Opinión

Los líos legales de Trump

Lee aquí la columna del abogado estadista.

Alejandro Figueroa + Columnista

Por segunda vez en aproximadamente dos meses, el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acudió a los tribunales para enfrentar acusaciones por cargos criminales.

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Trump fue procesado la semana pasada en un tribunal federal en Miami, lo que marca la primera vez que un excomandante en jefe es arrestado por cargos federales. Se enfrenta a 37 cargos relacionados con acusaciones de que retuvo cientos de documentos secretos y otros documentos clasificados después de dejar el cargo, y obstruyó los esfuerzos por parte de las autoridades federales para recuperarlos de su centro turístico Mar-a-Lago en Florida. Fue un momento extraordinario para el principal candidato presidencial republicano de 2024, quien negó haber actuado mal y describió la serie de investigaciones en su contra como un complot demócrata para evitar que regrese a la Casa Blanca.

Hace dos meses, el presidente se declaró inocente de 34 delitos graves de falsificación de registros comerciales en New York. Esos cargos se derivaron de un presunto encubrimiento de un pago de dinero realizado a una actriz porno en los días previos a las elecciones de 2016.

Sin embargo, a medida que esos dos casos avanzan, otras investigaciones amenazan con llevar nuevamente al expresidente a los tribunales.

Trump enfrenta investigaciones federales y estatales sobre sus esfuerzos para subvertir las elecciones de 2020. Se espera que los funcionarios de Georgia decidan antes del 1 de septiembre si Trump actuó ilegalmente para tratar de anular su derrota ante el presidente Biden en el estado hace dos años.

El fiscal especial Jack Smith, quien fue designado por el Departamento de Justicia para dirigir el caso de documentos clasificados, está investigando por separado el supuesto papel de Trump en el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021, y los esfuerzos del expresidente y sus aliados para revocar la elección.

De vuelta en Nueva York, Trump y la empresa que lleva su nombre enfrentan cargos civiles. La Secretaria de Justicia de New York, Letitia James, alega que la Organización Trump infló de manera fraudulenta las valoraciones de las propiedades de la compañía en los estados financieros anuales que se entregaron a posibles socios comerciales, bancos o reguladores financieros. El juicio está programado para principios de octubre.

Los expertos legales coinciden en que el caso de los documentos clasificados parece ser el más peligroso legalmente para el expresidente. La acusación de 49 páginas detalla las denuncias de que Trump almacenó cajas que contenían documentos clasificados que incluían información sobre las capacidades nucleares de países extranjeros, los programas nucleares de Estados Unidos, las posibles vulnerabilidades de la nación y sus aliados ante un ataque militar y planes sobre la respuesta inmediata a un posible ataque.

La realidad es que el caso de los documentos clasificados parece ser el más sencillo y convincente contra el expresidente. Es un caso típico de mal manejo de documentos clasificados basado en el proceder de Trump después de ser presidente y posible obstrucción de la justicia una vez se le solicitan los documentos.

La investigación de Smith sobre los sucesos del 6 de enero de 2021 plantea preguntas más complicadas sobre el alcance de la autoridad presidencial y el privilegio ejecutivo. La gran cantidad de personas involucradas en el esfuerzo de Trump por anular las elecciones, que incluyen no solo a su círculo íntimo, sino también a los funcionarios estatales a los que supuestamente presionó y a los involucrados en el ataque del 6 de enero, hacen que ese potencial caso sea mucho más complejo y más complicado de procesar.

Este caso de los documentos clasificados tiene precedentes, salvo por el hecho de que es la primera vez que se lleva este tipo de caso contra un expresidente. El caso del 6 de enero no tiene precedentes en todos sus aspectos legales. En ese sentido, el caso de los documentos enfrenta menos obstáculos legales.

En cuanto a la acusación de New York, el consenso pareciera ser que es bien poco probable que alguien se enfrente a una sentencia de prisión a nivel estatal como resultado de ser condenado por un delito grave de falsificación de registros comerciales. En cambio, si los fiscales federales pueden probar, aunque sea una sola parte de lo que exponen en la acusación del caso de los documentos clasificados, este se convierte en un caso extremadamente sólido contra cualquier acusado, incluyendo al expresidente.

Pero debe quedar claro que hay una larga brecha entre una acusación y lograr una condena. Los expertos legales esperan que las dos partes en esta batalla legal desaten una lucha campal en cuanto a la evidencia que será admitida o descartada como parte del juicio, antes de que el caso llegue a un jurado.

Aunque aún no está claro qué argumentará la defensa de Trump, podemos anticipar muchas mociones de la defensa para desestimar varios cargos, incluidas mociones para excluir evidencia que los fiscales obtuvieron de los propios abogados de Trump a través de una excepción al privilegio abogado-cliente conocida como “excepción de fraude delictivo”.

Bajo las leyes de los Estados Unidos, Trump es inocente hasta que se pruebe su culpabilidad. Incluso si es absuelto en el caso de registros de fraude comercial de Nueva York y el caso de documentos federales, las otras tres investigaciones seguirán representando una amenaza legal para el expresidente y su búsqueda por lograr la presidencia una vez más.

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