La pugna por el liderato del Partido Popular Democrático concluyó con la elección de Jesús Manuel Ortiz. O tal vez no.
Aunque es un hecho que el representante popular ganó la elección especial y dominó a su principal rival, el alcalde Villalba, Luis Javier Hernández, las más recientes señales nos dejan claro que la calma aún no llega a las aguas de ese partido y que, bajo la superficie, siguen tramándose alianzas y potenciales candidaturas. Como muestra, las declaraciones que hiciera el lunes en mi programa “Pega’os en la mañana” por Radio Isla 1320 el primer ejecutivo municipal. Aunque su tono fue conciliador y ese mismo día el país tuvo acceso a una foto en la que él y Ortiz lucían en perfecta armonía en un pase de batón, ese pase muy bien podría ser una tregua temporera. Antes de la imagen en cuestión, Luis Javier Hernández me dejaba claro en la entrevista cuál es su visión sobre el proceso que acaba de concluir.
En primer lugar, que más que una derrota el resultado de la elección especial es “un empate” por la reducida ventaja del representante. Que si se hubieran abierto todos los colegios, el resultado habría sido distinto y que “por supuesto” que él habría sido el ganador.
En segundo término que aun cuando le desea lo mejor a Ortiz, cuando s e trata de su propio horizonte su “futuro político apenas comienza”.
En tercer lugar, que ese futuro muy bien podría llevarle a retar a Jesús Manuel Ortiz en primarias por la candidatura a la gobernación de la Pava. “Alcalde, usted ha dicho que los resultados son muy cercanos a lo que se puede describir como un empate. Esta es la presidencia del partido. ¿Usted cerró la puerta a la posibilidad de aspirar a la gobernación?”, le pregunté.
“Todos los populares deben estar claros de que mi futuro político apenas comienza. Yo vengo de un pueblo pequeño, sí obviamente llevo dos años dirigiendo la Asociación de Alcaldes… Creo que hay mucho terreno que he ganado, desperté el ánimo de muchos populares que estaban desconectados por completo. Yo tomaré estos meses de descanso y de reflexión pero ya veremos. Esto apenas comienza para mí”, me contestó e insistí.
“Ya veremos. ¿Eso podría incluir un escenario en el que usted rete al actual presidente?” cuestioné. “Cualquiera. Cualquier escenario es posible” respondió.
“¿Incluyendo una primaria?”, inquirí.
“Cualquiera. Pero en estos momentos mi enfoque esta en unir este partido” dijo.
Esas declaraciones no pueden ser tomadas de manera liviana. Si continúan soplando esos vientos, el PPD podría no librarse de una primaria y, además, del reto de sobrevivir a los efectos que este tipo de evento han probado tener entre su liderato y seguidores. Eso añadido al reto aun mayor de intentar pescar en el mar cada vez más diverso de electores que -cada vez con mayor recurrencia- se sacude de aquel perfil “raja tabla” y busca candidatos que le inspiren más allá de líneas de partido.
Los próximos siete meses serán indudablemente intensos. A los “teje manejes” de los populares sume la potencial primaria en el PNP y la alianza, por lo visto aún en construcción de figuras dentro del Movimiento Victoria Ciudadana y el Partido Independentista. Como aderezo final, también está por definirse si Proyecto Dignidad continúa su crecimiento y consigue que conservadores desilusionados con los partidos principales se le sumen para lograr más escaños en la legislatura. No señor. Este juego no termina. El tablero para el partido de cara a las elecciones está muy lejos de haberse definido.
Saque su silla y siéntese en total comodidad. Let the games begin.