Opinión

Indulgencias con escapulario ajeno

Lee aquí la columna del presidente del Partido Popular Democrático.

Una foto del representante Jesús Manuel Ortiz junto a su nombre.
Jesús Manuel Ortiz + columnista

La reciente decisión de la jueza Taylor Swain en la que recorta la deuda de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) cerca de un 75 % dejó al descubierto al gobierno de Pedro Pierluisi. El récord es claro en demostrar que la Administración Pierluisi estuvo dispuesta a asumir la responsabilidad de la enorme deuda que hubiera resultado en un alza sustancial en la tarifa eléctrica para todos los abonados en Puerto Rico.

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Una demostración de esto es que en la Cámara de Representantes, nuestra delegación popular presentó legislación para garantizar el resultado que finalmente obtuvimos con la decisión de la Jueza Swain, pero lamentablemente, el Gobernador vetó la medida. El gobernador Pierluisi y su gobierno no estuvieron dispuestos a requerir recortes como los que planteaba el PC 1383. Esa es la verdad.

Gracias a la decisión de la Jueza Swain, se ha puesto fin a la incertidumbre. La determinación de establecer el valor real de la deuda de la AEE en su Plan de Ajuste en 2.8 billones de dólares, en lugar de los casi 9 billones solicitados por los acreedores, es un paso positivo hacia la estabilidad económica y la protección de los intereses de los puertorriqueños.

Entendemos que con esta decisión, no hay necesidad de aumentar la factura de luz para miles de ciudadanos. Cualquier otro aumento propuesto, carece de justificación. La Jueza Swain ha hecho lo correcto al establecer límites claros y evitar que el gobierno intente disfrazar propuestas de aumento como obligaciones de deuda.

La determinación de la jueza y la Junta de Supervisión Fiscal, al establecer que los acreedores solo tienen derecho al fondo de amortización, es una medida justa y equitativa. En fin, la celebración del gobierno de Pierluisi al ser anunciada la decisión de Taylor Swain, mientras sus acciones nunca reflejaron la intención de dar esa pelea, no es más que un intento de ganar indulgencias con escapulario ajeno.

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