las que entran al ruedo político. Por cada aspirante mujer a un puesto electivo en las elecciones pasadas, hubo alrededor de cuatro hombres. Por lo tanto, en pleno siglo 21, las mujeres seguimos estando subrepresentadas en los procesos electorales. Y es que, en la política puertorriqueña, muchas mujeres le temen a participar de los comicios debido a prejuicios y estereotipos. Según datos de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) en el 2016, ejercieron su derecho al voto 871,529 mujeres y 725,313 hombres. Además, la población femenina representa un 53 % en Puerto Rico.
Como representante de distrito del Partido Popular Democrático de Puerto Rico y defensora de los derechos de las mujeres, aspiré a un espacio en la Junta de Gobierno, cumpliendo con mi ejercicio de dar un paso hacia adelante para ocupar los espacios que como mujeres debemos ocupar en todas las estructuras políticas, en este caso dentro de una institución política. Aunque en esta asamblea el número de mujeres electas subió de 5 a 13, el porcentaje de mujeres que ocupan posiciones en la Junta de Gobierno solo representa alrededor del 24 %.
Las mujeres tenemos que avanzar en el ámbito político, que aún es dominado por los hombres. Esto no se trata de una batalla de sexos, se trata de insertarnos, hacernos disponibles para ocupar los espacios y establecer el balance y la representatividad de la realidad de nuestro pueblo y electorado. Seamos parte de esa nueva generación de mujeres en la toma de decisiones del país.