Opinión

El mensaje detrás del mensaje

Lea la columna del periodista Rafael Lenín López

Anoche el gobernador Pedro Pierluisi se dirigió al país desde el hemiciclo de la Cámara de Representantes como parte de su responsabilidad constitucional de dar un informe anual de rendición de cuentas. En teoría, la rendición de cuentas en la administración pública es fundamental para que se conozca si se está ejecutando bien la función encomendada, en este caso por los electores, y para que se pueda formular política pública que se ajuste a la realidad que se enfrenta. En la práctica, estos mensajes se han convertido desde hace muchísimo tiempo en eventos para ganar adeptos entre los electores, aprovechando la gran cobertura mediática gratuita que es al mismo tiempo legítima.

En el mensaje de anoche vimos una combinación de la teoría y la práctica. Pedro Pierluisi anunció iniciativas para los dos años que le quedan al cuatrienio para el que fue electo particularmente las relacionadas a la energía, anunció la repartición de dinero a diestra y siniestra, recurrió a la conocida estrategia de ponerle rostro a sus logros llevando gente a las gradas, pintó un panorama de éxito -contrario a la percepción de un sector de la población-, defendió la estadidad y adelantó las “grandes” obras que realizara con la millonada de fondos federales que vienen en camino. Pero ojo, ya van tres gobernadores post María esperando los millones de Washington y estos no llegan.

Más allá de eso, definitivamente fue el sazón electorero el que predominó en el mensaje, tanto en contenido como en el entorno del evento capitolino. Ayer se revivieron las manifestaciones de apoyo en las afueras del Capitolio, cosa que vimos nacer con fuerza bajo la era de Pedro Rosselló. En el hemiciclo cameral no faltaron los estribillos de “cuatro años más” y los gritos de respaldo. Es obvio que eso iba a ocurrir ante la potencial primaria que enfrentará en el verano del 2024 frente a Jenniffer González, quien no fue al discurso por encontrarse en Washington.

Sobre la ausencia de la Comisionada Residente, en un extraña movida, fue La Fortaleza la que anunció que ella no asistiría. Digo extraña movida porque estando Pierluisi en el poder y al borde de un desafío en su partido, lo menos que necesitaba era que su propio equipo de trabajo convirtiera a su más grande amenaza política en protagonista del evento.

Ese comportamiento en el equipo del Gobernador denota desconcentración y ello es negativo a la hora de ejecutar la política pública o formular nuevas propuestas en nuestro ordenamiento legal para atender los problemas principales de la ciudadanía.

Lo de ayer no fue el único evento reciente entre ambos de cara a la primaria. En la reciente asamblea del PNP en el Coliseo Roberto Clemente, mis fuentes me dicen que una persona extremadamente cercana al Gobernador increpó violentamente al maestro de ceremonias que presentó a Jenniffer González por la forma rimbombante en la que lo hizo.

El cisma entre Pierluisi y Jenniffer es bien real por más que lo nieguen, y el temor a la primaria arropa a La Fortaleza interfiriendo en la gestión pública.

A mi juicio, ese fue el mensaje detrás del mensaje y La Fortaleza -en un gran error táctico- así lo decidió.

Por lo demás, sobre la situación del país basta decir que el Capitolio operó con planta eléctrica para evitar un apagón durante el mensaje. Si fue otra estrategia para promover el tema de la energía, otro error.

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