Opinión

El juego está abierto para las elecciones del 2024

Lee aquí la columna del vicepresidente del Proyecto Dignidad.

Juan Manuel Frontera + Columnista

En Puerto Rico el total de ciudadanos que se mueven el día de las elecciones a votar ha ido en un descenso estrepitoso. En las elecciones del 2012 ejercieron su derecho al voto 1.9 millones de electores. En el 2016 lo hicieron 1.6 millones y en el 2020 votaron 1.3 millones de electores. Así, en un periodo de ocho años, donde se llevaron a cabo tres elecciones generales, se siguió un patrón o tendencia de una merma de 300 mil votantes por elección, sumando una reducción de 600 mil votantes.

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Como se van viendo los números de exclusiones y nuevos inscritos, la tendencia antes descrita viene con fuerza a impactar las elecciones del 2024, lo que colocaría la participación electoral en estas próximas elecciones en un millón de electores. Escuchó bien, vamos camino a que, en el 2024, quienes decidan la dirección del Gobierno de Puerto Rico por los próximos cuatro años serán entre novecientos (900,000) mil a un millón (1,000,000) de votantes. Piense que en el 2008 un solo candidato obtuvo un millón veinticinco mil votos (1,025,000).

Aún entre los electores regulares, esto es, las personas que en efecto se han movido a votar en las elecciones pasadas o se han movido a ponerse al día electoralmente, la participación se ha desplomado. En el 2012 solo participaron el 78.4 % de los electores clasificados como regulares, en el 2016 fueron 70 % y en el 2020 un 67.9 %. De estos electores, aquellos que votaron en las elecciones previas y que se les conoce como electores A1, el descenso es igual de marcado. En el 2012 votaron el 83.3 % de los electores que habían participado de la elección previa, mientras que en el 2016 lo hicieron el 73.1 % y ya en el 2020 dicha cifra rondaba el 69 %.

Esto quiere decir que el deporte de la política, que en un momento se decía era el principal deporte que se practicaba en Puerto Rico, va perdiendo adeptos en grande. La gente no solo no compra taquillas, sino que no van al evento, aún cuando les regalan las taquillas. Esto inclina la balanza en favor de aquellos candidatos y partidos que puedan movilizar adeptos, no tan solo de otros partidos, sino de la indiferencia electoral.

Suponiendo que las fuerzas electorales partidistas se dividen el electorado en escalas similares a las del año eleccionario 2020, esto es 33 % el partido ganador, 30 % el segundo partido y las restantes tres fuerzas partidistas acumulan márgenes de entre el 10 % al 20 % cada una, el partido que logre sacar 300,000 votos para la gobernación tiene grandes probabilidades de alzarse con la victoria electoral en el 2024.

En el 2024, el Dr. Cesar Vázquez Muñiz obtuvo 87,379 votos como candidato a Gobernador de Proyecto Dignidad. La licenciada Ada Norah Henríquez, obtuvo 95,873 votos a la posición de Comisionado Residente bajo el mismo partido. A su vez, Proyecto Dignidad obtuvo 63 mil votos íntegros en la papeleta estatal y alrededor de 45 mil votos íntegros en la papeleta legislativa, donde en la mayoría de los precintos solo figuraban dos candidatas, habiendo vacías 3 candidaturas hábiles.

El desempeño anterior se dio habiendo sido certificado como partido a finales de enero del propio año de elecciones, presentando una plantilla de candidatos reducida, sin estructura real en la CEE, pues vino a poder tener presencia en dichos procesos a finales del mes de agosto de 2020. Esto es tres meses antes de las elecciones y en medio de una pandemia.

Hoy, Proyecto Dignidad tiene más de 60 comités municipales creados. Se vislumbran candidaturas a más de 40 alcaldías, a dos puestos por acumulación, uno en el senado y otro en la cámara, a todos los distritos senatoriales y a la mayoría de los distritos representativos, la gobernación y la comisaría residente. A eso hay que añadirle que las legisladoras elegidas bajo la insignia del partido han cumplido a cabalidad con lo prometido en sus campañas. Una representación real y sin tapujos del conservadurismo social y económico en Puerto Rico.

De ahí el nerviosismo de los partidos y de sus portavoces en la radio, televisión y prensa. Nos toca seguir trabajando, fortaleciendo nuestra base para seguir creciendo a noviembre del 2024. Nadie puede descartarnos, el juego está abierto. Seguimos creciendo y añadiendo. ¡Adelante, con fe!

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