Desde que tengo uso de razón, y desde que comencé en el periodismo, el distrito senatorial de Bayamón ha sido ganado por políticos del Partido Nuevo Progresista (PNP). Todos los demás distritos han brincado de un lado a otro entre esa colectividad y el Partido Popular Democrático (PPD) durante los pasados 24 años. Incluso ha habido distritos que han quedado divididos entre candidatos de ambos partidos. Llueva, truene o ventee, el distrito senatorial bayamonés no ha sufrido rasguño para el PNP. Es un bastión para la Palma. Sin embargo, creo que por primera vez en este siglo existe una posibilidad de que esa hegemonía penepeísta en el distrito de Bayamón culmine, y de ser el menos interesante, por saberse de antemano el resultado probable, se convertirá en el distrito más observado el 5 de noviembre.
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Miremos las últimas tres elecciones en este distrito.
En el año 2012 los incumbentes estadistas Carmelo Ríos y Migdalia Padilla obtuvieron 108,497 y 107,934, respectivamente. Le siguieron los candidatos populares con menos de 91,600 votos. Hubo candidatos desconocidos del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), del Partido del Pueblo Trabajador (PPT) y de Movimiento de Unión Soberanista (MUS). Estos últimos no calaron gran cosa.
Para las elecciones del 2016 Carmelo Ríos sacó 93,915 votos, Migdalia Padilla 91,729 y los populares por debajo de los 59,000. Aunque Ríos y Padilla bajaron alrededor de 13 % en votos, aumentaron su ventaja a 10 % sobre las figuras más cercanas del PPD. Los candidatos independentistas del PIP, del PPT y del MUS (sumados) aumentaron de 1 % a 3 % entre una elección y otra.
Las elecciones del 2020 representaron una drástica baja de votos para Ríos y Padilla, que de sobre 90,000 en el 2016, bajaron a poco menos de 55,000 votos. Los aspirantes populares perdieron casi el 42 % de votos mientras que los aspirantes independentistas de Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y PIP aumentaron de 3 % en el 2016 a 9 % (sumados) en el 2020.
No podemos perder de perspectiva que la reducción poblacional juega un papel en estas reducciones que puedan tener los candidatos penepés y populares, pero no es razonable adjudicar a ese aspecto el peso mayor de esas bajas. Si así fuera, los independentistas también bajarían y no fue el caso. No hay duda de que el hastío de los electores con el PNP y el PPD es clave en este análisis, y dicha apatía redunda en apoyo a candidatos independentistas. La izquierda piensa que grano a grano llenan el buche de la gallina, y tienen razón. Ya en esas elecciones del 2020 se acomodaron a 2 puntos de alcanzar en votos a los candidatos del PPD (distrito senatorial de Bayamón).
El PNP ha perdido en ese distrito senatorial, entre el 2012 y el 2020, cerca del 49 % de votos y estas elecciones hay elementos inesperados que sin duda van a impactar las posibilidades de que el PNP retenga el mismo. Dos aspirantes que corrieron en las elecciones pasadas a puestos que acumulan votos en toda la isla se lanzaron para el senado por el distrito de Bayamón: el Dr. César Vázquez y el representante por MVC José Bernardo Márquez. El factor reconocimiento en unas elecciones es uno de los elementos más importantes a la hora de la ciudadanía emitir su voto. En los pasados 20 años el PNP ha corrido contra figuras nada o muy poco conocidas en esa región senatorial. Esta vez no es igual.
Vázquez es un conocido cardiólogo y pastor que aspiró a la gobernación en el 2020, lo que le dio una plataforma mediática que lo expuso a un sector religioso y conservador más amplio. Por su parte, Márquez es el mejor legislador que representa a MVC actualmente. También es una figura reconocida. Es el hijo del alcalde de Toa Baja, Bernardo Márquez. Ese hecho, y la colectividad de corte independentista que representa el legislador, ya levantó una controversia que suma al efecto que puede haber en este distrito.
El alcalde Márquez posó el pasado fin de semana junto a su hijo, y a Manuel Natal, para una foto en un evento deportivo. Aparte de eso, también sale en una foto junto a la representante popular Deborah Soto recorriendo el municipio en una guagua durante una actividad navideña. Ambas fotos fueron publicadas en redes sociales por el ex presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, con una descarga bien pesada. “El Municipio de Toa Baja y nuestro alcalde Betito Márquez, tienen una pobrísima ejecución de solo 7.7% en el Informe de Recuperación y Ejecución de Fondos Federales (IRE 4339). Son fondos de recuperación para proyectos que fueron desembolsados por el impacto del Huracán María. ¡QUE NO SE PIERDAN LOS FONDOS POR LOS VACILONES Y LAS RELACIONES PÚBLICAS! Oye Betito, ¡en lugar de bailar, correr y parrandear sin trabajar, vamos a ponerle manos a la obra. Esos mismos personajes con los que bailas, juegas, ¡parrandeas y pierdes el tiempo son capaces de llamarte INEPTO durante la campaña!”, escribió.
A esta descarga se sumó Carmelo Ríos destacando que mientras el alcalde toabajeño “parrandea” con líderes políticos “anti penepés”, a los suyos ni los invita. El alcalde Márquez dijo en Jugando Pelota Dura que saldrá de la línea de partido en la papeleta senatorial para votar por su hijo como candidato de MVC. Esto será objeto de señalamientos internos en su partido, aunque sea entendible que uno es padre primero. Sin embargo, en política esas circunstancias pueden convertirse en blancos para lanzar dardos, precisamente políticos.
¿Puede la suma de todo esto, y lo que falta de aquí a noviembre, crear el escenario para una tormenta perfecta que tambalee la palma y el PNP pierda su hegemonía distrital? Para mí, sí.