Quedan 18 días para que los afiliados al PPD vayan a las urnas para elegir a su nuevo presidente entre el representante Jesús Manuel Ortiz, la alcaldesa de Morovis, Carmen Maldonado y el alcalde de Villalba, Luis Javier Hernández. Los tres han pronunciado que buscan la presidencia de la pava para eventualmente correr para la gobernación.
Aunque hasta que no se cuenten los votos no se sabrá quién prevalecerá el próximo 7 de mayo, la figura del legislador Ortiz parece haber despuntado en los pasados días, mientras que la del alcalde Hernández luce algo desinflada. Obviamente, es una percepción mía estrictamente por el comportamiento mediático.
Ortiz tuvo recientemente el apoyo del senador Juan Zaragoza para presidir el partido, siendo el también exsecretario de Hacienda una figura que dijo que aspirará a la gobernación. Ahora, todos sabemos que tomar la presidencia de un partido a estas alturas significa “coger palos” de aquí a noviembre del 2023, y, si no, pregúntele a José Luis Dalmau, quien supongo sufre y suda más presidiendo la pava que presidiendo el Senado. Ese puede ser otro aspecto objeto de análisis’ Zaragoza puede entender que, de aquí a las primarias, Jesús Manuel llegue en un camón, sin manubrio ni pedales, por lo que él (Zaragoza) alzaría vuelo como el ave fénix. Sin embargo, el enfoque de Ortiz parece estar claro y no vislumbro que se vaya a quitar, y, si eso ocurre y fueran a primarias, ¿cómo Zaragoza atacaría a Ortiz habiendo destacado la capacidad de este para liderar y unir? Yo creo que al final del camino Zaragoza no aspirará a la gobernación, pero sí podría ser una figura importante en una gobernación de Ortiz, si este fuera el candidato y prevaleciera en las elecciones de noviembre del 2024.
La apuesta de Luis Javier Hernández son los alcaldes populares, quienes pertenecen a la asociación que él preside. No obstante, el ataque más duro en su contra vino del alcalde de Arecibo, “Tito” Ramírez, quien cuestionó la capacidad administrativa de alcalde villalbeño para dirigir los destinos de Puerto Rico cuando tiene un municipio con serias deficiencias financieras. Hernández respondió rechazando las imputaciones e indicando que bajó la deuda heredada de su pueblo en 50 % y que tiene un superávit operacional. No publicó el informe en el que sostiene esa afirmación y, aunque no se trata de que yo le crea o no, hubiese sido acertado publicar el mismo para invalidar las expresiones del alcalde arecibeño. No obstante, su respuesta no tuvo tanta resonancia en los medios como la que tuvo el cuestionamiento del alcalde de Arecibo.
Otro aspecto que llama la atención es la petición pública de Hernández para que se abran muchos más colegios de votación, ya que se anunció que habrá solo un centro por municipio. No hay duda que mientras más centros de votación, pues más representativo del pueblo popular puede ser el resultado. Sin embargo, Hernández luce cantando foul sin llegar al parque, por lo que algunos analizan que eso puede ser muestra de que ya está buscando alguna excusa para responsabilizar a la dirección actual del PPD por un resultado adverso.
Hago un paréntesis en el análisis para traer a la atención la caravana de avivamiento que realizó Hernández en Ponce el pasado fin de semana junto al alcalde Luis Irizarry Pabón en medio del escándalo de este último, y no tiene que ver en si a Hernández le afecta o no pegarse a un líder político con los señalamientos que tiene Irizarry Pabón.
Es obvio que el líder ponceño apoya a su vecino alcalde, pero… ¿qué significaría que Hernández no prevalezca en la Ciudad Señorial? Eso le plantearía un serio problema de liderato político a Irizarry Pabón y pudiera proyectar que el escándalo en el que está envuelto ya le está pasando factura en su comarca, y eso a su vez se prestaría para que en el mismo organismo político ponceño comiencen movimientos más contundentes para sacarlo de carrera más pronto que tarde. Entiendo que el alcalde de Villalba debe ganar en Ponce, más que por el alcalde Irizarry Pabón, por ser sureño y vecino de Ponce, pero si no…
Finalmente, en el caso de la alcaldesa Maldonado, pareciera encaminarse a quedar en tercer lugar. No es que esté haciendo buena o mala campaña, sencillamente no se escucha tanto en la discusión como Ortiz y Hernández. Si en efecto quedara en tercer lugar, sería la segunda vez en tiempos recientes que el electorado popular envía al último lugar a una mujer que aspira al puesto mayor, esto luego de haber llevado a la primera alcaldesa de San Juan y a la primera gobernadora.