La primaria en el Partido Nuevo Progresista (PNP) no debe sorprender a nadie. Lo que debe preocupar al país es como el gobierno del PNP enfrentará la misma. En pocos días de haber sido anunciadas las candidaturas para Gobernador de ese partido, la discusión pública de los asuntos verdaderamente importantes quedaron en un segundo plano. Si bien es fundamental tener un proceso democrático, resulta igualmente crucial no dejar que esta competencia política opaque asuntos cruciales que afectan la vida de todos los puertorriqueños. El Gobierno tiene la obligación de servir a su gente, no operar para beneficiar a un candidato.
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Una muestra de esto es la denuncia que hicimos esta semana sobre la utilización de fondos públicos para hacer campaña desde las agencias del gobierno. Eso han estado haciendo con la campaña “Haciendo que las cosas pasen”. Mientras se usan recursos públicos para la campaña primarista, el pasado viernes, a las nueve de la noche, nos anunciaron otro aumento en la tarifa de luz al mismo tiempo que anunciaban apagones.
Mientras el PNP gasta tiempo y dinero del pueblo en su lucha primarista, el país sigue sin ver los trabajos de reconstrucción en la calle, la reparación del sistema eléctrico no adelanta, las agencias carecen de recursos para ofrecer servicios de calidad y no tenemos un plan de desarrollo económico encaminado. La pugna primarista en el PNP es la confirmación de que la prioridad de ambos es su lucha de poder y no el beneficio del pueblo. Ellos han sido parte importante y fundamental del mismo mal gobierno que ha dirigido a Puerto Rico. Hay algo que todos tenemos claro, y es que Puerto Rico, no estará mejor ni con Pedro Pierluisi ni con Jenniffer González. Estaremos mejor cuando el Gobierno se enfoque en atacar el costo energético, invierta sabiamente los fondos de recuperación, tome en serio la reparación de las escuelas y deje de engañar a la gente con sus falsas promesas. Mientras Puerto Rico va por mal camino el PNP sigue: “Dejando que las cosas pasen”.