El martes de la semana pasada los votantes de Virginia, Ohio, Kentucky y un puñado de otros estados acudieron a las urnas para hacerse sentir. Los analistas mantenían que los resultados serían una prueba de cómo les iría a los demócratas en las elecciones presidenciales del próximo año. Lo acontecido representa buenas noticias para los demócratas y el derecho al aborto.
Durante años, los que favorecen el derecho al aborto advirtieron que elegir republicanos para el Congreso y la Casa Blanca eventualmente resultaría en una mayoría conservadora en el Tribunal Supremo de Estados Unidos que anularía Roe vs. Wade, el caso de 1973 que protegía el acceso al procedimiento médico. Tenían razón en preocuparse: el año pasado, el tribunal hizo precisamente eso, devolviendo la determinación sobre el derecho al aborto a los votantes en los estados de todo el país.
Los demócratas y sus aliados han contratacado, criticando a los republicanos por respaldar la prohibición del aborto sin excepciones para las sobrevivientes de violación e incesto, prohibiciones que son rechazadas por una mayoría de los votantes de ambos partidos. Los grupos defensores del derecho al aborto y sus aliados han presionado para que se adopten nuevas leyes estatales y protecciones constitucionales estatales para el procedimiento. En muchos casos, estos grupos han utilizado medidas electorales al estilo de la aprobada en California para llevar la decisión sobre este asunto directamente a los votantes.
Cuando una niña de 10 años de Ohio tuvo que cruzar fronteras estatales para interrumpir su embarazo el verano pasado, lo que atrajo titulares a nivel nacional, los activistas de ese estado se movilizaron para promover una medida electoral que consagrara protecciones en la constitución estatal. Los republicanos intentaron frustrar ese esfuerzo mediante otra medida electoral que habría requerido una supermayoría del 60 % para enmendar la constitución del estado. Pero la medida respaldada por el Partido Republicano fracasó, dando paso al éxito de la propuesta sobre el derecho al aborto. El martes, los electores de Ohio aprobaron una enmienda constitucional para proteger el derecho de una persona a “tomar y llevar a cabo sus propias decisiones reproductivas”.
Los demócratas también obtuvieron victorias en Virginia, donde tomaron el control de la Cámara estatal y protegieron su estrecha mayoría en el Senado estatal. El actual gobernador republicano de Virginia, Glenn Youngkin, y su partido esperaban prohibir la mayoría de los abortos después de 15 semanas, pero los demócratas bloquearon efectivamente ese plan ampliando sus filas.
Los demócratas en Kentucky también obtuvieron ganancias. Andy Beshear, quien publicó anuncios sobre el derecho al aborto en el estado de color rojo intenso, permanecerá en la Gobernación.
Pero aunque los demócratas obtuvieron grandes victorias el martes, se vislumbran nubes de tormenta en el horizonte para el líder del Partido Demócrata. Aunque los demócratas obtuvieron buenos resultados el martes, es evidente que Biden se ha vuelto cada vez más impopular y vulnerable, incluso dentro de su partido.
Por primera vez en su presidencia, una mayoría de los votantes desaprueba el desempeño de Joe Biden, ya que el apoyo a él ha caído drásticamente entre los principales grupos de tendencia demócrata, según muestra una nueva encuesta del NY Times. Estos hallazgos son similares a una encuesta de CNN realizada en las últimas semanas. La encuesta encontró que el expresidente Donald Trump aventaja a Biden entre un 49 % y un 45 % entre los votantes registrados en una hipotética revancha. El 51 % de los votantes en toda la nación dijeron que nunca respaldarían a Biden y el 48 % dijo que nunca apoyarían a Trump.
Aún falta un año para las elecciones, pero estos resultados, que se producen mientras Trump se defiende de múltiples juicios penales y civiles en varios estados por acusaciones de mal manejo de registros clasificados, intento de anular las elecciones de 2020 y más, no auguran nada bueno para el Presidente.