Puerto Rico enfrenta un desafío demográfico que no puede pasar desapercibido. Según estimados publicados recientemente, el cierre del año 2023 revela una disminución alarmante en la tasa de natalidad. Expertos estiman que en Puerto Rico tuvimos menos de la mitad de los nacimientos registrados en 2013. Es decir, en 2013 se registraron 36,580 nacimientos mientras que en 2023 esta cifra se redujo drásticamente a 17,772.
Esta realidad plantea un gran reto para todos nosotros en la isla. Los planes de trabajo y las plataformas de gobierno tienen que tomar en consideración la población a la que sirven para atender de manera adecuada sus necesidades. Entender esa realidad es fundamental para encaminar agendas que logren mejorar la calidad de vida de los puertorriqueños. Ejecutar políticas efectivas y enfocadas correctamente redundará en aumentar la confianza de las personas y generar un impacto positivo en las tasas de natalidad, así como controlar la emigración. Conocer lo que implica este reto demográfico es clave para conocer nuestra sociedad.
Esta situación se entrelaza con la necesidad de brindar a la población las condiciones idóneas para vivir y prosperar en nuestra Isla. Se trata de calidad de vida. El acceso a servicios de salud, educación atemperada a la realidad laboral global, acceso a empleos remunerados y un país ordenado se convierten en una prioridad para un gobierno sensible. La confianza en el futuro, en la estabilidad económica y en el acceso a oportunidades son entes prioritarios y fundamentales para atajar este problema.
El enfoque debe ser uno integral que incluya acciones a corto, mediano y largo plazo. No solo se trata de incrementar el número de nacimientos, sino de asegurar oportunidades para nuestra gente y que la población más adulta cuente con los recursos necesarios para vivir dignamente en Puerto Rico. La calidad de vida no solo es un anhelo individual, sino un pilar esencial para la sostenibilidad y estabilidad de nuestro pueblo.
En esta coyuntura, todos los puertorriqueños, tenemos un papel importante en este gran rompecabezas. Construir un Puerto Rico próspero implica un esfuerzo colectivo que nos incluya a todos. Puerto Rico necesita la fuerza de su gente y un gobierno sensible y enfocado para forjar el país que queremos.